Respirar

De camino a la consulta de mi terapeuta, vi caer a un beb¨¦ desde la terraza de un sexto piso. Corr¨ª a salvarle y cuando lo tuve entre mis brazos me di cuenta de que se trataba de un mu?eco hiperreal. Mir¨¦ hacia arriba y vi a un ni?o de verdad (o id¨¦ntico al menos a uno de verdad) haci¨¦ndome una peineta con el dedo. Se la devolv¨ª y continu¨¦ andando con el mu?eco cogido de una pierna. Me dol¨ªan los brazos del golpe y record¨¦ que lo que se debe hacer en tales situaciones, m¨¢s que recibir a la v¨ªctima, es lo que los expertos llaman ¡°romper la ca¨ªda¡±, que consiste en dar un empuj¨®n al cuerpo antes de que llegue al suelo.

Entr¨¦ a tomar caf¨¦ en un bar y el mu?eco se me hizo pis encima. Luego parpade¨® con expresi¨®n de inocencia y de sus labios de silicona, tan perfectos, sali¨® un fonema cuyo significado no entend¨ª. Dud¨¦ si el que me hab¨ªa hecho la peineta era un mu?eco y lo que hab¨ªa rescatado era un ni?o. Tras pagar el caf¨¦, sal¨ª a la calle con la criatura y reemprend¨ª mi camino.

¨D?Qu¨¦ me trae usted? ¨Dse extra?¨® la terapeuta al verme entrar¨D.

¨DPues no estoy seguro de si un ni?o o un mu?eco ¨Ddije¨D.

Le cont¨¦ la historia, sobre la que no hizo ning¨²n comentario a la espera, supuse, de que lo hiciera yo.

¨DLo ficticio ¨Dconclu¨ª¨D se parece cada vez m¨¢s a lo real.

¨D?Y eso qu¨¦ le sugiere?

Me acord¨¦ de que mi madre, cuando habl¨¢bamos por tel¨¦fono, me dec¨ªa a veces que yo no parec¨ªa yo.

¨D?Y qui¨¦n parezco entonces? ¨Dle preguntaba¨D.

¨DPareces alguien que te ha suplantado y que lo hace muy bien, pero yo s¨¦ que no eres t¨² porque te he parido.

Despu¨¦s de que ella muriera, estuve d¨¢ndole vueltas al asunto. Me preguntaba qu¨¦ d¨ªas yo era yo y qu¨¦ d¨ªas era otro que se parec¨ªa a m¨ª. A¨²n no lo he averiguado. Volv¨ª con el mu?eco a casa, lo met¨ª en un caj¨®n y todos los d¨ªas compruebo si respira.