Amnesia
Recordaba con todo detalle su figura, su voz, sus gestos, cada una de sus pecas distribuidas por la ¨ªntima geograf¨ªa de su cuerpo; en cambio, su nombre se le hab¨ªa borrado por completo
?C¨®mo se llamaba? Pese a ser la chica de la que se hab¨ªa enamorado por primera vez, no recordaba su nombre. Hac¨ªa mucho tiempo que no sab¨ªa nada de aquella mujer, aunque su vida le hab¨ªa dejado una profunda huella. Recordaba con todo detalle su figura, su voz, sus gestos, cada una de sus pecas distribuidas por la ¨ªntima geograf¨ªa de su cuerpo; en cambio, su nombre se le hab¨ªa borrado por completo. Por Dios, ?c¨®mo se llamaba? Sucede muchas veces que una neurona se desconecta, crea un vac¨ªo y sin saber por qu¨¦ esa palabra que buscas desaparece, se instala en la punta de la lengua y no hay forma ...
?C¨®mo se llamaba? Pese a ser la chica de la que se hab¨ªa enamorado por primera vez, no recordaba su nombre. Hac¨ªa mucho tiempo que no sab¨ªa nada de aquella mujer, aunque su vida le hab¨ªa dejado una profunda huella. Recordaba con todo detalle su figura, su voz, sus gestos, cada una de sus pecas distribuidas por la ¨ªntima geograf¨ªa de su cuerpo; en cambio, su nombre se le hab¨ªa borrado por completo. Por Dios, ?c¨®mo se llamaba? Sucede muchas veces que una neurona se desconecta, crea un vac¨ªo y sin saber por qu¨¦ esa palabra que buscas desaparece, se instala en la punta de la lengua y no hay forma de que regrese al cerebro. Durante dos horas de angustioso insomnio pele¨® con su memoria para tratar de recordar c¨®mo se llamaba aquella chica que fue su primer amor. Eran j¨®venes, el sol brillaba sobre la hierba del jard¨ªn donde se tumbaban en verano; ¨¦l le hablaba de la lucha por la libertad mientras ella con una sonrisa ir¨®nica le pasaba por el perfil de su rostro una brizna de lavanda. Recordaba aquella tarde de lluvia de oto?o caminando bajo el mismo paraguas cuando ella le susurraba la canci¨®n de Leo Ferr¨¦. Con el tiempo todo se desvanece. Pasados unos a?os, fue despu¨¦s de un viaje a Italia cuando el amor se desvaneci¨®. La chica lo cit¨® en un caf¨¦ para decirle que se hab¨ªa enamorado de otro. ?l escuch¨® sus disculpas muy callado y al final del silencio se sorprendi¨® a s¨ª mismo con los ojos llenos de l¨¢grimas. ¡°No hay que llorar ¡ªle dijo ella¡ª despu¨¦s de todo hemos sido muy felices¡±. A¨²n recordaba su respuesta: ¡°Lloro porque un d¨ªa al cambiar de agenda perder¨¦ tu tel¨¦fono, luego tu figura, tu voz, tus gestos con el tiempo se ir¨¢n desvaneciendo y puede que al final tambi¨¦n se diluya en el olvido tu nombre¡±. Fue el recuerdo lejano de aquellas l¨¢grimas el que sirvi¨® de conexi¨®n, tal vez, entre sus neuronas, porque en ese mismo momento, por fin, record¨® c¨®mo se llamaba.