El ¡®rey(gate)¡¯ de la regata
El debate no es si tiene derecho a tripular con los amigos, sino hasta qu¨¦ punto deteriora la Monarqu¨ªa y agudiza la divisi¨®n
Est¨¢n tan contentos los dirigentes de Sanxenxo y de Galicia por el subid¨®n de publicidad que les da la visita del Rey, que parecer¨ªa deseable una gira real en jet privado pagado por bolsillos an¨®nimos para reflotar la Espa?a vac¨ªa, por ejemplo, o los ejes deca¨ªdos de la eco...
Est¨¢n tan contentos los dirigentes de Sanxenxo y de Galicia por el subid¨®n de publicidad que les da la visita del Rey, que parecer¨ªa deseable una gira real en jet privado pagado por bolsillos an¨®nimos para reflotar la Espa?a vac¨ªa, por ejemplo, o los ejes deca¨ªdos de la econom¨ªa. Los lobbies y entusiastas deber¨ªan pens¨¢rselo.
Pero no.
Ver al em¨¦rito levantar el pulgar para insulto de quienes pagamos impuestos mes tras mes, mientras ¨¦l ha hecho todo lo contrario de lo que nos han vendido, es un sapo indigesto frente al pulpo gallego que acaso le est¨¢n sirviendo. Un jet privado, financiaci¨®n desconocida y un pase¨ªllo por el photocall del club n¨¢utico como si fuera una estrella de cine a la entrada de una fiesta, poco tiene que ver con la institucionalidad que ha representado y que a su hijo ¡ªjefe de Estado¡ª le interesa defender.
Hay varias cosas que aprendimos de peque?os y que incluso nos cre¨ªmos, como la igualdad de todos los espa?oles ante la ley fijada en la Constituci¨®n. Otra fue que el tr¨¢fico de influencias era delito. En la letra peque?a ven¨ªa que el Rey era inviolable, por lo que unos son m¨¢s iguales que otros, lo que le ha procurado una impunidad que los dem¨¢s no disfrutamos. En esa misma letra peque?a seguramente ven¨ªa tambi¨¦n que el primo de un alcalde como el de Madrid pod¨ªa intermediar para que un par de se?ores se llevaran comisiones millonarias por vender mascarillas caras y algo penosas. De pronto, hay normas que parecen efectivas para el com¨²n de los mortales, pero que, para algunos, solo funcionan cuando hay buena voluntad. Y gracias. Si falta esta, no sirven. La fijaci¨®n constitucional de la inviolabilidad, a¨²n en vigor, y la prescripci¨®n de los posibles delitos han procurado el archivo de las investigaciones que pesaban sobre el Rey em¨¦rito. Y el andamiaje legislativo y constitucional se tambalea cuando, a falta de esa buena voluntad, los poderosos estiran sus posibilidades sin que les ocurra nada.
Proliferaron ayer gritos de ?viva el Rey! y ?viva Espa?a!, abrazos emotivos, palmadas y gestos de bienvenida. Circularon las voces que defienden el viaje como ciudadano privado que es. Claro que est¨¢ en su derecho. Pero el gran debate nacional no es si sale o no a faenar como un tripulante m¨¢s, inc¨®gnita que centraba ayer algunas tertulias en las televisiones como si habl¨¢ramos de una lesi¨®n de Rafa Nadal. El gran debate nacional es hasta qu¨¦ punto el em¨¦rito sigue debilitando la monarqu¨ªa y azuzando la divisi¨®n. Ese es el verdadero reygate de una regata que no est¨¢ precisamente en las p¨¢ginas de Deportes.