Un Nobel para Joan Manuel Serrat, un Nobel para la lengua espa?ola
Ocho a?os despu¨¦s del premio de la Academia Sueca a Bob Dylan, es justo reconocer en el cantautor catal¨¢n lo que el jurado encontr¨® en la obra del estadounidense
Cuando en el a?o 2016 la Academia sueca otorg¨® el Nobel de Literatura a Bob Dylan, se abri¨® un escenario favorable para que otros trovadores y juglares fueran reconocidos por expresar en sus composiciones musicales, la conjugaci¨®n de letra, m¨²sica y canto, como si fuera la ¨²ltima joya del arte verdadero, que en los inicios de la cultura occidental lo fund¨ªa todo en una misma tonalidad de g¨¦nero.
En efecto, Bob Dylan es cantante, poeta, compositor prol¨ªfico, m¨²sico, e influyente personal...
Cuando en el a?o 2016 la Academia sueca otorg¨® el Nobel de Literatura a Bob Dylan, se abri¨® un escenario favorable para que otros trovadores y juglares fueran reconocidos por expresar en sus composiciones musicales, la conjugaci¨®n de letra, m¨²sica y canto, como si fuera la ¨²ltima joya del arte verdadero, que en los inicios de la cultura occidental lo fund¨ªa todo en una misma tonalidad de g¨¦nero.
En efecto, Bob Dylan es cantante, poeta, compositor prol¨ªfico, m¨²sico, e influyente personalidad en la lengua y cultura de habla inglesa, y otras lenguas. Como paradigma, encarna el ideal del creador que convoca todo el poder del arte. La justificaci¨®n del jurado que le otorg¨® el Nobel en el 2016 lo confirma: ¡°Por haber creado nuevas expresiones po¨¦ticas dentro de la gran tradici¨®n de la canci¨®n americana¡±. H¨¦roe de la contracultura, estrella indiscutible del folk, figura id¨ªlica, a su pesar, de una generaci¨®n traumada. El Nobel a Bob Dylan fue discutido, pero no regateado.
Ocho a?os despu¨¦s, es justo reconocer en la figura de Joan Manuel Serrat a ese otro art¨ªfice que sintetiza lo que el jurado encontr¨® en la obra art¨ªstica de Bob Dylan. Juglar, trovador al modo antiguo (con ¡°vicio de cantar¡±), compositor, poeta, m¨²sico, cantante. Cronista, adem¨¢s. Capaz de sintetizar la historia compleja de Espa?a, a veces en una sola canci¨®n (¡°Mil a?os hace, lo est¨¢n pintando en las paredes¡±, etc¨¦tera). Y, como quien no quiere las cosas, propagador e int¨¦rprete de la narrativa po¨¦tica de otros grandes autores de la lengua espa?ola, y catalana; empalmando una ¨¦pica que da sentido y alberga la identidad, al modo de la juglaresca espa?ola, en cualquiera de sus mesteres, sea de clerec¨ªa o el del juglar trashumante.
Un Nobel para Serrat honrar¨ªa la lengua, ser¨ªa un Nobel para la lengua. Millones de latinoamericanos aprendimos m¨¢s sobre la historia de Espa?a escuchando las canciones de Serrat, que en los textos de los grandes historiadores del complejo laberinto de la cultura espa?ola, ese poder de s¨ªntesis es la creaci¨®n concreta del juglar, del trovador, del que levanta con la imaginaci¨®n el fluido m¨¢gico de la m¨²sica y la palabra; universos de sentido m¨¢s duraderos que el m¨¢rmol. En esa virtud nos representar¨ªa a todos los hablantes del espa?ol. Sin importar que no seamos part¨ªcipes del anecdotario hist¨®rico que llev¨® a la disoluci¨®n del alto lat¨ªn, y a la germinaci¨®n de las lenguas romances, porque la lengua es el significante de la cultura. Y unidos, somos cerca de seiscientos millones de hablantes.
Que los acad¨¦micos suecos recojan sus reflexiones al legitimar el voto por Bob Dylan: ¡°Por haber creado nuevas expresiones po¨¦ticas dentro de la gran tradici¨®n de la canci¨®n americana¡±, y se la apliquen a un gran cantor, un gran poeta, un gran m¨²sico y, antes de todo, un gran ser humano: Joan Manuel Serrat.