Liz Truss releva a Boris Johnson
La actual ministra de Exteriores se impone en las primarias de los ¡®tories¡¯ con un perfil pol¨ªtico escasamente pragm¨¢tico y con notables dosis de neoliberalismo
En un pa¨ªs de 67 millones de habitantes como es el Reino Unido, poco m¨¢s de 81.000 afiliados del Partido Conservador han escogido a la mujer que sustituir¨¢ a Boris Johnson y deber¨¢ hacer frente, como primera ministra, a un duro invierno de recesi¨®n y carencias. La actual ministra brit¨¢nica de Exteriores, Liz Truss, se ha proclamado vencedora en el proceso interno de primarias de los tories con un 57,4% de apoyos, f...
En un pa¨ªs de 67 millones de habitantes como es el Reino Unido, poco m¨¢s de 81.000 afiliados del Partido Conservador han escogido a la mujer que sustituir¨¢ a Boris Johnson y deber¨¢ hacer frente, como primera ministra, a un duro invierno de recesi¨®n y carencias. La actual ministra brit¨¢nica de Exteriores, Liz Truss, se ha proclamado vencedora en el proceso interno de primarias de los tories con un 57,4% de apoyos, frente al 42,6% de su rival, el exministro de Econom¨ªa Rishi Sunak. Nadie cuestiona la legitimidad del mandato de Truss, pero resulta preocupante que el futuro inmediato del pa¨ªs haya sido puesto en sus manos por una minor¨ªa muy reducida de ciudadanos. Su perfil pol¨ªtico, escasamente pragm¨¢tico y con notables dosis de neoliberalismo, agrava la decisi¨®n.
Isabel II encargar¨¢ este martes a Truss que forme un Gobierno en su nombre, y de inmediato se conocer¨¢n las primeras medidas de Downing Street: un paquete de ayudas urgentes a ciudadanos y empresas, de varias decenas de miles de millones de euros, para hacer frente a un insoportable encarecimiento del precio del gas y de la electricidad. Pero la nueva primera ministra quiere ir mucho m¨¢s all¨¢. Pretende dar un giro dr¨¢stico al modelo econ¨®mico brit¨¢nico de la ¨²ltima d¨¦cada ¡ªdel que no se siente responsable, pese a haber sido miembro de anteriores gobiernos conservadores¡ª. A pesar de una inflaci¨®n galopante ¡ª10,1%, y en alza¡ª, Truss quiere dar prioridad a una fuerte rebaja de impuestos que abarque la mayor¨ªa de los grav¨¢menes: IVA, renta, sociedades y hasta las cuotas de la Seguridad Social que Johnson elev¨® para financiar el maltrecho sistema p¨²blico de salud. La nueva ministra se confiesa pr¨®xima al conservadurismo ortodoxo de Margaret Thatcher y promete que una baja presi¨®n fiscal har¨¢ m¨¢s robusto el crecimiento de la econom¨ªa. Significa el regreso de las reaganomics de los ochenta, con impuestos bajos, un Estado empeque?ecido y una desregularizaci¨®n de los mercados que propici¨® una desigualdad todav¨ªa no revertida. Tambi¨¦n hay otra amenaza: Truss podr¨ªa exacerbar el conflicto vigente con Bruselas y hacer descarrilar el Protocolo de Irlanda del Norte, la pieza m¨¢s delicada del acuerdo del Brexit. Promete adem¨¢s mano dura con la inmigraci¨®n y refrendar la decisi¨®n de reenviar a Ruanda a quienes osen atravesar el canal de la Mancha.
Las encuestas otorgan hoy a la oposici¨®n laborista una ventaja de m¨¢s de 10 puntos porcentuales sobre los conservadores. La mayor¨ªa de los brit¨¢nicos desear¨ªa ya un adelanto electoral. Legalmente, Truss tiene a¨²n dos a?os por delante antes de estar obligada a convocar las urnas. Pero ser¨¢ mucho antes cuando se constate si la respuesta m¨¢s acertada ante el legado envenenado de Johnson es una dosis reforzada de recetas antiguas frente a la cruda realidad.