Jos¨¦ Luis ?balos como factor de inestabilidad
La negativa del exministro a abandonar su esca?o desaf¨ªa a Pedro S¨¢nchez desde sus propias filas
Cuando acaban de cumplirse los primeros cien d¨ªas de una legislatura muy complicada, el nuevo Gobierno se ha visto obligado a lidiar con un episodio de corrupci¨®n que golpea a un miembro muy destacado del PSOE de Pedro S¨¢nchez y de uno de sus Ejecutivos. Los socialistas han hecho lo que ten¨ªan que hacer: exigir responsabilidades pol¨ªticas mientras los tribunales hacen su trabajo. Pero...
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Cuando acaban de cumplirse los primeros cien d¨ªas de una legislatura muy complicada, el nuevo Gobierno se ha visto obligado a lidiar con un episodio de corrupci¨®n que golpea a un miembro muy destacado del PSOE de Pedro S¨¢nchez y de uno de sus Ejecutivos. Los socialistas han hecho lo que ten¨ªan que hacer: exigir responsabilidades pol¨ªticas mientras los tribunales hacen su trabajo. Pero la negativa del diputado socialista Jos¨¦ Luis ?balos a abandonar su esca?o debilita la autoridad de S¨¢nchez y complica a¨²n m¨¢s la acci¨®n de un Gobierno necesitado de encontrar apoyos parlamentarios externos para cada movimiento en el Congreso.
El caso Koldo, nombre del asesor principal de ?balos y uno de los implicados en la trama, estall¨® el pasado 20 de febrero con la detenci¨®n de 20 personas supuestamente relacionadas con el pago y el cobro de mordidas por las compras de mascarillas desde el Ministerio de Transportes en las primeras semanas de alarma por la pandemia de covid.
La querella ¡ªpresentada por Anticorrupci¨®n hace varios meses tras m¨¢s de un a?o de investigaci¨®n a ra¨ªz de una denuncia del PP de Madrid¡ª se?ala a Koldo Garc¨ªa, el hombre de confianza de ?balos cuando este era ministro de Fomento y secretario de Organizaci¨®n del PSOE. Era, supuestamente, el hombre que facilit¨® a una empresa sin apenas actividad el contrato de 8 millones de mascarillas por 20 millones de euros. A cambio, seg¨²n la Fiscal¨ªa, cobr¨® comisiones por 1,5 millones que invirti¨® en la compra de tres pisos y varios terrenos en suelo r¨²stico.
?balos era el secretario de Organizaci¨®n socialista en 2018 cuando se present¨® la moci¨®n de censura contra Mariano Rajoy a ra¨ªz de la sentencia del caso G¨¹rtel, que conden¨® al Partido Popular como part¨ªcipe ¡°a t¨ªtulo lucrativo¡±. Fue hombre clave en las negociaciones para forjar las mayor¨ªas necesarias para apartar al entonces presidente del Gobierno y situar a Pedro S¨¢nchez como jefe de un Ejecutivo que exig¨ªa tolerancia cero contra la corrupci¨®n.
Durante los tres a?os que siguieron a ese episodio fue un dirigente socialista con inmenso poder en el partido y en el Gobierno. A la luz de los datos ¡ªsu asesor principal cobr¨® supuestamente comisiones de la empresa que hizo un negocio redondo con la venta de mascarillas¡ª, resulta evidente su responsabilidad pol¨ªtica, por la que deber¨ªa dimitir como diputado, como le exigi¨® su partido. Y eso a pesar de que, como defendi¨® el propio ?balos ayer, su nombre no aparece en las pesquisas judiciales. No est¨¢ imputado, pero la responsabilidad in vigilando que el PSOE ha exigido al PP en otras ocasiones deb¨ªa aplic¨¢rsela ?balos en esta.
La grav¨ªsima emergencia desatada por la covid en marzo de 2020 permiti¨® a las administraciones saltarse los requisitos formales que exige la Ley de Contratos del Sector P¨²blico en la b¨²squeda desesperada de material de protecci¨®n. Como ha informado este peri¨®dico, el Tribunal de Cuentas detect¨® adjudicaciones a dedo, sin que las empresas acreditaran experiencia ni solvencia y con precios m¨¢s que inflados, pero el decreto que puso en marcha el estado de alarma permit¨ªa lo que en otro tiempo habr¨ªa sido motivo de grave reproche penal.
La dimisi¨®n temprana de Jos¨¦ Luis ?balos habr¨ªa ahorrado a los ciudadanos este lamentable espect¨¢culo, del que sale malparado el Partido Socialista pero tambi¨¦n la clase pol¨ªtica espa?ola. La sobreactuaci¨®n del Partido Popular, una formaci¨®n que se enfrenta todav¨ªa a decenas de causas por corrupci¨®n y con algunos cargos auton¨®micos y municipales envueltos en graves sospechas de irregularidad en la compra de mascarillas, no ayuda a un debate sereno sobre lo ocurrido.
La negativa de ?balos a abandonar su esca?o es un desaf¨ªo a la autoridad de Pedro S¨¢nchez en sus propias filas, algo que no sucede desde que ocupa la Secretar¨ªa General del PSOE y la Presidencia del Gobierno. El paso del exministro al Grupo Mixto del Congreso a?ade un factor de inestabilidad, en principio insignificante porque ya ha anunciado que votar¨¢ disciplinadamente con el Ejecutivo, en una legislatura ya de por s¨ª complicada para formar mayor¨ªas parlamentarias.
La gesti¨®n del PSOE de este esc¨¢ndalo ¡ªpese a la rapidez y a la suspensi¨®n de militancia acordada ayer de urgencia tras negarse ?balos a dejar su acta¡ª es manifiestamente mejorable porque a partir de ahora se encontrar¨¢ con un ex secretario de Organizaci¨®n del partido en el Grupo Mixto.
Ha tenido que ser una actuaci¨®n judicial la que ha destapado un esc¨¢ndalo que requiere una investigaci¨®n profunda y que empieza con mal pie del lado pol¨ªtico. El PP exige en el Senado una comisi¨®n de investigaci¨®n y el PSOE propone otra en el Congreso para indagar en todos los contratos suscritos durante el estado de alarma. Ser¨ªa deseable que ninguna de las dos se convirtiera en una coartada para buscar verg¨¹enzas ajenas en lugar de esclarecer los errores propios y aprender de ellos para el futuro.