El temor de caminar sola
Un tuitero pregunta si alguien m¨¢s adelanta en la calle a una chica si la nota nerviosa por su presencia y recibe m¨¢s de un millar de respuestas en pocas horas
Las hijas de una compa?era sol¨ªan llamarla por el m¨®vil cuando volv¨ªan solas a casa por la noche para conjurar el temor que les infund¨ªa la presencia cercana de un hombre. Una amiga reconoce que regresa casi corriendo cuando oye los pasos de una figura que parece masculina, tras salir de tomar algo. Otra admite que se agobia cuando oscurece y camina por una calle solitaria. Lo que no hac¨ªa ...
Las hijas de una compa?era sol¨ªan llamarla por el m¨®vil cuando volv¨ªan solas a casa por la noche para conjurar el temor que les infund¨ªa la presencia cercana de un hombre. Una amiga reconoce que regresa casi corriendo cuando oye los pasos de una figura que parece masculina, tras salir de tomar algo. Otra admite que se agobia cuando oscurece y camina por una calle solitaria. Lo que no hac¨ªa antes, tal vez por verg¨¹enza, porque no quer¨ªa quedar mal, ahora s¨ª que lo hace: cambia de acera para sentirse m¨¢s segura. Lo de cambiarse de acera y hacerse la disimulada es una pr¨¢ctica extendida. Son muchos los testimonios de mujeres en este sentido. Lo que no es tan habitual es que los hombres hablen de ello y de su forma de actuar para evitar ser percibidos como una presencia amenazante.
Esto es lo que ha sucedido con un mensaje del periodista B¨¦rnar en su cuenta de X, en el que formula la siguiente pregunta: ¡°?No os pasa a veces que camin¨¢is detr¨¢s de una chica, la not¨¢is nerviosa por tener detr¨¢s una presencia masculina y la adelant¨¢is para que se tranquilice?¡±. En pocas horas, ha despertado m¨¢s de un millar de comentarios, la mayor parte de ellos masculinos. No se trata de criminalizar al hombre, ni de considerarlo un agresor o violador en potencia, sino de plantear un problema real y que as¨ª percibe tambi¨¦n la otra parte. Quien lo dude, que pregunte a su alrededor, pero fuera de la zona de confort en la que uno reafirma sus convicciones.
¡°S¨ª, me paro, cambio de acera, avanzo¡±, responde un tuitero. ¡°S¨ª. Empec¨¦ a hacerlo cuando todas mis amigas me dijeron que, cuando eso ocurre, lo agradecen, porque se quedan m¨¢s tranquilas. Me parece tan injusto y me genera tanta impotencia que tengan que ir por la calle con miedo¡±, apunta otro. ¡°O parar a mirar un escaparate y que ella siga¡±, propone un tercero. Luego se deslizan m¨²ltiples variaciones sobre el mismo asunto: ¡°Aunque m¨¢s que adelantarla aminoro mi velocidad para dejar m¨¢s distancia¡±. ¡°O cruzar para la otra acera y as¨ª tambi¨¦n se queda tranquila. Si aceleras el paso para adelantarla tambi¨¦n se intranquiliza m¨¢s¡±. ¡°Si viene de frente de noche en sitio oscuro, saco mi m¨®vil y disimulo que voy a lo m¨ªo para que no se asuste¡±. O ¡°yo a veces pienso que, si voy m¨¢s r¨¢pido de repente por detr¨¢s, se puede poner m¨¢s nerviosa todav¨ªa y me termino poniendo nervioso yo¡±. Hay tambi¨¦n contrapuntos masculinos, de car¨¢cter burl¨®n, cr¨ªticos con B¨¦rnar, al que acusan de tener probablemente ¡°mala pinta¡±, de darse ¡°golpes en el pecho¡± o de ponerse ¡°un pin en redes por algo l¨®gico y de empat¨ªa b¨¢sica¡±.
No hay, por el contrario, expresiones de temor masculino por sentir cercana la presencia de una mujer, sino sarc¨¢sticas. Tampoco se conoce un grito crudo, reivindicativo, proferido por los hombres como el que se populariz¨® ya hace unos a?os en las marchas feministas del 8 de Marzo: ¡°Sola y borracha, quiero volver a casa¡±. Un grito ridiculizado y estigmatizado por determinados sectores que suelen equiparar el machismo y el feminismo. Su r¨¦plica en un tuit por el Ministerio de Igualdad ech¨® m¨¢s le?a al fuego siempre vivo contra la ministra Irene Montero.
Los mensajes de las mujeres, incluidos los ir¨®nicos, tambi¨¦n han sido numerosos: ¡°Nosotras agradecemos este post¡±. ¡°Es que por desgracia es necesario¡±. ¡°?Gracias! Es una pena que lleguemos a sentir miedo y que sientas la necesidad de tener que hacer eso para que nos sintamos m¨¢s seguras. Espero y deseo que llegue el d¨ªa que no tengamos esas sensaciones ninguno de los 2¡å. ¡°Es que somos delicadas flores y vemos a un t¨ªo y temblamos como un flan¡±. O ¡°por favor, no la adelantes, porque entonces es cuando empiezas a infartar, cruza la calle. Plis¡±.