Estrategia fracasada contra la obesidad
El exceso de peso por una alimentaci¨®n inadecuada afecta ya tanto a los pa¨ªses de mayor renta como a los que est¨¢n en v¨ªas de desarrollo
Hay malnutrici¨®n por defecto y malnutrici¨®n por exceso y en las ¨²ltimas d¨¦cadas se est¨¢ invirtiendo la tendencia. Mientras afortunadamente disminuye en el mundo el n¨²mero de personas con bajo peso y problemas de salud por carencias nutricionales, aumenta a una velocidad preo?cupante la incidencia del sobrepeso y la obesidad. Esto tiene una gran repercusi¨®n social porque act¨²an como factor de riesgo de un gran n¨²mero de enfermedades, des...
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Hay malnutrici¨®n por defecto y malnutrici¨®n por exceso y en las ¨²ltimas d¨¦cadas se est¨¢ invirtiendo la tendencia. Mientras afortunadamente disminuye en el mundo el n¨²mero de personas con bajo peso y problemas de salud por carencias nutricionales, aumenta a una velocidad preo?cupante la incidencia del sobrepeso y la obesidad. Esto tiene una gran repercusi¨®n social porque act¨²an como factor de riesgo de un gran n¨²mero de enfermedades, desde las afecciones cardiovasculares a la diabetes o el c¨¢ncer.
Una investigaci¨®n dirigida por el Imperial College de Londres, publicada en The Lancet, revisa la evoluci¨®n de la malnutrici¨®n a partir de los datos de m¨¢s de 3.600 estudios realizados entre 1990 y 2022. Los resultados constatan que en esas tres d¨¦cadas la obesidad infantil se ha cuadriplicado y en los adultos se ha multiplicado por tres, de manera que es ya la forma m¨¢s com¨²n de malnutrici¨®n en el mundo. Eso significa que en poco tiempo aumentar¨¢ de forma acusada la incidencia de patolog¨ªas cr¨®nicas y muertes prematuras vinculadas a ella.
A diferencia de la desnutrici¨®n, que tiene mayor incidencia en los pa¨ªses pobres, el exceso de peso por una alimentaci¨®n inadecuada afecta ya tanto a los pa¨ªses de mayor renta como a los que est¨¢n en v¨ªas de desarrollo. Su crecimiento est¨¢ relacionado con una mayor disponibilidad de comida combinado con un cambio sustancial en los h¨¢bitos alimentarios, de modo que la boller¨ªa industrial y la comida barata procesada, con importantes aportes de az¨²cares y grasas nocivos para la salud, est¨¢n teniendo un peso mayor en la dieta. Eso explica que, aunque la obesidad afecte de hecho a todas las capas de la poblaci¨®n, tiene mayor incidencia precisamente en las m¨¢s desfavorecidas. Especialmente preocupante es el aumento de la obesidad infantil y que aparezca cada vez a edades m¨¢s tempranas porque eso presagia problemas de salud a lo largo de toda la vida.
El estudio se?ala una paradoja que deber¨ªa llevar a un cambio general de estrategia. Mientras que el mayor desarrollo econ¨®mico y los programas de lucha contra el hambre y la pobreza han dado como resultado una menor incidencia de la desnutrici¨®n, los programas que la OMS y los diferentes pa¨ªses han emprendido para frenar la obesidad est¨¢n fracasando. En los ¨²ltimos 30 a?os se ha pasado de 347 millones de personas con bajo peso a 45. En cambio, ning¨²n pa¨ªs ha logrado disminuir la obesidad y a nivel global ha escalado hasta afectar a 878 millones de adultos y 160 millones de ni?os. Como advierte el estudio y que se ha subrayado ya en ocasiones anteriores, el gran error de la estrategia seguida hasta ahora es centrar los esfuerzos de prevenci¨®n en los comportamientos individuales, cuando el ambiente induce constantemente a consumir un tipo de comida que favorece el aumento de peso y es perjudicial para la salud. Es preciso incidir de forma m¨¢s decidida sobre aquellos factores imputables al funcionamiento de la industria alimentaria que se traducen en un aumento de la obesidad.