Me cargu¨¦ el planeta por amor, se?or¨ªa

En la lucha contra el cambio clim¨¢tico, las acciones individuales tambi¨¦n son importantes, aunque nos puedan parecer min¨²sculas. Reciclar los envases, usar el transporte p¨²blico, comprar bombillas de bajo consumo... Todo ayuda. Todo ayuda a contrarrestar los efectos del cambio clim¨¢tico y, sobre todo, las consecuencias que tuvo en el medio ambiente el amor que sent¨ªa Shakira por Piqu¨¦.

Este viernes, EL PA?S publicaba los extractos m¨¢s interesantes de la declaraci¨®n judicial de la cantante colombiana, que se enfrenta a los tribunales por un supuesto fraude fiscal de 14,5 millones de euros. Una de las frases m¨¢s comentadas en Twitter fue justo la del titular: ¡°Sobrevol¨¢bamos Barcelona y le ped¨ª al piloto del avi¨®n si pod¨ªa aterrizar brevemente solo para darle un beso a Gerard. Es lo m¨¢s rom¨¢ntico que he hecho en mi vida. No s¨¦ si la Agencia [Tributaria] me lo habr¨¢ computado como un d¨ªa en Espa?a¡±.

En Twitter muchos recordaban, con una indignaci¨®n justificada, c¨®mo se supone que debemos ducharnos r¨¢pido, consumir menos carne o llevar nuestra bolsa al s¨²per para evitar el colapso clim¨¢tico en las pr¨®ximas d¨¦cadas, para que luego cualquier millonario se suba a su avi¨®n privado cuando le apetece tomarse un caf¨¦. Encima y en este caso, se trata de una millonaria acusada de no pagar los impuestos que le tocan. Con raz¨®n hab¨ªa tuiteros que reclamaban orcas voladoras, en referencia a las que han atacado yates y que se han convertido en un s¨ªmbolo no tan ir¨®nico de la lucha de clases.

La ira hacia los jets privados, con chistes sobre guillotinas incluidos, no es nueva, claro: en septiembre del a?o pasado, la organizaci¨®n ATTAC se?al¨® que Leo Messi, en ese momento jugador del Paris Saint-Germain (PSG), hab¨ªa emitido supuestamente con su avi¨®n personal 1.502 toneladas de CO? en un verano, tanto como un franc¨¦s cualquiera en 150 a?os de vida. Y en una rueda de prensa, al futbolista Kylian Mbapp¨¦ se le escap¨® la risa cuando le preguntaron si estar¨ªa dispuesto a ir a los partidos en tren, en lugar de en avi¨®n, como si el tren fuera un olvidado medio de transporte de los etruscos.

Hay cuentas en redes que se dedican a rastrear los jets privados de los famosos y organismos p¨²blicos. Pero pocas en Twitter: Elon Musk las suspendi¨® en diciembre del a?o pasado, molesto con lo que consideraba una violaci¨®n de su intimidad. Estas cuentas sobreviven en otras redes, como Instagram, y al due?o de la plataforma se le escap¨® alguna, como la que registra los vuelos de los Falcon espa?oles, que se han convertido en un meme para los tuiteros de derechas (aunque el presidente del gobierno no vuela en todos, claro).

En cualquier caso y como escrib¨ªa Clemente ?lvarez en referencia a la pol¨¦mica del PSG, ¡°los vuelos privados de los m¨¢s ricos provocan alrededor de un 0,04% de las emisiones totales¡±. No parece mucho, pero ¡°son muy pocas las personas que las generan, lo que refleja las enormes desigualdades en la forma de contaminar¡±. Y, como vemos por las respuestas al gesto rom¨¢ntico de Shakira, estas desigualdades resultan descorazonadoras: ?no me puedo quedar medio minuto m¨¢s en la ducha por si a alg¨²n millonario le da por subirse al helic¨®ptero y llevarle rosas a su pareja?

Por otro lado, ?de verdad es rom¨¢ntico aterrizar un avi¨®n para dar un beso? No s¨¦ muy bien c¨®mo va el asunto, porque yo ni siquiera he viajado en primera, pero eso de estar bebiendo champ¨¢n a morro y de repente decir ¡°oiga, aterrice un momento, que voy a saludar a un amigo¡± parece facil¨ªsimo. Dir¨ªa que m¨¢s sacrificio hacen el piloto y los auxiliares de vuelo que el millonario o millonaria de turno. El verdadero romanticismo es otra cosa, como recordaba un tuit ya cl¨¢sico: ¡°Si no has cogido un Alsa por amor, ?realmente has vivido?¡±.