Feij¨®o en alm¨ªbar

El periodismo y la propaganda pol¨ªtica viven en l¨ªneas que viajan juntas, que se acercan y alejan, pero que rara vez se superponen porque del periodismo acr¨ªtico es f¨¢cil pasar al dulce pringoso. No es el caso de la pieza que Jorge Bustos public¨® este martes en El Mundo y cuyo titular (...

El periodismo y la propaganda pol¨ªtica viven en l¨ªneas que viajan juntas, que se acercan y alejan, pero que rara vez se superponen porque del periodismo acr¨ªtico es f¨¢cil pasar al dulce pringoso. No es el caso de la pieza que Jorge Bustos public¨® este martes en El Mundo y cuyo titular (¡±Feij¨®o se destapa como estrella al grito de ¡°?presidente, presidente!¡±) desmerece a un texto que es un fest¨ªn de dulce de leche, alm¨ªbar y miel. Habr¨¢ quien diga que es empalagosa como una tarta infantil de Frozen, pero a m¨ª me parece deliciosa. La cr¨®nica merec¨ªa un titular m¨¢s directo, del tipo ¡°?Quiero un hijo tuyo!¡±. Arranca contando que Feij¨®o ¡°es un hombre que ha sabido esperar¡± hasta que su salto a las pantallas nacionales ¡°caus¨® sorpresa a propios y extra?os¡±. Despu¨¦s es todo cari?o: ¡°Le piden fotos, le tocan, le cuentan su vida y le desean la victoria. Alguna se?ora incluso le declara su amor. Pero no es Feij¨®o el que ha cambiado. Es Espa?a¡±. Tal efecto es cosa de prohombres. A los Julio C¨¦sar, Alejandro Magno, Napole¨®n, Churchill, Gandhi o Mandela se une ahora Feij¨®o. El pueblo le aplaude y le jalea. ¡°Hombres, mujeres y ni?os en estaciones, plazas y tabernas¡±. ?l es todo ¡°naturalidad¡±. Su equipo est¨¢ anonadado y hasta la oposici¨®n hinca la rodilla: ¡°Lo de Pedro fue un desastre¡±. Lo mejor est¨¢ por llegar. ¡°Al paseo hasta los jardines donde tiene lugar el mitin solo le falta una alfombra de p¨¦talos¡± y a ustedes les parece exagerado porque no tienen coraz¨®n. La gente (no crean ustedes que son militantes de partido, no, es el pueblo) le grita ¡°?presidente, presidente!¡± y con el People have the power de Patti Smith (m¨¢s roja que la falda roja de Yolanda D¨ªaz) el candidato ¡°moviliza tal volumen de voz en favor de la participaci¨®n que ning¨²n abstencionista osar¨ªa contradecirlo qued¨¢ndose en casa, a la sombra¡±. De Caruso a Feij¨®o pasando por Pavarotti. No puede ni repasar antes del siguiente mitin ¡°pues una vez corre por el vag¨®n la noticia de su presencia las interrupciones ser¨¢n continuas como las de S¨¢nchez en el debate¡±. El reportero se pregunta si puede ser ¡°estrat¨¦gica la humildad¡± y asegura que ¡°la gente est¨¢ harta de impostura, de jugadas maestras con olor a humo, de candidatos de laboratorio¡±. Feij¨®o no es as¨ª, es un ¡°hombre sin aspavientos¡± y tan austero que ¡°no suele cenar¡±. Ni un dulce.