Ecuador exige a Noboa pasar a la acci¨®n
El presidente electo asume un corto mandato de 16 meses para hacer frente a la violencia y al d¨¦ficit
En un momento terrible de su historia, Ecuador se ha puesto en manos de un joven de 35 a?os sin experiencia ni bagaje pol¨ªtico. Daniel Noboa, hijo del hombre m¨¢s rico del pa¨ªs, heredero de un imperio de exportaci¨®n de bananas, gan¨® las elecciones del domingo y gobernar¨¢ una naci¨®n llena de desaf¨ªos. Si quiere resultar cre¨ªble, al poco de tomar posesi¨®n deber¨¢ emprender tres tareas inmediatas: mostrar fortaleza frente al narco y resultados en materia de seguridad, e...
En un momento terrible de su historia, Ecuador se ha puesto en manos de un joven de 35 a?os sin experiencia ni bagaje pol¨ªtico. Daniel Noboa, hijo del hombre m¨¢s rico del pa¨ªs, heredero de un imperio de exportaci¨®n de bananas, gan¨® las elecciones del domingo y gobernar¨¢ una naci¨®n llena de desaf¨ªos. Si quiere resultar cre¨ªble, al poco de tomar posesi¨®n deber¨¢ emprender tres tareas inmediatas: mostrar fortaleza frente al narco y resultados en materia de seguridad, enfrentar un d¨¦ficit fiscal de 5.000 millones de d¨®lares al cierre de este a?o y resolver el crimen de Fernando Villavicencio, el candidato asesinado en plena campa?a electoral.
Noboa solo gobernar¨¢ 16 meses, lo que resta del mandato de Guillermo Lasso, el presidente saliente que disolvi¨® la Asamblea y convoc¨® elecciones en mayo para evitar un juicio pol¨ªtico. Poco tiempo para enderezar el rumbo del pa¨ªs, pero suficiente para detener la descomposici¨®n actual. Lasso deja un pa¨ªs endeudado, desmoralizado y temeroso. El nuevo presidente, cuyo mandato empieza en diciembre, corre el riesgo de estar tan solo como su predecesor. Sin partido pol¨ªtico, solo cuenta con 13 asamble¨ªstas de 137. En la c¨¢mara tiene mayor¨ªa el corre¨ªsmo, a quien Noboa ha derrotado por un 52% frente al 48% con el 97% del voto escrutado. Aunque Luisa Gonz¨¢lez le tendi¨® la mano en la noche electoral, sus modelos de pa¨ªs son tan antag¨®nicos que no se lo pondr¨¢ f¨¢cil a la hora de llegar a acuerdos para llevar a cabo cambios estructurales.
Est¨¢ claro que Noboa no ha ganado por s¨ª mismo. Lo ha impulsado el voto contra Rafael Correa, el expresidente exiliado en B¨¦lgica por una condena a ocho a?os por corrupci¨®n que ¨¦l considera un montaje. Su figura ha polarizado la pol¨ªtica ecuatoriana en los ¨²ltimos 15 a?os y lo sigue haciendo. Aunque el propio Noboa trat¨® durante la campa?a de demostrar que la lucha entre el corre¨ªsmo y el anticorre¨ªsmo es una fase ya superada, su candidatura sum¨® en las urnas el voto de los que no quieren ni o¨ªr hablar de un posible regreso del exmandatario.
El plan de Correa para reivindicarse y, llegado el caso, optar de nuevo a la presidencia pasaba por la victoria de Gonz¨¢lez. Todo ha quedado congelado con la derrota. Una parte importante del electorado, al margen de lo que pensara de Noboa, se ha movilizado para evitar que el hombre que llev¨® a Ecuador el socialismo del siglo XXI y ejerci¨® el poder durante tres mandatos sucesivos volviera a guiar el destino de la naci¨®n. El recuerdo de haber sacado a millones de ecuatorianos de la pobreza con el boom del petr¨®leo y otras materias primas qued¨® opacado por el car¨¢cter autoritario de su figura.
Ahora se espera de Noboa un gesto contundente frente a la violencia. Recibe un pa¨ªs con una tasa de 40 homicidios por cada 100.000 habitantes, y en el que la extorsi¨®n a las escuelas, los negocios y los profesionales liberales ha crecido un 300%. Adem¨¢s, a diario cruzan el pa¨ªs toneladas de coca¨ªna del cartel de Sinaloa, Jalisco Nueva Generaci¨®n y la mafia de los Balcanes. El presidente electo no tiene mucho tiempo hasta las pr¨®ximas elecciones, pero Ecuador exige medidas r¨¢pidas y eficaces que demuestren que el Estado puede recuperar el control de su propio territorio.