M¨¢s ladrillos para el muro
Los BRICS se fortalecen con la intenci¨®n ¨²ltima de China y Rusia de armar una verdadera alternativa al dominio geopol¨ªtico de Occidente
En la ¨²ltima reuni¨®n de los BRICS de Johanesburgo se anunci¨® la adhesi¨®n a este curioso grupo de Ir¨¢n, Egipto y Arabia Saud¨ª, invit¨¢ndose a unirse tambi¨¦n a Argentina, Etiop¨ªa y Emiratos ?rabes Unidos. Un grupo de cinco a los que se sumar¨¢n seis ladrillos m¨¢s. El muro se fortalece. La elecci¨®n del t¨ªtulo de esta columna no es solo ...
En la ¨²ltima reuni¨®n de los BRICS de Johanesburgo se anunci¨® la adhesi¨®n a este curioso grupo de Ir¨¢n, Egipto y Arabia Saud¨ª, invit¨¢ndose a unirse tambi¨¦n a Argentina, Etiop¨ªa y Emiratos ?rabes Unidos. Un grupo de cinco a los que se sumar¨¢n seis ladrillos m¨¢s. El muro se fortalece. La elecci¨®n del t¨ªtulo de esta columna no es solo un gui?o a la canci¨®n de Pink Floyd, ni se trata de jugar con el significado de BRICS en ingl¨¦s [brick, ladrillo], sino de apuntar a lo que parece que es la intenci¨®n ¨²ltima de los m¨¢s poderosos dentro de la organizaci¨®n, China y Rusia: fortalecer una verdadera alternativa al dominio geopol¨ªtico de Occidente, recurrir a ese rasgo tan chino de crear una muralla de contenci¨®n; en este caso, frente a la innegable influencia econ¨®mica, pol¨ªtica y cultural de aquel. Es la obsesi¨®n de China, el ¨²nico actor geopol¨ªtico que ofrece una alternativa real a la democracia liberal occidental. Y, por otras razones, la de Rusia, metida en el agujero que ella misma se ha cavado con la guerra de Ucrania.
La intenci¨®n expl¨ªcita, si ignoramos la vergonzosa intervenci¨®n a distancia de Putin, va por otro lado: crear alternativas a los foros dominados por Occidente, como el G-7, o liberarse progresivamente del peso del d¨®lar en el comercio internacional. Despu¨¦s del fracaso del G-20 y de la continua irrelevancia de la ONU, es cierto que hay una verdadera sensaci¨®n de orfandad en eso que ahora se llama el sur global. Prueba de ello son los esfuerzos de pa¨ªses como la India o Brasil por tener voz propia en la guerra ruso-ucrania, o el sufrimiento y la impotencia con la que otros ¨Dcomo Egipto, pero tambi¨¦n muchos m¨¢s¨D se ven afectados por dicho conflicto a la hora de acceder a la producci¨®n de cereales de las potencias contendientes. La iron¨ªa es que quienes les han metido en este l¨ªo, y aqu¨ª no hay m¨¢s responsable que Rusia, ahora pretendan apoyarse en ellos para potenciar su presencia geopol¨ªtica.
La pregunta que hay que hacerse es, por tanto, obvia: ?qu¨¦ grado de cohesi¨®n es esperable entre pa¨ªses tan heterog¨¦neos? Ya sabemos que a veces las suman restan, y este podr¨ªa ser un perfecto ejemplo. Imaginar que la India se alinee con China es rid¨ªculo, o que la teocr¨¢tica Ir¨¢n, con su antiamericanismo visceral, pueda conectar con un te¨®rico aliado militar de Washington como es Arabia Saudita o con una hipot¨¦tica Argentina gobernada por Milei parece poco probable. Y los Emiratos podr¨¢n proveer de fondos para estimular cualquier aventura financiera del grupo, pero poco m¨¢s, saben bien d¨®nde residen sus intereses. Janan Ganesh, el gran articulista del Financial Times, dec¨ªa que el ¨²nico cemento que les une es su resentimiento hacia Occidente, aunque sus ¨¦lites no sabr¨ªan vivir sin ¨¦l. Aun as¨ª, lo que reflejan es la apat¨ªa diplom¨¢tica de la UE y Estados Unidos, ensimismadas en sus pol¨ªticas internas, que se muestran cada vez m¨¢s incapaces de atraer a gran cantidad de pa¨ªses que ven cada vez m¨¢s mermado su futuro. A veces, la no acci¨®n es la forma m¨¢s conspicua de actuar.