S¨¢nchez, Feij¨®o y los territorios adversos
Es tanto lo que se juegan el presidente y el l¨ªder del PP que merecer¨ªa la pena que defendieran sus discursos en todos los foros
En 1984, Felipe Gonz¨¢lez solo llevaba dos a?os en La Moncloa, Pablo Iglesias ten¨ªa seis a?os e Irene Montero a¨²n no hab¨ªa nacido, pero Miguel ?ngel Revilla ya declaraba solemnemente que estaba harto de la pol¨ªtica. Hay un v¨ªdeo que circula por Twitter en el que se ve al pol¨ªtico c¨¢ntabro asegurar de forma categ¨®rica que est¨¢ a disgusto en la pol¨ªtica, que le cuesta de su bolsillo la mitad de lo que gana y que est¨¢ deseando que los socialistas hagan todo lo que prometen para colgar su chaqueta de pol¨ªtico ¡ª¡±porque la odio¡±¡ª y marcharse a su pueblo a pescar.
¡ªY cuando usted insin¨²a que so...
En 1984, Felipe Gonz¨¢lez solo llevaba dos a?os en La Moncloa, Pablo Iglesias ten¨ªa seis a?os e Irene Montero a¨²n no hab¨ªa nacido, pero Miguel ?ngel Revilla ya declaraba solemnemente que estaba harto de la pol¨ªtica. Hay un v¨ªdeo que circula por Twitter en el que se ve al pol¨ªtico c¨¢ntabro asegurar de forma categ¨®rica que est¨¢ a disgusto en la pol¨ªtica, que le cuesta de su bolsillo la mitad de lo que gana y que est¨¢ deseando que los socialistas hagan todo lo que prometen para colgar su chaqueta de pol¨ªtico ¡ª¡±porque la odio¡±¡ª y marcharse a su pueblo a pescar.
¡ªY cuando usted insin¨²a que soy un pol¨ªtico populista...
¡ªNo lo he insinuado, lo he afirmado ¡ªle aclaraba con una sonrisa el escritor Manuel Arce en uno de aquellos debates interminables de La Clave conducidos por Jos¨¦ Luis Balb¨ªn [los que se emitieron en la televisi¨®n p¨²blica entre 1976 y 1986 est¨¢n colgados en RTVE Play y son muy recomendables para j¨®venes pol¨ªticos convencidos de que la pluralidad naci¨® con ellos].
Alberto N¨²?ez Feij¨®o acudi¨® ayer a Onda Cero para dejarse preguntar por Carlos Alsina. Los fragmentos del v¨ªdeo de la entrevista est¨¢n colgados en la Red, y al observar algunos de ellos viene a la memoria el debate que, el 26 de septiembre de 1960, protagonizaron Richard Nixon y John F. Kennedy. Dicen los viejos corresponsales que el principal error de Nixon fue afeitarse por la ma?ana. A la hora del debate, el maquillaje no fue capaz de taparle la barba y los norteamericanos que siguieron el duelo por televisi¨®n estimaron que Nixon no ten¨ªa el aspecto de alguien a quien comprar un coche de segunda mano. Aquel debate ¡ªel primero de la historia retransmitido por televisi¨®n¡ª fue ganado por John F. Kennedy, un tipo muy bien afeitado.
N¨²?ez Feij¨®o se present¨® en el programa ¡ªse puede ver en los v¨ªdeos¡ª como se presentan ahora casi todos los pol¨ªticos, con unos folios a modo de muleta, para leerlos a la m¨ªnima oportunidad, y esto en un debate con varios candidatos en el plat¨® puede funcionar, pero en un duelo televisado con Alsina puede convertirse en un tremendo error. Quienes ¡ªcomo aquellos oyentes del duelo Nixon-Kennedy¡ª solo escucharan la entrevista por la radio pudieron pensar que N¨²?ez Feij¨®o estuvo aseado, pero quienes vieran despu¨¦s el v¨ªdeo ¡ªo algunos de sus fragmentos¡ª se habr¨¢n dado cuenta de que el l¨ªder del PP estuvo acartonado, sin entrar en el toma y daca que le ofrec¨ªa el entrevistador, m¨¢s pendiente de lo que llevaba escrito que de la mirada de su interlocutor, que evit¨® casi siempre. El periodista le pregunt¨® por algunas declaraciones suyas y de Isabel D¨ªaz Ayuso ¡ªel apartheid ling¨¹¨ªstico en Catalu?a, el pucherazo de S¨¢nchez¡ª, y tambi¨¦n por algunas promesas incumplidas de Mariano Rajoy ¡ª¡±dijo que iba a bajar los impuestos y luego no cumpli¨®, ?har¨¢ usted lo mismo?¡ª y el candidato del PP tal vez aguant¨® el tipo para el oyente de la radio, pero quienes vieron despu¨¦s las im¨¢genes pudieron constatar su incomodidad manifiesta, su manera de hurgar en los papeles como si fueran un flotador.
Lo que s¨ª pareci¨® tener claro N¨²?ez Feij¨®o es que no aceptar¨¢ los seis duelos que le ofreci¨® Pedro S¨¢nchez ¡ªaunque s¨ª se mostr¨® de acuerdo con alg¨²n debate cara a cara¡ª, pero tal vez ni hiciera falta. Bastar¨ªa con que uno y otro acudiera all¨¢ donde les quisieran entrevistar, sin folios precocinados ni miradas huidizas, a cuerpo gentil. Es tanto lo que se juegan ¡ªy lo que nos jugamos los dem¨¢s¡ª que merecer¨ªa la pena que defendieran su discurso en, valga la expresi¨®n, sus territorios adversos.