Un disparo
Un hombre solo perfor¨®, con su acto, una idea que parec¨ªa s¨®lida, atraves¨® un umbral que parec¨ªa inexpugnable
Fue una sincron¨ªa cruel: el jueves de la semana pasada un sujeto apunt¨® un arma y dispar¨® a la cabeza de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, la vicepresidenta de la Argentina, y afortunadamente la bala no sali¨®; dos d¨ªas despu¨¦s se estren¨®, en el festival de Venecia, ...
Fue una sincron¨ªa cruel: el jueves de la semana pasada un sujeto apunt¨® un arma y dispar¨® a la cabeza de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, la vicepresidenta de la Argentina, y afortunadamente la bala no sali¨®; dos d¨ªas despu¨¦s se estren¨®, en el festival de Venecia, Argentina, 1985, un filme dirigido por Santiago Mitre cuyo tema es el juicio a las Juntas que se llev¨® a cabo ese a?o en mi pa¨ªs, y someti¨® a la justicia civil a integrantes de las Juntas Militares de la dictadura que comenz¨® en 1976 y termin¨® en 1983. La pel¨ªcula hace eje en el juicio y en la vida del fiscal a cargo, Julio C¨¦sar Strassera, interpretado por Ricardo Dar¨ªn en una actuaci¨®n m¨¢s grande que la vida. Cuando termina de leer la acusaci¨®n a los militares, dice: ¡°Se?ores jueces, quiero utilizar una frase que pertenece ya a todo el pueblo argentino: ¡®Nunca m¨¢s¡±. Ese ¡°Nunca m¨¢s¡±, pronunciado por Strassera, viaj¨® a lo largo de todos estos a?os, atravesando gobiernos m¨¢s y menos catastr¨®ficos, todos democr¨¢ticos. Era un patrimonio intangible en el que la mayor parte parec¨ªa estar de acuerdo: nunca m¨¢s a la violencia. Me enter¨¦ del atentado horas despu¨¦s de que sucediera, cuando sal¨ª de dar una conferencia en Guadalajara, M¨¦xico, y qued¨¦ sumida en un horror confuso. Al parecer, el hecho es obra de un solitario, un alterado, pero el oficialismo y la oposici¨®n leen lo sucedido seg¨²n su conveniencia. El oficialismo culpa a los medios y a la oposici¨®n por sembrar el odio; la oposici¨®n culpa a quienes gobiernan de lo mismo. Mi pesadilla personal es otra. Un hombre solo perfor¨®, con su acto, una idea que parec¨ªa s¨®lida, atraves¨® un umbral que parec¨ªa inexpugnable. La ¨²nica pregunta posible no es qui¨¦n tiene la culpa, sino qu¨¦ produjo que ese sujeto lacerara, con una acci¨®n, 36 a?os de nunca m¨¢s. La bala no sali¨®, pero esa imagen ¨Dla mano, la pistola en la cabeza¨D tambi¨¦n es un disparo.