Mucho texto
Los lectores escriben sobre los j¨®venes, su atenci¨®n y razonamiento; las continuas crisis que vivimos en los ¨²ltimos a?os, la sanidad p¨²blica madrile?a y la actitud de la ultraderecha en el Congreso
Aunque pasan horas leyendo en redes sociales, en este mundo de la inmediatez, cada vez son menos los j¨®venes que dedican m¨¢s de dos minutos a leer un mismo texto. Existe, de hecho, una coletilla nacida de la cultura del meme, que se utiliza para contestar a aquellos que exceden los l¨ªmites de lo que hoy en d¨ªa se considera aceptable: mucho texto. Es una r¨¦plica que zanja la discusi¨®n, y significa: no pienso perder el tiempo leyendo lo que dices. Los requisitos para que cualquier cont...
Aunque pasan horas leyendo en redes sociales, en este mundo de la inmediatez, cada vez son menos los j¨®venes que dedican m¨¢s de dos minutos a leer un mismo texto. Existe, de hecho, una coletilla nacida de la cultura del meme, que se utiliza para contestar a aquellos que exceden los l¨ªmites de lo que hoy en d¨ªa se considera aceptable: mucho texto. Es una r¨¦plica que zanja la discusi¨®n, y significa: no pienso perder el tiempo leyendo lo que dices. Los requisitos para que cualquier contenido que se consume hoy en d¨ªa resulte atractivo son solo dos: brevedad y contundencia. Esta combinaci¨®n conlleva la p¨¦rdida de una parte esencial del mensaje: el razonamiento. Lo que hoy circula por nuestras manos es una avalancha de palabras sin argumentos. Si se pierde la habilidad de escuchar al otro y la capacidad de arg¨¹ir. Ahora m¨¢s que nunca es necesaria una educaci¨®n ling¨¹¨ªstica que haga frente a las carencias que plantean nuestros actuales modos de comunicarnos. No se trata de frenar el avance de las redes, sino de dotar a sus usuarios de las herramientas necesarias para ser libres y permitir que los dem¨¢s lo sean.
Candela Rodiles-San Miguel Olalla. Madrid
?poca desmesurada
Desde hace tres a?os hasta ahora parece como si el mundo se hubiese desmoronado. Primero vino la pandemia, despu¨¦s, la invasi¨®n de Ucrania. Hambrunas. Amenazas nucleares. Es como si las palabras de Albert Camus resonaran en nuestras cabezas: ¡°la desmesura de nuestro tiempo¡±. Quiero creer que la historia no necesariamente tiene que repetirse, y que hemos tocado fondo. Que ahora solo toca subir. Con esta esperanza escribo estas palabras. Porque nos merecemos otra cosa. Todos. El futuro de la humanidad est¨¢ en juego. El futuro de la humanidad pasa por la moderaci¨®n.
Eduardo Bravo Dom¨ªnguez. Madrid
La gesti¨®n sanitaria de Madrid
Soy m¨¦dica en un SAR (urgencia extrahospitalaria) en un pueblo de Madrid. Tengo cara de emoticono de asombro desde que he visto las declaraciones de Ayuso y su consejero en relaci¨®n con el funcionamiento de los nuevos PAC. Todo perfecto dicen. Y yo con la bola de ansiedad en el est¨®mago. Llevo 25 a?os ejerciendo y jam¨¢s he vivido este desprecio. Centros vac¨ªos, relevos que no llegan, desplazamientos de profesionales cuando y donde han improvisado. Han sembrado el caos donde todo funcionaba. ?As¨ª es la gesti¨®n de la sanidad p¨²blica de Ayuso o es la que quiere? Mentir no deber¨ªa salir gratis en pol¨ªtica.
Milagros Vera Villaverde. Soto del Real (Madrid)
La dignidad de la tribuna del Congreso
A los representantes de la ultraderecha en el Congreso y a aquellos de la derecha que los emulan, la tribuna de oradores les viene muy grande. Los discursos que pronuncia son tan mezquinos, tan raqu¨ªticos, en t¨¦rminos de oratoria, como calumniosos y soberbios en su contenido. Su probada ineptitud para la cr¨ªtica argumentativa y, en consecuencia, su recurso constante a la descalificaci¨®n personal y a la mentira, adem¨¢s de su nula aportaci¨®n a la soluci¨®n de problemas reales y al progreso de nuestro pa¨ªs, deber¨ªan justificar, para sus votantes, el final de su representatividad y, con ello, la dignificaci¨®n de esa tribuna.
Hortensia Garc¨ªa Garc¨ªa. ?vila