Azul oscuro en Andaluc¨ªa
El PP traslada a los municipios su poder en la Junta y deja al socialismo noqueado pese al aumento de votantes
La noche electoral del pasado domingo deja en Andaluc¨ªa un panorama especialmente debilitado para el PSOE. La comunidad m¨¢s poblada de Espa?a, que fue su gran caladero de votos y principal fuente de poder municipal y auton¨®mico, contin¨²a girando hacia la derecha sin elementos que permitan intuir un freno a esta tendencia. Once meses despu¨¦s de que Juan Manuel Moreno Bonilla llevase para el PP la mayor¨ªa absoluta al Parlamento andaluz y se hiciese con la pre...
La noche electoral del pasado domingo deja en Andaluc¨ªa un panorama especialmente debilitado para el PSOE. La comunidad m¨¢s poblada de Espa?a, que fue su gran caladero de votos y principal fuente de poder municipal y auton¨®mico, contin¨²a girando hacia la derecha sin elementos que permitan intuir un freno a esta tendencia. Once meses despu¨¦s de que Juan Manuel Moreno Bonilla llevase para el PP la mayor¨ªa absoluta al Parlamento andaluz y se hiciese con la presidencia de la Junta con las manos libres, el PP logr¨® el domingo ser el m¨¢s votado en siete de las ocho capitales de provincia. En cinco de ellas (M¨¢laga, Almer¨ªa, C¨¢diz, C¨®rdoba y Granada), por mayor¨ªa absoluta. Arrebata tambi¨¦n al PSOE Sevilla, una ciudad especialmente simb¨®lica, y Huelva, donde no ha tenido efecto electoral la agresi¨®n legislativa de la Junta para regularizar regad¨ªos ilegales que da?an la sostenibilidad de Do?ana. En Ja¨¦n, la mayor¨ªa depende de una agrupaci¨®n local. En una comunidad donde las diputaciones tienen especial peso pol¨ªtico, el PSOE solo conserva dos de las seis que ten¨ªa, Sevilla y Ja¨¦n. En el conjunto de la comunidad, el PP supera en casi cinco puntos al PSOE, cuando en las municipales de hace cuatro a?os, con la imagen del partido ya muy desgastada por la corrupci¨®n en el nivel auton¨®mico, el PSOE sac¨® 10 puntos al PP.
El cambio pol¨ªtico iniciado con la mayor¨ªa absoluta de Moreno Bonilla el pasado junio rompi¨® una barrera por la que se van normalizando los gobiernos de derecha en una comunidad donde el PSOE domin¨® durante cuatro d¨¦cadas. La comunidad que mayoritariamente parec¨ªa tener una resistencia cultural a votar a la derecha ya ha normalizado la alternancia, el voto de inercia a favor de la izquierda ha desaparecido y el poder de los conservadores empieza a ampliarse en el nivel local. Esto afecta a las previsiones para las generales del 23-J. Andaluc¨ªa elige 61 diputados del Congreso, de los que hoy el PSOE tiene 25, por 15 del PP, 12 de Vox, 6 de IU y 3 de Ciudadanos. El suelo de diputados del PSOE es 20.
Se abre ahora en la derecha andaluza un momento de euforia, pero tambi¨¦n bajo un escenario complicado. El PP ha crecido sobre la imagen de la moderaci¨®n de Moreno Bonilla, pero la necesidad de pactos con Vox en determinados lugares amenaza ese eje argumental. Lo sucedido en Do?ana puede ser apenas un aperitivo de la acci¨®n de gobierno de PP y Vox.
En el lado socialista, la convocatoria inmediata de elecciones generales ha frenado cualquier intento de autocr¨ªtica. Los socialistas andaluces se disponen as¨ª a enfrentar una tercera campa?a electoral en declive en apenas un a?o, sin poder rearmarse. Es cierto que el partido ha sacado 1,3 millones de votos, que solo son 130.000 menos que en las municipales de 2019, y medio mill¨®n m¨¢s que los 800.000 obtenidos de las auton¨®micas. Pero es arriesgado interpretarlo como un suelo de resistencia. El secretario general, Juan Espadas, achac¨® los resultados al ¨¦xito del PP en presentar la campa?a como un refer¨¦ndum nacional sobre Pedro S¨¢nchez. Y tambi¨¦n a la divisi¨®n a la izquierda del PSOE, donde se han perdido votos preciosos por la incapacidad para pactar listas conjuntas. Pero el an¨¢lisis de la derrota que hace el PSOE andaluz es demasiado superficial para explicar su ca¨ªda y no ha hecho una verdadera introspecci¨®n de su progresiva p¨¦rdida de credibilidad desde la derrota de hace 11 a?os, cuando el PP gan¨®, pero no pudo gobernar. Tampoco la sucesi¨®n de la vieja guardia, manchada por la corrupci¨®n, est¨¢ resuelta y una parte del voto hist¨®rico socialista se ha ido al PP, al menos al de Moreno Bonilla en solitario.