Amigo lejano
Todos estamos lejos de todos, la crueldad es lo que reina. Siempre nos hacemos mal. Pero mi amigo me habla
No puedo pensar en m¨ª sin pensar en la tragedia de todos. Pero voy a hacer un par¨¦ntesis. Durante la pandemia hice un amigo, a una edad en la que ya no se hacen amigos as¨ª. Nos conoc¨ªamos desde antes. A partir de marzo de 2020, cuando decretaron el confinamiento en mi pa¨ªs, empezamos a enviarnos audios de WhatsApp con recetas, datos de sitios donde comprar cuchillos, pescado, vino. De a poco, empez¨® a colarse la vida que importa: la angustia, los trabajos. Er...
No puedo pensar en m¨ª sin pensar en la tragedia de todos. Pero voy a hacer un par¨¦ntesis. Durante la pandemia hice un amigo, a una edad en la que ya no se hacen amigos as¨ª. Nos conoc¨ªamos desde antes. A partir de marzo de 2020, cuando decretaron el confinamiento en mi pa¨ªs, empezamos a enviarnos audios de WhatsApp con recetas, datos de sitios donde comprar cuchillos, pescado, vino. De a poco, empez¨® a colarse la vida que importa: la angustia, los trabajos. Eran audios cada vez m¨¢s largos, un diario de risa y desconcierto. Un panorama de su mundo, distinto del m¨ªo, y del m¨ªo, distinto del suyo. La frigidez de la tecnolog¨ªa fue, para nosotros, un nido. Ahora, ese amigo est¨¢ lejos de Buenos Aires, en viaje por un pa¨ªs de Centroam¨¦rica. Pero, como cuando estamos los dos en la misma ciudad, o en ciudades que no son la nuestra ¡ªVenecia, Londres, Cartagena¡ª, nos enviamos audios cada d¨ªa: me despert¨¦ al alba, com¨ª una pizza rica, ?qu¨¦ tal va la escritura? Yo soy arisca, y ¨¦l me hace menos arisca. Yo soy silente y ¨¦l, a veces, me hace hablar. Mi padre guardaba una foto de su mejor amigo. Hab¨ªan vivido aventuras altas. Ese amigo viaj¨® a Bahamas y, desde all¨ª, le envi¨® una polaroid en la que se los ve a ambos de pie, tomados por los hombros, en un p¨¢ramo. Se la hab¨ªan sacado en Brasil. Ten¨ªa esta inscripci¨®n: ¡°Solo falta el amigo para que todo sea igual¡±. La rob¨¦ y la llev¨¦ conmigo durante todo el colegio primario. Cuando me aburr¨ªa, o me sent¨ªa triste, la miraba. Quer¨ªa tener, alguna vez, un amigo como ese, que me quisiera tanto que sintiera que, sin m¨ª, no era igual. Ahora, mi amigo est¨¢ lejos, entre playas y volcanes, y yo en la pampa, rodeada de trigo, la pura luz, el agua. Todos estamos lejos de todos, la crueldad es lo que reina. Siempre nos hacemos mal. Pero mi amigo me habla desde lejos, me cuenta que come arepas, que bebe agua de coco, y dice, sin decirlo: ¡°Pienso en vos, est¨¢s conmigo¡±. Con eso basta. Feliz a?o nuevo.