C¨¢rceles sin control
En las c¨¢rceles de Colombia los directores no son los que mandan, sino los delincuentes que con dinero y amenazas terminan convirti¨¦ndose en quienes deciden todo lo que pasa en los patios
No es novedad: las c¨¢rceles en Colombia son un desastre. O, m¨¢s bien, una colecci¨®n de desastres cuya soluci¨®n cada d¨ªa parece m¨¢s y m¨¢s lejana.
Este fin de semana, la noticia lleg¨® desde la c¨¢rcel La Picota luego de que el pa¨ªs conociera un video en el que el jefe de una banda delincuencial, apodado ¡°El Negro Ober¡±, amenazaba a un comerciante de Barranquilla a trav¨¦s de una grabaci¨®n hecha dentro del centro penitenciario. Tras la revelaci¨®n, hubo operativo en la c¨¢rcel par...
No es novedad: las c¨¢rceles en Colombia son un desastre. O, m¨¢s bien, una colecci¨®n de desastres cuya soluci¨®n cada d¨ªa parece m¨¢s y m¨¢s lejana.
Este fin de semana, la noticia lleg¨® desde la c¨¢rcel La Picota luego de que el pa¨ªs conociera un video en el que el jefe de una banda delincuencial, apodado ¡°El Negro Ober¡±, amenazaba a un comerciante de Barranquilla a trav¨¦s de una grabaci¨®n hecha dentro del centro penitenciario. Tras la revelaci¨®n, hubo operativo en la c¨¢rcel para requisar la celda del delincuente y como era de esperarse encontraron equipos de comunicaci¨®n y drogas.
Claro que esta no es la incautaci¨®n m¨¢s impactante de tantas que con frecuencia se dan en las c¨¢rceles del pa¨ªs y en particular en La Picota.
Hay que recordar que en las c¨¢rceles de Colombia circula cerveza, whisky, ron, tequila y otros alcoholes como si en los pabellones no solo tuvieran celdas, sino tambi¨¦n bares. No podemos olvidar que en las c¨¢rceles de Colombia los privados de la libertad hacen fiestas de varios d¨ªas seguidos sin que se enciendan alarmas en la guardia penitenciaria. Desde las c¨¢rceles extorsionan, desde las c¨¢rceles los jefes de las bandas criminales mandan, en las c¨¢rceles la criminalidad opera casi como si estuviera en libertad y no pasa nada.
Los bloqueadores de se?al que deber¨ªan servir para que los tel¨¦fonos m¨®viles no funcionen dentro de las c¨¢rceles hoy est¨¢n desactualizados. No bloquean las nuevas tecnolog¨ªas de la red m¨®vil en Colombia, mejor dicho, la mayor¨ªa no bloquea 4G, es decir, son unos equipos vetustos, que m¨¢s parecen un elemento de inventario que sirve para decir ¡°estamos bloqueando¡±, cuando en realidad eso no ocurre.
El Instituto Penitenciario y Carcelario (INPEC) est¨¢ lejos de ser el garante de la seguridad en las c¨¢rceles, sino que tristemente se ha convertido en notario de los hechos irregulares que ocurren dentro de las c¨¢rceles. Ante cada denuncia que se hace sobre alguna violaci¨®n al r¨¦gimen carcelario la respuesta siempre es ¡°vamos a averiguar¡±. Es como si no hubiese un verdadero control. Como si cada c¨¢rcel fuera tierra de nadie.
Bueno, tal vez ese sea el principal problema. En las c¨¢rceles (no en todas) los directores no mandan, sino que son los caciques quienes hacen y deshacen a su gusto dentro de cada uno de los patios de cada penitenciar¨ªa. ?Qui¨¦nes son los caciques? Simple: delincuentes redomados que con dinero y amenazas terminan convirti¨¦ndose en quienes deciden todo lo que pasa en los patios.
Una denuncia realizada la semana pasada por el familiar de un interno de la c¨¢rcel de Palogordo en Gir¨®n (Santander) ilustrar¨ªa este horror: el cacique junto con la guardia estar¨ªa extorsionando a los mismos presos para garantizarles seguridad, tranquilidad y buena dormida.
Seg¨²n el denunciante son cerca de quinientos mil pesos que exigen a cada detenido. Cifra que tiene que multiplicarse por m¨¢s de 200 internos en ese pabell¨®n y el resultado es alucinante.
As¨ª como es alucinante la respuesta del INPEC: ¡°vamos a averiguar¡±.
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