Bueno, ?y qu¨¦?
Pese a que puedan pasar por idiotas, a¨²n queda mucha gente que por propia naturaleza apuesta siempre por el lado positivo de las cosas
Quien al amanecer de cada d¨ªa en plena somnolencia oiga el sonido de los informativos de cualquier emisora de radio o canal de televisi¨®n podr¨¢ creer que el fin del mundo est¨¢ a la vuelta de la esquina y en ese momento se le plantea un dilema: ponerse en pie o quedarse acostado para ver el espect¨¢culo desde la cama. Puesto que ah¨ª fuera todo est¨¢ a punto de derrumbarse, ?acaso seguir so?ando entre las tibias s¨¢banas no ser¨ªa la opci¨®n que hubiera adoptado un Hamlet sin pu?al en sus horas m¨¢s bajas? Si el apocalipsis est¨¢ tan cerca como anuncian los medios, no existe otra soluci¨®n que tomar la ...
Quien al amanecer de cada d¨ªa en plena somnolencia oiga el sonido de los informativos de cualquier emisora de radio o canal de televisi¨®n podr¨¢ creer que el fin del mundo est¨¢ a la vuelta de la esquina y en ese momento se le plantea un dilema: ponerse en pie o quedarse acostado para ver el espect¨¢culo desde la cama. Puesto que ah¨ª fuera todo est¨¢ a punto de derrumbarse, ?acaso seguir so?ando entre las tibias s¨¢banas no ser¨ªa la opci¨®n que hubiera adoptado un Hamlet sin pu?al en sus horas m¨¢s bajas? Si el apocalipsis est¨¢ tan cerca como anuncian los medios, no existe otra soluci¨®n que tomar la almohada como la ¨²ltima barricada. Pero en medio del caos que nos rodea hay ciudadanos que acometen el acto heroico de saltar de la cama cada ma?ana, dispuestos a ir al trabajo para cumplir con su deber mientras caen cascotes por todos lados. No les importa que las bander¨ªas ideol¨®gicas hayan convertido la pol¨ªtica en un reducto de odio asfixiante; que la crisis energ¨¦tica nos depare el regreso a aquellos inviernos franquistas llenos de saba?ones, braseros de pic¨®n y mantas zamoranas; que la guerra nuclear derivada del conflicto de Ucrania haya sido interiorizada por el inconsciente colectivo como un macabro fin de fiesta; que el cambio clim¨¢tico nos condene a cataclismos nunca vistos entre la sequ¨ªa y la inundaci¨®n; que tal como vienen los telediarios pronto estar¨¢ mal visto no reba?ar el ¨²ltimo resto de comida en el plato. Bueno, ?y qu¨¦?, se preguntan estos ciudadanos conscientes de que hoy el optimismo es una provocaci¨®n, pero tambi¨¦n una ardua conquista, la ¨²ltima energ¨ªa que le queda a esta sociedad que ha ca¨ªdo en manos de l¨ªderes con el ce?o a media asta cuyas profec¨ªas gafan a los propios muertos. Pese a que puedan pasar por idiotas, a¨²n queda mucha gente que por propia naturaleza apuesta siempre por el lado positivo de las cosas. Son los ¨²ltimos h¨¦roes.