Crisis en la izquierda boliviana
Evo Morales vuelve a la primera l¨ªnea del movimiento que lidera desde hace 30 a?os frente a su sucesor y actual presidente del pa¨ªs, Luis Arce
El Movimiento al Socialismo boliviano (MAS) atraviesa una grave crisis. La disputa por el control del primer gran partido sudamericano de izquierda indigenista amenaza la gobernabilidad de un pa¨ªs lastrado por la debilidad de sus instituciones y por una incertidumbre econ¨®mica que tiende a agravarse. A la crisis hay que sumarle el caos. ...
El Movimiento al Socialismo boliviano (MAS) atraviesa una grave crisis. La disputa por el control del primer gran partido sudamericano de izquierda indigenista amenaza la gobernabilidad de un pa¨ªs lastrado por la debilidad de sus instituciones y por una incertidumbre econ¨®mica que tiende a agravarse. A la crisis hay que sumarle el caos. Evo Morales anunci¨® la semana pasada que ser¨¢ candidato a presidente en las elecciones de 2025 en representaci¨®n del MAS. El martes, el sector que lo apoya expuls¨® del partido al presidente del pa¨ªs, Luis Arce. Los ¡°arcistas¡± responder¨¢n el 17 de octubre con su propio congreso. Es de esperar que paguen con la misma moneda y Morales quede fuera del partido. Bolivia puede entrar as¨ª en un juego que involucrar¨¢ a otros poderes del Estado. El sector de Arce consigui¨® que el Tribunal Constitucional decretase nula la elecci¨®n de Morales como candidato. Los seguidores de Morales denunciaron el fallo por ¡°fraudulento¡±. La pelota est¨¢ ahora en el Tribunal Electoral, que ordenar¨¢ al MAS que organice un nuevo congreso. De no ser as¨ª, tiene atribuciones para cancelarle la sigla, una decisi¨®n que sumir¨ªa a Bolivia en una inestabilidad pol¨ªtica de enormes dimensiones.
Morales y Arce formaron entre 2006 y 2019 una dupla exitosa: el primero como jefe de Estado y el segundo como ministro de Econom¨ªa. Tras la asonada c¨ªvico militar que en 2019 los sac¨® del poder, Arce fue el elegido por Morales como su sucesor. Tres a?os despu¨¦s, la relaci¨®n entre ambos est¨¢ rota. Arce decidi¨® casi desde el inicio de su Gobierno tomar distancia de su mentor. Dijo que este no tendr¨ªa ¡°papel alguno¡± en las decisiones pol¨ªticas y lo releg¨® a coordinador de las decenas de sindicatos y agrupaciones sociales que integran el MAS. Morales lo interpret¨® como una traici¨®n. La expulsi¨®n de Arce, al que se sumaron otros 20 diputados afines al Gobierno, ha sido el ¨²ltimo cap¨ªtulo de esa pelea intestina.
Morales ha prometido a los suyos que ¡°el MAS va a recuperar la revoluci¨®n para salvar la patria nuevamente¡±. El expresidente mira hacia 2006, cuando la nacionalizaci¨®n de los recursos petroleros permiti¨® a Bolivia el crecimiento sostenido de la econom¨ªa, al tiempo que reduc¨ªa la pobreza y el desempleo. Parte de ese ¨¦xito Morales se lo debe a Arce, al que ahora no perdona su decisi¨®n de encabezar un proceso de renovaci¨®n interna en el movimiento que encabeza desde hace m¨¢s de 30 a?os.
La pelea entre los dos principales dirigentes pol¨ªticos de Bolivia pone en riesgo la supervivencia del MAS y amenaza con sumir al pa¨ªs en una crisis de enormes dimensiones. El regreso a la normalidad tras las turbulencias de hace cuatro a?os supuso un largo camino de reconstrucci¨®n democr¨¢tica. Las diferencias pol¨ªticas no deben poner en riesgo el trabajo realizado, sobre todo cuando las instituciones est¨¢n a¨²n d¨¦biles y el llamado ¡°milagro econ¨®mico¡± se tambalea.