?Hay o no hay aver¨ªa?
No entiendo nada. Solo s¨¦ que el mundo hace un ruido raro, como el coche antes de dejarnos tirados
Abra usted el cap¨® de su autom¨®vil. As¨®mese al motor. ?Lo comprende? No, pero quiz¨¢ siga observ¨¢ndolo un buen rato a la espera de una revelaci¨®n. Abra ahora el cap¨® del mundo, as¨®mese a ese revoltijo de calamidades y explosiones de j¨²bilo que lo componen. ?Lo comprende? No, pero contin¨²a inclinado sobre ¨¦l, a ver qu¨¦ pasa. Es lo que hacemos cada vez que abrimos el peri¨®dico: ver qu¨¦ pasa, de d¨®nde rayos procede ese ruido semejante al del coche cuando est¨¢ a punto de fallar.
Tuve un amigo sin hijos que llevaba en la parte de atr¨¢s de su Seat Le¨®n uno de esos asientos para beb¨¦s que nunca...
Abra usted el cap¨® de su autom¨®vil. As¨®mese al motor. ?Lo comprende? No, pero quiz¨¢ siga observ¨¢ndolo un buen rato a la espera de una revelaci¨®n. Abra ahora el cap¨® del mundo, as¨®mese a ese revoltijo de calamidades y explosiones de j¨²bilo que lo componen. ?Lo comprende? No, pero contin¨²a inclinado sobre ¨¦l, a ver qu¨¦ pasa. Es lo que hacemos cada vez que abrimos el peri¨®dico: ver qu¨¦ pasa, de d¨®nde rayos procede ese ruido semejante al del coche cuando est¨¢ a punto de fallar.
Tuve un amigo sin hijos que llevaba en la parte de atr¨¢s de su Seat Le¨®n uno de esos asientos para beb¨¦s que nunca lleg¨® a utilizar, claro. Hab¨ªa comprado el coche de segunda mano y por lo visto ven¨ªa con la sillita. Cuando le suger¨ª que la quitara, dijo que le daba pereza, pero yo sospech¨¦ que en ella viajaba un ni?o imaginario con el que quiz¨¢ hablaba al tiempo de conducir. Me pregunt¨¦ si el beb¨¦ imaginario habr¨ªa fallecido tambi¨¦n en el accidente.
El suceso, pese a no haber salido en el peri¨®dico, formaba parte del motor del mundo. Una de esas piezas hermosas que no tiene uno ni idea de que para qu¨¦ sirven. Uno delco, quiz¨¢, un cig¨¹e?al, un pist¨®n, no tengo ni idea de lo que hablo, como no tengo ni idea de lo que digo cuando opino sobre la marcha de la econom¨ªa. Me supera la marcha de la econom¨ªa y me superan los tipos de inter¨¦s y las escuelas u hospitales minuciosamente bombardeados por Israel. No entiendo nada. Solo s¨¦ que el mundo hace un ruido raro, como el Renault o el Toyota antes de dejarnos tirados.
Escucho una tertulia de polit¨®logos, que son los mec¨¢nicos de la realidad. No dejo, en fin, de observar el motor para ver d¨®nde falla y si soy yo, que formo parte de ¨¦l, el problema o parte del problema. Hay polit¨®logos de izquierdas y de derechas que no se ponen de acuerdo sobre el origen de la aver¨ªa. Para algunos ni siquiera hay aver¨ªa. ?Por qu¨¦, entonces, avanzamos o retrocedemos a base de tirones y sacudidas?