Gracias, Mar¨ªa Jim¨¦nez
Los lectores escriben sobre la fallecida cantante, el acoso escolar, el discurso de Ayuso en materia de federalismo y las consecuencias laborales de la inteligencia artificial
La primera imagen que me viene a la cabeza de Mar¨ªa Jim¨¦nez es subida a una mesa, con un cigarrillo en una mano y la otra revolucionando las alturas, la falda arremolinada hasta lo imposible, la melena rubia tap¨¢ndole media cara y aquel m¨ªtico movimiento de piernas en marcha, en bucle. Se acab¨®. El grito de guerra, la voz desgarrada, el nervio en estado puro. Casi un rugido. Un torb...
La primera imagen que me viene a la cabeza de Mar¨ªa Jim¨¦nez es subida a una mesa, con un cigarrillo en una mano y la otra revolucionando las alturas, la falda arremolinada hasta lo imposible, la melena rubia tap¨¢ndole media cara y aquel m¨ªtico movimiento de piernas en marcha, en bucle. Se acab¨®. El grito de guerra, la voz desgarrada, el nervio en estado puro. Casi un rugido. Un torbellino sobre una mesa. Una diosa en lo suyo, que ven¨ªa de Bambino y de las calamidades de la vida. Un estilo ¨²nico, que, pese a las magulladuras, desprend¨ªa talento, alegr¨ªa, rabia por vivir. Por estar, por permanecer, por hacerse el hueco merecido. Lo consigui¨®. Y tambi¨¦n hacer de las interminables noches de nuestra juventud un lugar para recordar, y para recodarnos que, pese a determinadas circunstancias, aquello merec¨ªa la pena. Cuando la vida no iba en serio del todo. Cu¨¢ntas noches cerrando La Santa, nuestro Studio 54 particular, con aquel terremoto y despu¨¦s a ver qui¨¦n se iba para la cama. Para la propia, digo. Gracias, Mar¨ªa. Qu¨¦ a?o de mierda...
Ovidio Parades ?lvarez. Oviedo
Prevenir el acoso
A¨²n no somos conscientes del da?o que hace un simple gesto como enviar un v¨ªdeo o una fotograf¨ªa y que vuele por todo el mundo a trav¨¦s de redes sociales, que ya utilizan alumnos de primaria como entretenimiento. Un entretenimiento que est¨¢ incrementando el acoso escolar: insultos, agresiones y amenazas virtuales son el d¨ªa a d¨ªa que sufre uno de cada cinco alumnos en el sistema educativo y que seguir¨¢ aumentando si no llegamos a parar este problema con la palabra, la tolerancia y el acercamiento de los docentes a los estudiantes para descubrir sus verdaderas preocupaciones.
Patricia Jaraquides. Cazorla (Ja¨¦n)
El doble discurso de Ayuso
El doble discurso sobre la Espa?a plurinacional nos hace ver c¨®mo Isabel D¨ªaz Ayuso pas¨® de proclamar la independencia de un Madrid antipandemia, libre y reaccionario, a criticar ferozmente que la agenda del PSOE oculta un oscuro federalismo que quiere dividir Espa?a. Sus discursos sobre la superioridad auton¨®mica de Madrid est¨¢n cargados de la misma toxicidad anticentralista que sus votantes perciben en los nacionalismos perif¨¦ricos... pero, claro, la bandera es otra.
Jes¨²s Galeote. M¨¢laga
Pensar el futuro
Los tel¨¦fonos de atenci¨®n al cliente resultan ser, en su mayor¨ªa, grabaciones automatizadas. El ordenador te corrige o traduce cualquier texto. En el banco o el supermercado los cajeros ya no son siempre humanos. Pronto, los conductores de cualquier veh¨ªculo ser¨¢n m¨¢quinas tambi¨¦n¡ A pesar de esta r¨¢pida sustituci¨®n de mano de obra humana por maquinaria todav¨ªa hay gente que defiende que la inteligencia artificial no va a destruir empleo. Personalmente, creo que si lo har¨¢ y, adem¨¢s, de forma acelerada. Toca replantearse urgentemente c¨®mo ser¨¢ la sociedad del futuro, porque ya la tenemos aqu¨ª. Y uno de sus rasgos ser¨¢ la menor necesidad de mano de obra humana para infinidad de tareas. La reducci¨®n de la jornada laboral podr¨ªa ser una soluci¨®n, entre otras, para que toda esta implantaci¨®n tecnol¨®gica suponga un beneficio para la humanidad y no el origen de nuevos conflictos.
Pablo Gonz¨¢lez Caballero. Madrid