El mejor bar del mundo es el de siempre
Los lectores escriben sobre la cercan¨ªa de los bares, la investigaci¨®n sobre las residencias en Madrid durante la pandemia, los gritos de los colegiales del El¨ªas Ahuja y los vientres de alquiler
El Paradiso, una cocteler¨ªa de Barcelona, ha sido elegido en la gala The World¡¯s 50 Best Bars, el mejor bar del mundo. ?Del mundo? Yo creo que el mejor bar del mundo siempre estar¨¢ a pocos minutos de tu casa. Y es as¨ª porque el mejor bar del mundo no es aquel que solo tira las mejores ca?as, innova en sus tapas o realiza las m¨¢s ex¨®ticas mezclas. Eso no es un bar. Un bar es un lugar donde la ca?a sucede en paralelo a historias y rebeld¨ªas comunes, donde un trago se hace comunitario y se contagia, donde la conversaci¨®n es nutrida, y no lo es, donde los planetas se congregan para vaticinar una ronda de m¨¢s, donde lo solemne toca el barro y la insignificancia llega a solemnidad, un microcosmos donde te niegas a declinar. As¨ª pues, dado que desde Londres me dicen cu¨¢l es el mejor bar del mundo, debo dar las gracias por la informaci¨®n, pero yo seguir¨¦ bajando a la plaza de las Flores el s¨¢bado a mediod¨ªa, minutos despu¨¦s de que Andr¨¦s abra sus puertas. Yo seguir¨¦ leal, al mejor bar del mundo.
Francisco Garc¨ªa Castro. Estepona (M¨¢laga)
¡°Ya lo han superado¡±
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid dice que la comisi¨®n de investigaci¨®n va a causar un da?o innecesario en los que perdimos a nuestros mayores en residencias, que las familias ya lo hemos superado. Pero, ?c¨®mo se supera la muerte de tu abuela sin poder despedirte de ella? ?C¨®mo olvido las horas de incertidumbre sin que nadie nos dijera qu¨¦ pasaba? ?O el d¨ªa en que nos llegaron sus pertenencias en cajas de cart¨®n como si fuera un pedido de Amazon? El da?o nos lo hace ¨¦l con sus palabras, con su mirada indiferente, con su desd¨¦n.
Olga Llorente Jim¨¦nez. Madrid
?Culpable el colegial?
Deber¨ªamos pensar en las causas de este monstruoso salvajismo: una es la evidente, el machismo como derivaci¨®n y expresi¨®n profunda de una lacra terrible, la desigualdad. Mis estudios neuroeducativos me han llevado a pensar en que la evoluci¨®n del Homo sapiens se encuentra en una fase todav¨ªa intermedia, donde nuestro sistema l¨ªmbico (poco racional y m¨¢s animal) pesa a¨²n mucho sobre nuestra capa prefrontal (donde creamos los valores elevados y sobre todo los regidos por la raz¨®n); y ha sido la educaci¨®n de calidad la que desde la escuela Infantil desarrollaba, por encima de la gen¨¦tica, la nobleza de nuestra especie. La escuela y tambi¨¦n la universidad han abandonado esa funci¨®n educadora de valores nobles para convertirse en una triste f¨¢brica de formar trabajadores. A m¨ª, como profesor desde los sesenta, me apenan esos colegiales salvajes que no son culpables, sino v¨ªctimas.
Enrique Bono Santos. Huelva
Basta de normalizar los vientres de alquiler
Estoy harta de ver a famosos presumiendo de haber tenido un beb¨¦ gracias a la gestaci¨®n subrogada. Una pr¨¢ctica que tiene los mismos dos trasfondos de siempre: ricos aprovech¨¢ndose de pobres y la vulneraci¨®n del cuerpo de la mujer. No entiendo en qu¨¦ momento hemos puesto de moda usar el cuerpo de una mujer como una mercanc¨ªa m¨¢s. Y ya no me sirve la excusa del derecho a elegir de una mujer. ?Acaso puede elegir una persona sin recursos? Basta ya de normalizar este negocio. Basta ya de monetizar vidas humanas.
Anna Grau de Tena. Granollers (Barcelona)
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