El polvor¨ªn boliviano
El desaf¨ªo de Evo Morales y el malestar contra el Gobierno colocan al pa¨ªs ante el riesgo de enfrentamiento?civil
Bolivia es desde hace semanas un polvor¨ªn. El enfrentamiento entre el Gobierno de Luis Arce y el expresidente Evo Morales ha precipitado una crisis de una magnitud solo comparable con el derrocamiento de este ¨²ltimo en noviembre de 2019. La arista m¨¢s visible del conflicto es el atrincheramiento del l¨ªder ind¨ªgena frente a una andanada de resoluciones judiciales que van desde la ratificaci¨®n de su inhabilitaci¨®n para presentarse a unas elecciones presidenciales y la p¨¦rdida del control del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que fund¨® hace casi tres d¨¦cadas, hasta una orden de arresto por un caso de violaci¨®n de una menor. Pero en el trasfondo hay un malestar generalizado con el actual Ejecutivo, criticado por su gesti¨®n de la econom¨ªa, la escasez de combustible y de d¨®lares y la inflaci¨®n.
Morales trata de evitar una detenci¨®n refugiado en el basti¨®n cocalero del Chapare. All¨ª, grupos de campesinos tomaron durante horas unos cuarteles militares, intensificaron las protestas y bloquearon carreteras hasta paralizar el transporte en todo el pa¨ªs. Arce, que fue aliado de Morales, ha roto por completo con su antiguo valedor. Ahora es su principal enemigo y no est¨¢ dispuesto a ceder un mil¨ªmetro de terreno.
La disputa por el poder es muy distinta a la que acorral¨® a Morales hace cinco a?os y desencaden¨® su salida, justo despu¨¦s de unas elecciones, a manos de sectores de derecha y ultraderecha. La dirigente que entonces asumi¨® el cargo de presidenta interina, Jeanine ??ez, est¨¢ hoy en la c¨¢rcel por liderar esa asonada. Por otro lado, el conflicto tiene una vez m¨¢s en el centro al l¨ªder cocalero, que aspira a volver al tim¨®n. La Constituci¨®n boliviana establece que una autoridad electa no puede estar m¨¢s de 10 a?os en su cargo en el poder ejecutivo de forma continua o discontinua. Morales super¨® ampliamente ese l¨ªmite al gobernar entre 2006 y 2019, y ese a?o se postul¨® a la presidencia pese a haber perdido un refer¨¦ndum popular sobre la reelecci¨®n. Su candidatura solo fue posible porque un tribunal controlado por su partido se lo permiti¨®.
Con estas premisas, el exmandatario ha declarado la guerra a Arce y se dice dispuesto a resistir. Hasta hizo una huelga de hambre para llamar la atenci¨®n sobre lo que ¨¦l considera una persecuci¨®n. La huida hacia adelante de Morales ha contribuido a agravar la crisis poni¨¦ndola al borde de un conflicto civil. Sin embargo, la obligaci¨®n del actual presidente, que en junio sufri¨® un intento de golpe militar, es la de frenar la escalada de la tensi¨®n y atender con urgencia las demandas de la poblaci¨®n en materia econ¨®mica. El riesgo de que la situaci¨®n se salga de control, generando un escenario de caos en amplias zonas del pa¨ªs, es real. El Gobierno tiene que actuar sin m¨¢s dilaci¨®n dejando a un lado las luchas internas por el poder.