Twitter o el idiota que llevamos dentro
Es habitual que personas con cargos de responsabilidad huyan de las redes. Deben temer el proverbio: ¡°Por sus tuits los conocer¨¦is¡±
No quisiera regresar al debate de la cosificaci¨®n de la mujer y de si eso de lucir o tapar el culo o los pechos es feminista o todo lo contrario. Ense?ar o pensar. Ser deseable o ser respetable. Pero viene a cuento por la pol¨¦mica de que cubriesen el escote, sin ni siquiera preguntar, a la portavoz del Gobierno catal¨¢n, la periodista Patr¨ªcia Plaja, en una entrevista en directo en TV-3. Ella misma sali¨® al paso con una ...
No quisiera regresar al debate de la cosificaci¨®n de la mujer y de si eso de lucir o tapar el culo o los pechos es feminista o todo lo contrario. Ense?ar o pensar. Ser deseable o ser respetable. Pero viene a cuento por la pol¨¦mica de que cubriesen el escote, sin ni siquiera preguntar, a la portavoz del Gobierno catal¨¢n, la periodista Patr¨ªcia Plaja, en una entrevista en directo en TV-3. Ella misma sali¨® al paso con una ¡°inc¨®moda¡± columna de opini¨®n que tuite¨®. Su canalillo ha sido tema de debate en muchas mesas, pero, sobre todo y ante todo, ha sido carne de Twitter.
Uno de los que se sum¨® a la pol¨¦mica, para criticar la pol¨¦mica (!), fue el exdirector de TV-3 Vicent Sanch¨ªs. ¡°Que la direcci¨®n de un programa tenga que aclarar un hecho tan elemental porque un grupo de paranoicos hayan enloquecido y bramen censura por todas las redes sociales evidencia un grado de delirio muy preocupante. Algunos quieren hacer mejor el pa¨ªs convirti¨¦ndolo en una zarzuela de tercera¡±, escribi¨®. Citaba el tuit del programa Els Matins, un magazine de actualidad diario, donde explicaban por qu¨¦ dos estilistas corrieron a taparle el escote a la portavoz. ¡°Percibieron¡± que estaba inc¨®moda.
Sanch¨ªs ha batallado con todos los tuiteros que han corrido a contestarle que no es paranoia, que mira lo que dice Plaja, enlaz¨¢ndole su columna de opini¨®n. O que s¨ª, que tiene raz¨®n, que estamos todos locos¡ Lo cl¨¢sico que pasa en Twitter a cada segundo: gresca. Con curiosidad, he seguido los tuits del actual director del grupo medi¨¢tico M¨®n. He admirado que respondiese a casi todo hijo de vecino, y a veces me ha incomodado el tono. Pero he estado atenta m¨¢s por morbo que por otra cosa. La opini¨®n de Sanch¨ªs y su interlocuci¨®n con el populacho, sobre una cuesti¨®n que afecta a TV-3, interesaba cuando dirig¨ªa la televisi¨®n p¨²blica. En sus cinco a?os como director nunca tuite¨®, a pesar de tener una cuenta abierta desde 2017. Lo hizo por primera vez el 10 de mayo, poco despu¨¦s de dejar el cargo, engordando la lista de periodistas resabiados (?existe otro tipo?) en Twitter.
Es habitual que personas en cargos de responsabilidad huyan de las redes sociales como de la peste. La inmensa mayor¨ªa de los pol¨ªticos ceden sus cuentas a sus community maganers en cuanto son nombrados. (Y muchos de ellos lidian con serios problemas para distinguir el estilo directo del indirecto, pero ese es otro tema). Ramon Espadaler, por ejemplo, exconsejero del Interior catal¨¢n y con cierta trayectoria en Twitter (inscrito desde abril de 2012), escribi¨® un ¨²nico tuit durante su mandato: ¡°A punto de tomar posesi¨®n como Consejero de Interior. Con respeto, ilusi¨®n y agradecimiento por la confianza del NH [sic] President¡±.
Deben temer el proverbio: ¡°Por sus tuits los conocer¨¦is¡±. Solo hay que ver el uso que le dio a la red social el expresidente de Estados Unidos Donald Trump. A quien Elon Musk, por cierto, si finalmente compra Twitter, ha dicho que le devolver¨¢ la cuenta. ?Pero qu¨¦ es m¨¢s honesto? ?Que se vean las costuras de quienes ostentan cargos de responsabilidad en las redes? ?O solo el barniz de correcci¨®n e inter¨¦s pol¨ªtico que aplican sus asesores? Si algo parece que se valora hoy en d¨ªa es la autenticidad, sin que eso sirva de excusa para abandonar al m¨¢s puro estilo trumpista la contenci¨®n necesaria en la vida. Pero en Twitter no abundan las medias tintas: o vamos con cuidado o, en palabras de Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, no tardamos en sacar al idiota que llevamos dentro. La pol¨¦mica del escote tapado de Plaja es solo un ejemplo m¨¢s.