Ni?as sin miedo y con orgullo
Los lectores escriben sobre los derechos del colectivo LGTBI, la estrategia de los pol¨ªticos en los medios de comunicaci¨®n, y sobre el sacrificio de los padres para garantizar un futuro a sus hijos
Este mes me acuerdo m¨¢s que nunca de esa ni?a que se intentaba convencer a s¨ª misma de que sus sentimientos no eran v¨¢lidos. Hoy, echando la vista atr¨¢s y hablando en presente seguro, lo que realmente sent¨ªa era miedo por una vida de dedos se?al¨¢ndole, miradas de juicio, etiquetas y vac¨ªos. Ella sab¨ªa perfectamente qui¨¦n era y a qui¨¦n amaba, pero no ten¨ªa referentes, ni ve¨ªa banderas en balcones, ni sent¨ªa estar en una sociedad que avanzase en una misma direcci¨®n. Solo ve¨ªa gente ...
Este mes me acuerdo m¨¢s que nunca de esa ni?a que se intentaba convencer a s¨ª misma de que sus sentimientos no eran v¨¢lidos. Hoy, echando la vista atr¨¢s y hablando en presente seguro, lo que realmente sent¨ªa era miedo por una vida de dedos se?al¨¢ndole, miradas de juicio, etiquetas y vac¨ªos. Ella sab¨ªa perfectamente qui¨¦n era y a qui¨¦n amaba, pero no ten¨ªa referentes, ni ve¨ªa banderas en balcones, ni sent¨ªa estar en una sociedad que avanzase en una misma direcci¨®n. Solo ve¨ªa gente juzgando y menospreciando a un colectivo del que formaba parte aunque no lo aceptase. Vivi¨® una vida a medias hasta que decidi¨® ser lo que llevaba a?os anhelando: libre. No recuper¨® los a?os perdidos, ni al amor de su vida, pero recuper¨® las ganas de sentir amor hacia cualquiera que le despertase ese sentimiento que, en su adolescencia, busc¨® apagar para que nadie la juzgase. Por eso, no demos pasos en falso. Luchemos para que ninguna ni?a sienta que no tiene hueco, dejad ser en libertad. No pedimos tanto.
Mar¨ªa Abad Algarra. Aspe (Alicante)
Parip¨¦ pol¨ªtico
La RAE considera ¡°parip¨¦¡±, en t¨¦rminos coloquiales, al ¡°enga?o o fingimiento para guardar las apariencias o para conseguir lo que se desea¡±. Me pregunto si no hacen eso los l¨ªderes pol¨ªticos con ¡°determinados¡± medios de comunicaci¨®n a los que no acuden normalmente, en v¨ªsperas de unas elecciones. Durante la legislatura suelen conceder entrevistas o hacer declaraciones en aquellos medios que le son afines, con alguna excepci¨®n. Sin embargo, todo cambia durante la campa?a electoral. Entonces, los prejuicios desaparecen y ya no importa el sesgo ideol¨®gico de la emisora de radio, la cadena de televisi¨®n o el peri¨®dico al que acuden, salvo alguna que otra enemistad manifiesta irreconciliable. Incluso, se prestan a ir a programas de entretenimiento de m¨¢xima audiencia que no son santos de su devoci¨®n. Demasiado ¡°parip¨¦¡±.
Javier Cordero Ruiz. Madrid
Luchadores
Quer¨ªa dedicarle desde aqu¨ª unas palabras a mi padre ¡°ausente¡±, que ha fallecido recientemente a los 84 a?os. Darle las gracias por su sacrificio en un trabajo que le quit¨® el tiempo de estar con sus hijos, de disfrutar de su familia, un trabajo necesario para que su esposa e hijos tiraran hacia delante. La enfermedad se lo llev¨® en seis meses y nos pudimos despedir todos. Pero tengo la sensaci¨®n que la vida no fue muy justa con ¨¦l y me gustar¨ªa darle un reconocimiento p¨²blico y decirle que aunque no disfrutamos mucho juntos le estar¨¦ agradecido por todo lo que hizo por todos nosotros. Pertenece a una generaci¨®n de personas luchadoras que hicieron este pa¨ªs un buen lugar para sus hijos. Ojal¨¢ pueda darles yo a mis hijos un mundo mejor como hizo ¨¦l.
Miguel L¨¢zaro Navarrete. Madrid
El colectivo
Avanzaremos otro paso en positivo cuando para referirnos a gustos en el campo de la sexualidad no hablemos de ¡°colectivo¡±. Es una forma de agrupar que se?ala. Entiendo que la uni¨®n hace la fuerza y que a¨²n hay que seguir luchando, s¨ª, pero creo que la se?al inequ¨ªvoca de que la lucha fue victoriosa ser¨¢ cuando en vez de colectivo digamos ¡°realidad¡±.
Francisco Garc¨ªa Castro. Estepona