Tercera persona
El sue?o de muchos es que los dem¨¢s digan de ti, en una televisi¨®n preferiblemente, no lo que t¨² piensas de ti (porque es de inteligentes no valorarse demasiado) sino lo contrario.
Al alcalde del PP de un pueblo de Toledo le han encontrado en redes sociales (hay gente tan mezquina que cuando publica cosas, se las tienen que encontrar) varios insultos contra Feij¨®o, S¨¢nchez o el rey de Espa?a. Ha pedido perd¨®n y ha dicho que est¨¢ muy arrepentido; ha escenificado, en fin, el teatro que todas esas almas rancias y tristes escenifican al levantar la mirada del m¨®vil. Avisado del l¨ªo, un programa de la cadena Cuatro...
Al alcalde del PP de un pueblo de Toledo le han encontrado en redes sociales (hay gente tan mezquina que cuando publica cosas, se las tienen que encontrar) varios insultos contra Feij¨®o, S¨¢nchez o el rey de Espa?a. Ha pedido perd¨®n y ha dicho que est¨¢ muy arrepentido; ha escenificado, en fin, el teatro que todas esas almas rancias y tristes escenifican al levantar la mirada del m¨®vil. Avisado del l¨ªo, un programa de la cadena Cuatro se fue a las calles de Camu?as, el pueblo de Toledo, a preguntar a los vecinos por su alcalde. Uno de esos vecinos que se puso delante de los micr¨®fonos fue, sin el programa saberlo, el propio alcalde, que realiz¨® entonces, investido de repente por la autoridad del vecino an¨®nimo (nada hay m¨¢s poderoso: ese vecino suele ser ¡°el pueblo¡±), una maniobra psicol¨®gicamente abrumadora: hablar de ¨¦l mismo como si no se conociese de nada, no en tercera persona al modo conocido de A¨ªda N¨ªzar, sino llev¨¢ndolo al extremo, saliendo de su propio cuerpo. ¡°Es nuestro alcalde, es buena persona y le queremos¡±, dijo sobre s¨ª mismo. A?adi¨® sobre esos mensajes en redes que ¡°supon¨ªa¡± que hab¨ªan sido escritos en su vida anterior de alcalde, y avis¨® a la reportera: ¡°Tiene nuestro respaldo¡±. Nuestro respaldo, dice. Es una intervenci¨®n brillante, con alguna fisura (salir en una cadena nacional, quiz¨¢), que ense?a ciertas cosas sobre la identidad. El sue?o de muchos es que los dem¨¢s digan de ti, en una televisi¨®n preferiblemente, no lo que t¨² piensas de ti (porque es de inteligentes no valorarse demasiado) sino lo contrario. Al alcalde de Camu?as que vierte basura sobre los dem¨¢s en internet le gusta pensar que un vecino al azar dir¨¢ que es buena persona y muy querido y respaldado, cosa que podr¨ªa ser incluso cierta, pero por si nadie se animaba a decirlo, eligi¨® el pucherazo. Ah¨ª se fue imparcial perdido, sin disfraz ni nada, con unos libros bajo el brazo, y escuch¨® por fin delante de toda Espa?a lo que a veces necesitamos escuchar todos para seguir adelante en este valle de l¨¢grimas: que somos buenas personas, joder, y la gente nos quiere un huevo.