Brasil se juega en las elecciones su presente y su futuro
El mundo tiene los ojos puestos, con zozobra y esperanza a la vez, en las at¨ªpicas elecciones brasile?as que se juegan entre la esperanza y el miedo
El domingo pr¨®ximo Brasil se juega, en sus elecciones presidenciales, las m¨¢s perturbadoras desde el regreso de la democracia, no s¨®lo su presente sino tambi¨¦n su futuro. Se va a tratar adem¨¢s de unas elecciones cuya importancia e influjo pol¨ªtico ata?en a todo el continente latinoamericano y m¨¢s all¨¢.
Que dichas elecciones han alcanzado una dimensi¨®n global lo revela el hecho de que, por primera vez en unas elecciones brasile?as, el Alto Comisario ...
El domingo pr¨®ximo Brasil se juega, en sus elecciones presidenciales, las m¨¢s perturbadoras desde el regreso de la democracia, no s¨®lo su presente sino tambi¨¦n su futuro. Se va a tratar adem¨¢s de unas elecciones cuya importancia e influjo pol¨ªtico ata?en a todo el continente latinoamericano y m¨¢s all¨¢.
Que dichas elecciones han alcanzado una dimensi¨®n global lo revela el hecho de que, por primera vez en unas elecciones brasile?as, el Alto Comisario de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos acabe de manifestar su preocupaci¨®n con los posibles actos de violencia contra quienes ir¨¢n a las urnas en Brasil el domingo pr¨®ximo. ¡°Estamos preocupados que el ambiente hostil represente una amenaza a la participaci¨®n pol¨ªtica y a la democracia e instamos al Estado a proteger a los candidatos de cualquier amenaza y actos de intimidaci¨®n¡±, afirman los relatores de la ONU.
Aunque parezca una paradoja Brasil tiene al mismo tiempo una ocasi¨®n especial de dar un nuevo rumbo al pa¨ªs en un momento en el que el mundo est¨¢ en dolores de parto y a¨²n no sabemos si nacer¨¢ un nuevo ciclo que de paso a los anhelos de libertad y felicidad o a un nuevo demonio que nos traiga los fantasmas de tiempos sombr¨ªos de un nuevo oscurantismo, est¨¢ vez agudizado por la posibilidad tecnol¨®gica de destrucci¨®n total.
Lo que s¨ª est¨¢ claro a pocos d¨ªas de las elecciones es que para bien o para mal el pr¨®ximo domingo en Brasil el desfile a las urnas no ser¨¢ una rutina m¨¢s. Estamos ante una inc¨®gnita cuyo resultado puede est¨¢ vez tener ramalazos de esperanza o de desgarro, m¨¢s all¨¢ de las fronteras del pa¨ªs.
En dicha coyuntura de excepcionalidad pol¨ªtica es importante que el mundo entienda lo que se juega en Brasil. Es urgente entender que el peligro del bolsonarismo y de su fundador no es el de un fan¨¢tico m¨¢s de la extrema derecha mundial. Estamos ante un nost¨¢lgico de dictaduras. La violencia al estado puro parece estar en su ADN.
Ante el peligro de que una victoria de Bolsonaro y de sus tres hijos, tambi¨¦n pol¨ªticos, amamantados en la misma ideolog¨ªa de destrucci¨®n y de filosof¨ªa del odio a todo lo que tenga el sello de la libertad, resulta esperanzador la probable victoria de un pol¨ªtico como Lula da Silva, considerado, a pesar de las cr¨ªticas que se le puedan hacer, como un fen¨®meno capaz de entender las entra?as de la pol¨ªtica. ?l mismo se ha definido como ¡°una metamorfosis ambulante¡±, capaz de adaptarse a las situaciones m¨¢s in¨¦ditas y complejas.
Quiz¨¢s por ello est¨¦ desconcertando hasta a sus cercanos seguidores la forma con la que ha organizado esta vez su campa?a y su candidatura. Lula puede lograr un gobierno democr¨¢tico que re¨²na las mayores inteligencias del pa¨ªs, incluidas las mujeres hoy a la vanguardia.
Bolsonaro lleg¨® al l¨ªmite del abismo de la inhumanidad cuando durante la pandemia se divirti¨® p¨²blicamente imitando jocosamente a los que mor¨ªan asfixiados por falta de ox¨ªgeno, que el gobierno les neg¨®. Los hijos de Bolsonaro, sobre todo el diputado federal, Eduardo, amigo personal de Trump y de su familia, ya han recorrido los pa¨ªses donde est¨¢ creciendo la nueva extrema derecha neofascista, ofreci¨¦ndoles a Brasil como centro estrat¨¦gico del nuevo movimiento.
Todo ello se lo juega Brasil dentro de una semana. Y guste o no, en este momento s¨®lo la agudeza pol¨ªtica, su pasado de luchas democr¨¢ticas y su prestigio internacional hace que s¨®lo Lula sea capaz de frenar los sue?os de una nueva y peligrosa pol¨ªtica destructiva de los mejores valores conquistados por la democracia. El mundo lo ha intuido y por ello tiene los ojos puestos, con zozobra y esperanza a la vez, en las at¨ªpicas elecciones brasile?as que se juegan entre la esperanza y el miedo.