El fen¨®meno Sahra Wagenknecht y la izquierda espa?ola
¡®TintaLibre¡¯ recoge la emergencia de una nueva izquierda en Alemania, que aflora contradicciones y ¨¢ngulos muertos en el resto de la izquierda europea, evidencia la incapacidad de dar respuestas pr¨¢cticas a problemas reales y delata la sumisi¨®n al neoliberalismo de la izquierda que Wagenknecht llama ¡°izquierda-estilo-de-vida¡±. ?Quiz¨¢ est¨¢ hablando de nosotros?
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A nadie se le escapa que la izquierda europea (en el sentido m¨¢s amplio del t¨¦rmino) est¨¢ teniendo un problema para definir y explicar a sus electores cu¨¢les son sus propuestas pol¨ªticas y cu¨¢l es el camino que sigue. Una izquierda urbanita, sometida al neoliberalismo, content¨¢ndose con gestionar reformas superficiales que no suponen ning¨²n gasto importante para los gobiernos, que no se centra en los problemas reales de las clases populares y que ven c¨®mo sus econom¨ªas no les permiten llegar a fin de mes. Una indefinici¨®n pol¨ªtica que est¨¢ derivando votos, muchos, hacia partidos de derecha, incluso a los denominados de ultraderecha.
A mi juicio, tres son las claves m¨¢s relevantes que a¨²nan esta indefinici¨®n en la que nos movemos y que est¨¢ condicionando el cambio voto: la participaci¨®n de Europa en la guerra de Ucrania y la de Gaza, las medidas que deben tomarse con respecto al problema migratorio y la importancia que est¨¢n teniendo las pol¨ªticas identitarias.
Las recientes elecciones Europeas, con un parlamento claramente escorado hacia la derecha, fueron un aviso a navegantes, como tambi¨¦n lo fue antes en Francia o Italia, cada uno con sus peculiaridades, y como quiz¨¢s puede serlo el m¨¢s que posible triunfo de Trump.
Sin embargo, en este nuevo giro ideol¨®gico a la derecha, uno de los partidos que emergi¨®, partido de nuevo cu?o adem¨¢s, procedente de Die Linke, se sit¨²a a la izquierda y ha conseguido un significativo n¨²mero de votos. Capitaneado por Sahra Wagenknecht, el partido B¨¹ndnis Sahra Wagenknecht ¨C Vernunft und Gerechtigkeit BSW (Alianza Sahra Wagenknecht. Por la raz¨®n y la justicia), fue creado hace apenas nueve meses y consigui¨® seis parlamentarios, convirti¨¦ndose en la quinta fuerza pol¨ªtica m¨¢s votada por la ciudadan¨ªa alemana, superando con un 4% a su partido de origen. Este resultado podr¨ªa haber quedado en an¨¦cdota, si no fuera porque Wagenknecht, en las elecciones del 1 de septiembre en los Estados alemanes de Turingia y Sajonia, tambi¨¦n obtuvo unos resultados relevantes, situ¨¢ndose como tercera fuerza, hasta el punto de ser clave para llegar a un acuerdo de gobierno en la zona. Ni que decir tiene que tanto el Partido Socialdem¨®crata como el Partido Liberal Dem¨®crata, Die Linke y Los Verdes alemanes han acabado siendo mera an¨¦cdota en esos parlamentos. En esos mismos estados, las fuerzas de ultraderecha han multiplicado sus resultados, quedando como primera y segunda fuerza respectivamente. Se?ales, ambas, que no deber¨ªan obviar en Berl¨ªn de cara a los pr¨®ximos comicios.
Frente a esto, los nuevos votantes de BSW son, fundamentalmente, antiguos electores de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) y de la izquierda radical (Die Linke), decepcionados por haber votado en 2019 partidos que no ejercieron una oposici¨®n frontal al Gobierno. ¡°Est¨¢ claro que el enfoque y la actitud de algunos sectores de la izquierda son percibidos por muchos ciudadanos como arrogantes y engre¨ªdos. Adem¨¢s, los partidos de izquierda, cuando participan en los gobiernos, a menudo no logran mejorar las condiciones de vida de la mayor¨ªa m¨¢s pobre de la poblaci¨®n. Creo que las fuerzas de izquierda pierden cuando se distancian de las necesidades e intereses de la mayor¨ªa trabajadora¡±, le aseguraba la alemana al periodista Pascual Serrano en la ¨²nica entrevista realizada en nuestro pa¨ªs.
Pero, ?qui¨¦n es y qu¨¦ propone Sahra Wagenknecht, l¨ªder e ide¨®loga del nuevo partido, que ha logrado, desde la izquierda, recuperar unos votos que parec¨ªan perdidos? Aunque, quiz¨¢s el quid de la cuesti¨®n sea, ?puede ese nuevo enfoque, llegado desde la izquierda, tener un reflejo en otros pa¨ªses y desestabilizar la placidez ideol¨®gica que se vive?
La prensa se ha apresurado a calificar a Sahra Wagenknecht de rojiparda, Sarah la roja, neocomunista, e incluso l¨ªder anti inmigraci¨®n o anti vacunas, tratando de invalidar propuestas pol¨ªticas que dej¨® claras en un libro reci¨¦n traducido: Los engre¨ªdos. Mi contraprograma en favor del civismo y la cohesi¨®n social (Lola Books, 2024) y que ha ido aclarando en entrevistas recientes en las que se distancia de forma clara de la izquierda actual, a la que llama ¡°izquierda del estilo de vida¡± ya que ¡°para este tipo de personas lo m¨¢s importante en la izquierda ya no son los problemas de ¨ªndole social y pol¨ªtico econ¨®mica, sino cuestiones que tiene que ver con el estilo de vida, los h¨¢bitos de consumo y un sistema de puntos para calificar la moral de esto¡±.
La historia de Wagenknecht es particular. De madre alemana y padre iran¨ª, Wagenknecht naci¨® en 1969 en Jena, en la extinta RDA. En honor a su progenitor, cambi¨® la graf¨ªa alemana Sarah por la persa Sahra. Doctora en Ciencias Econ¨®micas, desde su juventud milit¨® en formaciones de izquierda. Form¨® parte de la direcci¨®n de?Die Linke, partido del que lleg¨® a ser vicepresidenta, y parlamentaria europea entre 2004 y 2009. En 2023 se produjo la ruptura definitiva entre el Partido de la Izquierda y Wagenknecht. La Ejecutiva le pidi¨® que renunciara a su esca?o en el Bundestag con efecto inmediato y lo hizo, pero para fundar su propia formaci¨®n. Se llev¨® consigo a nueve miembros y Die Linke se qued¨® sin grupo parlamentario. Con BSW ha tomado las riendas de sus propias propuestas, quiz¨¢s s¨ª que ha resultado un poco personalista, pero tal vez ha sido la forma m¨¢s r¨¢pida de llegar a todos aquellos que ya la conoc¨ªan.
A d¨ªa de hoy, el proyecto sigue en marcha, y tras Turingia y Sajonia, ha ampliado la estructura organizativa del BSW a Brandemburgo, Berl¨ªn, Sarre,?Renania del Norte-Westfalia y Sajonia-Anhalt y pr¨®ximamente lo har¨¢ en Bremen y Baja Sajonia. Seg¨²n Der Spiegel los nuevos afiliados dicen que lo hacen por la posici¨®n del partido sobre la guerra y la paz, ni una palabra sobre la inmigraci¨®n.
Los movimientos siguen y ya en el Parlamento europeo, eurodiputados checos y eslovenos de izquierda se han unido a los alemanes de BSW para coordinarse.
Para dejar claro el punto de partida, dir¨¦ que el partido de Sahra es de izquierda en lo relativo a la pol¨ªtica social y econ¨®mica, con una firme cr¨ªtica al capitalismo, una demanda de aumento de las pensiones y sueldos defendiendo mayor justicia en la redistribuci¨®n de los ingresos para beneficiar a los que menos tienen, as¨ª como impuestos m¨¢s altos a los ricos, mientras que podr¨ªamos calificar como m¨¢s conservadora -si lo leemos desde la perspectiva actual, no de la izquierda materialista tradicional- en asuntos tocantes a la inmigraci¨®n, la familia, los temas identitarios o el concepto nacional del Estado. Temas todos que, seg¨²n ella, tal como son tratados desde ¡°la izquierda como estilo de vida¡± desv¨ªan la atenci¨®n de las prioridades sociales, preocupados por el clima y posicionados a favor de la emancipaci¨®n y de las minor¨ªas sexuales. Entre sus convicciones encontramos la cr¨ªtica a la autonom¨ªa y la autorrealizaci¨®n frente a la tradici¨®n y la colectividad; se?ala y critica que ¡°valores tradicionales como el rendimiento, la diligencia y el esfuerzo son rechazados por no ser cool¡±.
En pol¨ªtica internacional, y con los dos conflictos b¨¦licos que existen esos momentos en el mundo cada vez m¨¢s en auge, ha tenido un claro posicionamiento en contra de mantener el apoyo militar a Ucrania, proponiendo distanciarse de la OTAN y llegar a una soluci¨®n diplom¨¢tica, as¨ª como desarrolla una cr¨ªtica a la ocupaci¨®n militar de Israel en Gaza. Lo primero le ha valido que la acusen desde la posmo izquierda de ser pro Putin (olvidando que la izquierda tradicionalmente era anti militarista y contraria a la OTAN) y lo segundo, no perdamos de vista que es alemana, le ha supuesto la acusaci¨®n de antisemita.
La realidad es que Wagenknecht critica el modelo de inmigraci¨®n libre y la pol¨ªtica de fronteras abiertas manejado por las ONGs, y por la mayor¨ªa de gobiernos europeos, porque considera que desarraiga a los pueblos generando dumping salarial (o sea, competencia desleal entre trabajadores) y acaba provocando una guerra entre los pobres, por no hablar de que el modelo actual consigue vaciar de trabajadores v¨¢lidos a esos pa¨ªses de los que procede la mayor¨ªa de la inmigraci¨®n.
Wagenknecht defiende un control de la inmigraci¨®n en funci¨®n de las necesidades de cada pa¨ªs, posici¨®n que le ha hecho ganarse la etiqueta de ¡°contraria a la inmigraci¨®n¡± y de compartir posturas xen¨®fobas con la ultraderecha. Sin embargo, la realidad es que hace una cr¨ªtica al modelo de inmigraci¨®n libre y la pol¨ªtica de fronteras abiertas manejado por las ONGs actualmente, y por la mayor¨ªa de gobiernos europeos, porque considera que desarraiga a los pueblos generando dumping salarial (o sea, competencia desleal entre trabajadores) y acaba provocando una guerra entre los pobres, por no hablar de que el modelo actual consigue vaciar de trabajadores v¨¢lidos a esos pa¨ªses de los que procede la mayor¨ªa de la inmigraci¨®n. Para Wagenknecht la soluci¨®n pasa por llevar a cabo un gran plan de formaci¨®n de profesionales y t¨¦cnicos especializados por parte de los pa¨ªses europeos a esos pa¨ªses, y favorecer la cooperaci¨®n y el desarrollo de los pa¨ªses empobrecidos para que no tengan que emigrar sus ciudadanos. De este modo se mejorar¨ªa la situaci¨®n econ¨®mica y social y dejar¨ªamos de continuar con el saqueo colonial al que est¨¢ acostumbrada Europa.
Cabe preguntarse, llegados a este punto, si es viable el surgimiento en Espa?a de una formaci¨®n de izquierda con un ideario y planteamientos semejantes, en un momento en el que parece que la izquierda de nuestro pa¨ªs est¨¢ m¨¢s pendiente de seguir los dictados que dan votos que de resolver problemas reales. En el europarlamento, por ejemplo, el segundo y tercer eurodiputado de Sumar se integran en el grupo de Los Verdes, con claras posiciones belicistas. Grupo, adem¨¢s, sobre el que se centran la mayor¨ªa de las cr¨ªticas por parte del BSW. Quiz¨¢s por eso no han tardado en aparecer cr¨ªticas desde la izquierda espa?ola mainstream. ¡°No es izquierda, punto¡±, aseguraba hace unos d¨ªas Miguel Urb¨¢n, como tambi¨¦n lo asegur¨® Isa Serra, olvid¨¢ndose quiz¨¢s de los principios de la izquierda y pensando m¨¢s en la izquierda finlandesa o sueca, defensora a ultranza de la OTAN. Y en?Canal Red,?Pablo Iglesias?describi¨®?el fen¨®meno de Sahra Wagenknecht como ¡°deriva de la izquierda hacia un lugar un tanto oscuro¡±. Tanto desde Podemos como desde Sumar consideran que BSW defiende valores de ultraderecha como la ¡°criminalizaci¨®n de los inmigrantes¡±, calificando sus propuestas de ¡°racistas¡±, pese a ser conscientes de que su irrupci¨®n en Alemania se debe a la incapacidad de la izquierda de ofrecer soluciones a problemas reales. Mientras, Wagenknecht, sin perder su hoja de ruta, y firme en el pacifismo, asegura que el BSW s¨®lo se unir¨ªa a coaliciones con partidos que, como el suyo, exigieran el cese de la venta de armas y la retirada de los misiles estadounidenses de largo alcance y de las armas at¨®micas de Alemania. Demanda que sus votantes valoran.
En el tema de la inmigraci¨®n en Espa?a, cuyo enfoque a nadie se le escapa que ha empezado a cambiar en las ¨²ltimas semanas, nuestros sindicatos tambi¨¦n abordan la idoneidad de modificar la pol¨ªticas migratorias actuales, algo que tambi¨¦n ha apuntado S¨¢nchez recientemente. Estos cambios de tendencia, quiz¨¢s no sean consecuencia ¨²nica de la aparici¨®n de Wagenknecht, pero est¨¢ claro que no pueden aplazarse, porque de lo contrario evidenciar¨¢n las carencias de la izquierda europea con un tema tan importante.
Pero no hace falta detenerse en elucubraciones de cu¨¢l es el plan del BSW, como he dicho, est¨¢ explicado en?Los engre¨ªdos. En el ensayo se denuncian las causas del alejamiento de las clases populares de la pol¨ªtica en general y de la izquierda cool, que tambi¨¦n se mueve en nuestro pa¨ªs,?un desencanto del que la ultraderecha ha sacado r¨¦dito electoral. ¡°La izquierda-del-estilo de vida no solamente no quiere mejorar las condiciones materiales de los trabajadores y de otros desfavorecidos, sino m¨¢s bien quiere explicarles cu¨¢les ser¨ªan sus verdaderos intereses y al mismo tiempo, exorcizarlos de su provincialismo, su resentimiento y sus prejuicios¡±, explica.
Para Wagenknecht el problema nace del liberalismo de izquierdas, concepto acu?ado para referirse a la pol¨ªtica defendida por partidos pertenecientes a la izquierda posmoderna que no conectan ni con sus intereses ni con sus valores, al ser estos ¡°m¨¢s adecuados para una reinterpretaci¨®n progresista del?capitalismo globalizado¡±.
Para ella el problema nace del liberalismo de izquierdas, concepto acu?ado por Wagenknecht para referirse a la pol¨ªtica defendida por estos partidos pertenecientes a la izquierda posmoderna que no conectan ni con sus intereses ni con sus valores, al ser estos ¡°m¨¢s adecuados para una reinterpretaci¨®n progresista del?capitalismo globalizado¡±. Es decir, el pensamiento liberal contempor¨¢neo ha prendido con fuerza en la izquierda y ha desviado de sus preocupaciones temas antes considerados vitales, al tiempo que ha consolidado la desigualdad social. ¡°En la?clase media acad¨¦mica de las grandes ciudades?nos encontramos con un entorno liberal de izquierda que?tiende a ver sus propios privilegios y h¨¢bitos de consumo como virtudes morales. La gente compra en tiendas naturistas, valora el lenguaje pol¨ªticamente correcto, est¨¢ comprometida con la protecci¨®n del clima, los refugiados y la diversidad y mira con arrogancia a las personas que nunca han podido ir a la universidad, viven en entornos de ciudades peque?as o rurales y tienen que luchar mucho m¨¢s duro para mantener la poca riqueza que tienen. En realidad,?ese liberalismo de izquierda no es ni de izquierda ni liberal, ya que consolida la desigualdad social y promueve una intolerante cultura de la cancelaci¨®n¡±, aseguraba en la mencionada entrevista.
Tambi¨¦n podemos ponerle peros a sus tesis, ya que falta ¨¦nfasis en las luchas obreras activas dirigidas contra un sistema econ¨®micamente monopolista y poco ¨¦nfasis en la importancia del Estado. Tampoco podemos olvidar que su partido se mueve bajo el personalismo de las siglas de su nombre, y a¨²n no ha realizado un primer congreso para adoptar su programa de forma consensuada.
?Qu¨¦ puede pasar en Espa?a? En nuestro pa¨ªs va a ser complicado cambiar mentalidades. La izquierda oficial lleva demasiado tiempo educando a sus bases para que comulguen con ruedas de molino en aras de pol¨ªticas cada vez m¨¢s neoliberales, insistiendo en que cualquier cuestionamiento a la pol¨ªtica de control migratorio es racista o, peor, de extrema derecha, que es mejor vivir en la ciudad que en el campo o que cualquier cuestionamiento de las proclamas identitarias o sobre el movimiento LGTBI es homofobia. Sin embargo, dir¨ªa, no por complicada es menos necesaria esa revisi¨®n.
El ¨²ltimo libro de Carmen Domingo ha sido #Cancelado: El nuevo Macartismo (RBA, 2023).