Hol¨ªstica
Lo fundamental ser¨ªa que, para cubrir tr¨¢gicas fallas econ¨®micas y garantizar el buen funcionamiento de lo p¨²blico, quienes m¨¢s ganan paguen a su Estado lo que deben y es justo y proporcional respecto a sus ganancias
En situaciones de dificultad econ¨®mica, se produce un discurso reaccionario sobre la inconveniencia de reivindicaciones feministas, basuralezas o vallas de Melilla. ¡°No toca¡±, dicen. Tambi¨¦n dicen que cualquier medida socializante pone en riesgo nuestra libertad individual: esa libertad individual de la que sobre todo disfruta el mill¨®n de personas ricas en Espa?a. La otra poblaci¨®n es...
En situaciones de dificultad econ¨®mica, se produce un discurso reaccionario sobre la inconveniencia de reivindicaciones feministas, basuralezas o vallas de Melilla. ¡°No toca¡±, dicen. Tambi¨¦n dicen que cualquier medida socializante pone en riesgo nuestra libertad individual: esa libertad individual de la que sobre todo disfruta el mill¨®n de personas ricas en Espa?a. La otra poblaci¨®n espa?ola, la que no tiene tiempo porque no tiene dinero y no tiene dinero porque su sueldo no le da para cubrir sus gastos, reduce su libertad individual a correr de un supermercado a otro buscando mejores ofertas. Pero para hallar tesoros y gangas alimenticias se necesita disponer de todo ese tiempo que no se tiene. As¨ª no hay quien ahorre, y eso mismo fue lo que yo le pregunt¨¦. Mientras, en los anuncios ¨Dmis¨®ginos incluso cuando pretenden lo contrario¨D, mujeres de clase alta se dan pomada en las varices porque convierten las compras en una actividad deportiva que las mantiene todo el d¨ªa de pie. ¡°No toca¡±, dicen. Pero, cuando no se cubren las necesidades m¨ªnimas ¨Dtemperatura adecuada, carne una vez a la semana, vivienda digna¨D, se extreman los maltratos hacia mujeres que vuelven a casa para cuidar y liberar el campo laboral reservado a los cabezas de familia varones: si protestas, en otra exaltaci¨®n perversa del c¨ªrculo vicioso, quiz¨¢ te parten la boca porque ¡°no vales para nada¡±. ¡°No toca¡±, pero tal vez volvamos a quemar carb¨®n despu¨¦s de haber devastado formas de vida en torno a minas y centrales t¨¦rmicas; la juventud se deprime; pedimos camareros nacionales ¨Dcon pajarita¨D y recuperamos esl¨®ganes xen¨®fobos: ¡°Vete a trabajar a tu pa¨ªs¡±. La asfixia econ¨®mica aplasta los derechos civiles como si la vulneraci¨®n de los derechos civiles no se relacionase con la riqueza y el poder acumulado por unos sectores mediante la explotaci¨®n de otros.
No se trata solo de la guerra ni de adoptar medidas urgentes ¨²tiles a corto plazo, pero que a la larga no servir¨¢n porque las contradicciones seguir¨¢n siendo las mismas. Micropunto positivo para el Papa de Roma: la ayuda asistencial cronifica la pobreza. Se trabaja desde los gobiernos subiendo el salario m¨ªnimo y pagando el paro a las empleadas del hogar. S¨ª. Tambi¨¦n podemos topar el precio de los huevos igualitariamente para las vecinas de Vallecas y los vecinos de Sotogrande, sabiendo que eso no es igualdad, sino buena voluntad e imaginaci¨®n para que en Vallecas podamos seguir cuajando tortillas y para poner l¨ªmite al desmesurado beneficio de las empresas intermediarias. Sin embargo, lo fundamental ser¨ªa que, para cubrir tr¨¢gicas fallas econ¨®micas y garantizar el buen funcionamiento de lo p¨²blico, quienes m¨¢s ganan ¨D?a costa de qui¨¦nes?¨D e incluso han multiplicado sus ingresos despu¨¦s de la pandemia paguen a su Estado lo que deben y es justo y proporcional respecto a sus ganancias. No solidaria o caritativamente. Por ley. Propongo una mirada hol¨ªstica y una reforma fiscal. A lo mejor ese empe?o suscita menos bronca ¨Dd¨¦jenme so?ar¨D que lo de los huevos, y nos permite hablar otra vez, sin acusaciones de fr¨ªvola inoportunidad, del derecho al aborto ¨D?no es obligatorio, por Diosa!¨D y de las ni?as de 16 a?os que no viven en el seno de familias encantadoras y/o pudientes. Las personas m¨¢s fr¨¢giles son las que deben ser protegidas por leyes que se interrelacionan igual que las fragilidades entre s¨ª.