Sol y sombra
Este residuo de la fiesta nacional ha sido asumido por una parte de la derecha espa?ola con un car¨¢cter ideol¨®gico militante, desafiante, como una bandera tomada al enemigo
Hubo un tiempo en que los burladeros del callej¨®n de la plaza de toros, durante la feria de San isidro, estaban ocupados por algunos ministros socialistas satisfechos de s¨ª mismos con un puro en la boca y en la maroma de barrera apoyaba sus antebrazos mucha gente de izquierdas que se sent¨ªa en Las Ventas como en casa. Aunque la corrida de toros est¨¢ en plena decadencia y la crueldad que conlleva produce cada d¨ªa m¨¢s rechazo ...
Hubo un tiempo en que los burladeros del callej¨®n de la plaza de toros, durante la feria de San isidro, estaban ocupados por algunos ministros socialistas satisfechos de s¨ª mismos con un puro en la boca y en la maroma de barrera apoyaba sus antebrazos mucha gente de izquierdas que se sent¨ªa en Las Ventas como en casa. Aunque la corrida de toros est¨¢ en plena decadencia y la crueldad que conlleva produce cada d¨ªa m¨¢s rechazo civil, lo cierto es que este residuo de la fiesta nacional ha sido asumido por una parte de la derecha espa?ola con un car¨¢cter ideol¨®gico militante, desafiante, como una bandera tomada al enemigo. Hoy ser taurino, ser de izquierdas e ir a los toros en la feria de San Isidro debe de ser un trago muy amargo, puesto que cada corrida se ha convertido en un mitin espont¨¢neo de Vox o del Partido Popular. Poco importa lo que suceda en el ruedo, que sin duda ser¨¢ violencia, sangre, agon¨ªa y muerte, todo envuelto en el tedio de costumbre. Lo que cuenta es esa alegr¨ªa de encontrarse en las gradas y de palmearse mutuamente las costillas, un jolgorio que ha dejado de ser solo taurino para convertirse en una definici¨®n pol¨ªtica de derechas. Durante la Guerra Civil se celebraban corridas en ambos bandos. En el bando nacional los toreros hac¨ªan el pase¨ªllo brazo en alto; en el bando rojo los diestros bland¨ªan el pu?o crispado y los toros, en lugar de lucir el hierro de la ganader¨ªa, Miura, Murube, Domecq, exhib¨ªan sobre su piel a lo largo del costillar un certificado escrito con cal, que dec¨ªa: Comit¨¦ taurino controlado por UGT y CNT. Durante la contienda la l¨ªnea cruel de sol y sombra que divid¨ªa el ruedo ib¨¦rico se estaba dilucidado a tiro limpio. Hoy en Espa?a hay paz, libertad y democracia, pero ser de izquierdas, ser taurino y asistir a una corrida por San Isidro en Las Ventas es como para que te den una medalla al valor individual.