La sociedad necesita sosiego, los pol¨ªticos deben d¨¢rselo
Es fundamental que el Gobierno adopte decisiones que aclaren las dudas de la mayor¨ªa de los ciudadanos y que el principal partido de la oposici¨®n respete la Constituci¨®n
La confrontaci¨®n pol¨ªtica y la desafecci¨®n ciudadana tiene muchas causas y dos responsables pol¨ªticos que no solo no est¨¢n sabiendo cumplir su papel moderador de los conflictos sino que uno con sus declaraciones y otro con pol¨ªticas poco y mal explicadas est¨¢n agravando la situaci¨®n.
Tony Judt en El peso de la responsabilidad habla de la importancia del sentido de la responsabilidad en la pol¨ªtica y de los pol¨ªticos. Y en estos momentos, el peso de la responsabilidad recae b¨¢sicamente en los dos grandes partidos, PSOE y PP, que en las elecciones del 23-J obtuvieron entre los dos un 64,75% del voto y unos 15.852.810 de votantes. En las ¨²ltimas elecciones la sociedad ha demandado centralidad, no pol¨ªtica desde los extremos.
Los dos partidos est¨¢n fallando a sus electorados y est¨¢n llevando la polarizaci¨®n a la vida cotidiana de los ciudadanos. La polarizaci¨®n ha saltado del Parlamento y del debate pol¨ªtico a la conversaci¨®n entre amigos y familiares abriendo grietas en la sociedad y en las relaciones personales que est¨¢n afectando a la convivencia.
La convivencia que proclama el Gobierno no debe circunscribirse a un territorio. Una buena convivencia debe ser para todos. El presidente del Gobierno lo es de todos los espa?oles, le hayan votado o no, vivan donde vivan y tengan la ideolog¨ªa que tengan.
Hay 11 fuerzas pol¨ªticas en el parlamento, pero para hacer frente a los problemas a los que se enfrenta la sociedad espa?ola y abordar las necesarias reformas, incluidas las constitucionales, solo hay dos fuerzas pol¨ªticas con capacidad de llevarlas adelante. Pero no cabe duda que los extremos condicionan el comportamiento de los dos grandes partidos. El PP est¨¢ atrapado por la necesidad de los votos de VOX. El PSOE, por una mir¨ªada de votos de partidos tan heterog¨¦neos como Sumar, Podemos, Junts, ERC, PNV, BNG, Bildu y Coalici¨®n Canaria. Izquierda y extrema izquierda por un lado, derecha y extrema derecha por otro.
Santos Juli¨¢ dec¨ªa en 2015 que en Espa?a ha reinado durante muchos a?os la pol¨ªtica del ¡°todo o nada¡±. Y para ¨¦l est¨¢bamos entonces en ello, con dos posiciones extremas: los que clamaban por la ruina del edificio construido sobre los pactos del 78 y los que dec¨ªan, el PP, que ese edificio no hab¨ªa que tocarlo. Hoy estamos en esa misma situaci¨®n pero agravada. Quiz¨¢s ahora son m¨¢s los que claman por derruir lo construido desde la Constituci¨®n del 78 que los que piensan que no hay que tocarlo. Con el agravante de que algunos de los que defienden esta ¨²ltima posici¨®n, el PP, empieza por incumplir la Constituci¨®n al impedir la renovaci¨®n de CGPJ. Ese incumplimiento les invalida para utilizar cualquier argumento de cr¨ªtica al Gobierno por adoptar acuerdos con algunos partidos que no respetan la Constituci¨®n. Si N¨²?ez Feij¨®o quiere ser cre¨ªble, si quiere tener auctoritas en su partido, entre sus votantes y en la sociedad tiene que empezar por cumplir la Constituci¨®n. De otra forma est¨¢ enga?ando a sus votantes y a la sociedad espa?ola en su conjunto. El argumento de que ha ganado las elecciones no vale por m¨¢s que lo repitan. Hay un gobierno leg¨ªtimo, les guste o no. No todo vale para volver al Gobierno.
Como no todo vale al presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, para serlo. Su presidencia es leg¨ªtima. Ha obtenido 179 votos en su debate de Investidura. Tiene, por tanto, legitimidad de origen. Su tarea consiste ahora en mantener tambi¨¦n la legitimidad de ejercicio. Y esa legitimidad de ejercicio se fortalece con la m¨¢xima transparencia y la mayor claridad a la hora de explicar los pactos que le han llevado a la presidencia. Sus 7.760,970 votantes tienen, tenemos que comprender mejor para qu¨¦ est¨¢ sirviendo y va a servir nuestro voto.
La ley de Amnist¨ªa ha producido r¨ªos de tinta y alterado la convivencia entre espa?oles. La proposici¨®n de ley ha iniciado, con crispaci¨®n y con la ausencia del Gobierno, el tr¨¢mite parlamentario. La prioridad absoluta del Ejecutivo debe ser despejar todas las dudas que esta ley suscita en la sociedad. Su segunda prioridad, llevar todos sus pactos al Parlamento, su lugar natural. Y dejarse de verificadores y de reuniones clandestinas en el extranjero. Contribuir¨ªa, sin duda, al sosiego en la sociedad tener la certeza de que el presidente no va a reunirse fuera de Espa?a con un pr¨®fugo de la justicia. Como ayudar¨ªa que en las ruedas de prensa del Consejo de Ministros no se hiciera pol¨ªtica partidaria y que se evitara copar puestos institucionales con personalidades que han tenido altos cargos en el Gobierno.
Tan fundamental es que el principal partido de la oposici¨®n respete la Constituci¨®n como que el Gobierno adopte decisiones que clarifiquen las dudas de la mayor¨ªa de los ciudadanos, muchos de ellos sus propios votantes. La convivencia en paz y libertad est¨¢ en sus manos.
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