Romper con Tel Aviv
Tel Aviv no es el Gobierno de Israel, criticable como cualquier otro, sino una ciudad con ni?os, abuelas, gatos, bibliotecas, ¨¢rboles... y muchos simpatizantes del Bar?a
Hace una semana, la alcaldesa Ada Colau, en un discurso que recordaba poco los de Dem¨®stenes, anunci¨® la ¡°suspensi¨®n temporal¡± (como si la otra parte no tuviera margen de maniobra) de las relaciones entre Barcelona e Israel, con cancelaci¨®n incluida de la hermandad de la ciudad catalana con Tel Aviv, sin consultar el caso en sesi¨®n plenaria con las otras fuerzas pol¨ªticas del Ayuntamiento ni reparar en las posibles repercu...
Hace una semana, la alcaldesa Ada Colau, en un discurso que recordaba poco los de Dem¨®stenes, anunci¨® la ¡°suspensi¨®n temporal¡± (como si la otra parte no tuviera margen de maniobra) de las relaciones entre Barcelona e Israel, con cancelaci¨®n incluida de la hermandad de la ciudad catalana con Tel Aviv, sin consultar el caso en sesi¨®n plenaria con las otras fuerzas pol¨ªticas del Ayuntamiento ni reparar en las posibles repercusiones diplom¨¢ticas que pudieran sobrevenirle a Espa?a. La alcaldesa dijo que se trataba de una decisi¨®n ¡°complicada¡±. Complicada, ?por qu¨¦? Y en la palabra se advert¨ªa una vibraci¨®n pusil¨¢nime, propia de una pol¨ªtica sin sentido del pragmatismo, a quien no se le ocultaba el berenjenal en el que se iban a meter ella y su ciudad. No es s¨®lo lo que se dice, sino que importan igualmente los tiempos y las circunstancias, y en un momento en que las distintas asociaciones de jud¨ªos no paran de alertar del aumento del antisemitismo en Europa, ni con la mayor de las benevolencias se puede agarrar la decisi¨®n de la alcaldesa sin pringarse las manos. Una gota no hace r¨ªo, pero va con ¨¦l. Quienes residimos en el extranjero le podr¨ªamos contar a la se?ora Colau la rapidez inmisericorde con que los nativos suelen juzgar a los forasteros en relaci¨®n con las actuaciones gubernamentales, la historia y las costumbres de su tierra de origen. M¨¢s de una vez me he visto convertido en asesino de toros, en terrorista vasco, en trag¨®n de paellas, en tantas cosas que me fueron impuestas por los prejuicios y la desinformaci¨®n ajenas. Tel Aviv no es el Gobierno de Israel, criticable como cualquier otro, sino una ciudad con ni?os, abuelas, gatos, bibliotecas, ¨¢rboles... y muchos simpatizantes del F¨²tbol Club Barcelona. Y tambi¨¦n ¨¢rabes, por cierto. Y, en fin, gente que acaso discrepe de los designios de su Gobierno y se lo haga ver en las urnas.