La dana y la intoxicaci¨®n social
Los lectores escriben sobre las campa?as de desinformaci¨®n de estos d¨ªas por la cat¨¢strofe en Valencia, el papel de la clase pol¨ªtica y la solidaridad de los vecinos en contraste con la efectividad de los gobiernos
El teatro pol¨ªtico y social al que estamos asistiendo en estos d¨ªas es lo m¨¢s bochornoso vivido hasta la fecha. Las mentiras, la inacci¨®n, la incompetencia y la soberbia nos han sobrepasado por completo. En el ¨¢mbito de las redes sociales y medios de comunicaci¨®n, estamos siendo sometidos a una profunda intoxicaci¨®n de sesgo y desinformaci¨®n. El poco o nulo rigor informativo es fruto de un tremendo odio ideol¨®gico que nada tiene que ver con las decisiones pol¨ªticas tomadas hasta el momento. Asistimos a un escenario donde la pol¨ªtica est¨¢ diluida por completo en discursos falseados, enmascarados por una demagogia que somete a tantos riesgos al intelecto que se cuela en nuestro pensamiento y nos nubla por completo. Leer, informarnos y contrastar todas las informaciones debe ser una obligaci¨®n si queremos tener una opini¨®n fundamentada y respetable. No enfanguemos m¨¢s el terreno, arrimemos el hombro, seamos emp¨¢ticos y dejemos de lado el odio y la confrontaci¨®n. ?Todo mi ¨¢nimo para Valencia!
Claudia P¨¦rez. Barlovento (Santa Cruz de Tenerife)
Once a?os despu¨¦s
Un parado, un alba?il, un ama de casa... personas an¨®nimas rescatan a decenas de personas atrapadas, les ofrecen mantas, agua, consuelo, les dan lo que tienen. Ciudadanos de a pie que demuestran con su generosidad y coraje estar una vez m¨¢s por encima de nuestra clase pol¨ªtica. Este era el comienzo de una carta enviada hace 11 a?os tras la tragedia del tren en Santiago. Nada ha cambiado, las manifestaciones inmorales de miembros de la clase pol¨ªtica sonrojan. La dignidad de las v¨ªctimas que aun habi¨¦ndolo perdido todo se ofrecen a aquellos que a¨²n perdieron m¨¢s. Llegaron tarde, se?ores pol¨ªticos, unos porque su soberbia les impidi¨® pedir ayuda y otros por no acudir en las primeras horas de la tragedia.
Concha Porres Far¨ªas. Madrid
Es Valencia
Perro semihundido es aquel hombre que fue rescatado por sus vecinos con una cuerda, son los civiles que salen a las calles con una escoba y una pala, son las familias que lo han perdido todo, el perro semihundido es Valencia, somos todos. Puede que no sepamos como acab¨® esta escena de Goya, pero yo s¨¦ que este perro que mira hacia arriba sin perder la esperanza no se hundi¨®.
Sara Ochoa Carrillo. Logro?o
Cuando el Gobierno no llega
Alfafar, Torrent, Picanya, Paiporta, Massanassa, Sedav¨ª, Alaqu¨¤s... est¨¢n gravemente afectadas por la dana. Muchos habitantes de estas zonas han perdido sus hogares, sus recuerdos, sus negocios y la vida de familiares o conocidos. La situaci¨®n en estos pueblos es catastr¨®fica, y en las calles solo se percibe tristeza y desolaci¨®n. Frente a esta crisis, es evidente la falta de una respuesta eficaz tanto del Gobierno auton¨®mico como del estatal, que no han logrado movilizar recursos eficazmente ni establecer v¨ªas r¨¢pidas de asistencia. Gracias a la solidaridad ciudadana, la gente est¨¢ pudiendo cubrir sus necesidades m¨¢s urgentes, como la obtenci¨®n de alimentos y la limpieza de calles y viviendas. Mientras, las instituciones siguen demorando su actuaci¨®n.
Rosa M? Puig Garcia. Barcelona