?Que le encarcelen!
Parece que Trump est¨¦ buscando que lo metan en la c¨¢rcel por desacato a solo seis meses para las elecciones presidenciales
Si hasta ahora ha hecho campa?a en los tribunales, seg¨²n como vayan las cosas tendr¨¢ que continuarla entre rejas. Puede valer para ¨¦l la consigna republicana de la campa?a presidencial de 2016 contra Hillary Clinton, su rival electoral. Donald Trump ha sido reiteradamente advertido e incluso multado por el juez Juan Merchan, que le ha prohibido proferir insultos y amenazas contra los testigos y jurados y al que no ha tenido empacho de injuriar con sus acusaciones de corrupto a las ¨®rdenes de Joe Biden.
Merchan es el tercer juez ...
Si hasta ahora ha hecho campa?a en los tribunales, seg¨²n como vayan las cosas tendr¨¢ que continuarla entre rejas. Puede valer para ¨¦l la consigna republicana de la campa?a presidencial de 2016 contra Hillary Clinton, su rival electoral. Donald Trump ha sido reiteradamente advertido e incluso multado por el juez Juan Merchan, que le ha prohibido proferir insultos y amenazas contra los testigos y jurados y al que no ha tenido empacho de injuriar con sus acusaciones de corrupto a las ¨®rdenes de Joe Biden.
Merchan es el tercer juez que le ha multado y el primero que adem¨¢s le ha recordado que puede mandarle a la c¨¢rcel por desacato, una circunstancia ins¨®lita para un expresidente y un candidato a la presidencia en mitad del a?o electoral. Trump parece que se lo est¨¦ buscando, justo cuando faltan seis meses para que se abran las urnas. Aunque no puede excluirse una cierta incapacidad de refrenarse en sus improperios, no hay dudas sobre su calculada estrategia para presentarse como v¨ªctima de una conspiraci¨®n del establishment dem¨®crata para evitar o al menos obstaculizar su regreso a la Casa Blanca.
Alg¨²n r¨¦dito ha obtenido hasta ahora en cada paso judicial en alguno de sus cuatro procesos penales por 88 delitos, convertidos en reclamos para recaudar fondos. Y quiz¨¢s ahora espera obtener algunos m¨¢s si tiene que pasarse la noche entre rejas y el d¨ªa ante el juez Merchan. No es seguro que le siente bien al magnate el ingreso en el calabozo, acompa?ado de sus escoltas reglamentarios del servicio secreto, aunque protagonice una vez m¨¢s todos los informativos y cope las redes sociales. De momento ni siquiera le sienta bien el banquillo, donde, nervioso y descompuesto, da largas cabezadas y se muestra friolero como un viejito.
Hay encuestas que diagnostican una ca¨ªda en la intenci¨®n de voto si es declarado culpable e ingresa en prisi¨®n. Y en cuanto a la financiaci¨®n de la campa?a, Biden le gana en recaudaci¨®n, aunque siga detr¨¢s en los sondeos. Si su paseo por los juzgados no es su camino de rosas, los pron¨®sticos le siguen favoreciendo. Solo habr¨¢ sentencia antes de las elecciones en este caso juzgado en Manhattan por los pagos ilegales para callar la boca a una actriz porno en la campa?a presidencial de 2016. Los otros casos, incluido el asalto al Capitolio, no se ver¨¢n antes de la fecha electoral. Si le cayera una pena de c¨¢rcel, adem¨¢s, no quedar¨ªa inhabilitado.
Sus abogados han conseguido todos los aplazamientos que necesitaban de los tribunales, empezando por el Supremo. Gracias a sus estrategias dilatorias, corren peligro las evidencias sobre su implicaci¨®n en el intento de golpe de Estado presentadas ante un gran jurado por el fiscal especial Jack Smith y ante la comisi¨®n especial del Congreso presidida por Liz Cheney, la ex congresista republicana que no quiso unirse al trumpismo. Una vez presidente, podr¨ªa amnistiarse a s¨ª mismo y exhibir por primera vez en la historia que el presidente est¨¢ por encima de la Constituci¨®n.