Una madre escribe
Sigo sin saber muy bien c¨®mo ser escritora y madre. Lo raro es tener que hacer como si mi propia reproducci¨®n y la implicaci¨®n f¨ªsica, emocional y log¨ªstica que implica no existieran
La ni?a tiene otitis. Todos recordamos ese terrible dolor de o¨ªdo que en mitad de la noche nos provocaba el peor de los despertares, millones de agujas clavadas en un mismo punto. Lo ¨²nico que hac¨ªa soportable la incomprensible punzada era una madre. La propia, claro est¨¢. Aunque no pudiera hacer nada, su sola presencia era consuelo porque as¨ª dej¨¢bamos de sentirnos solos ante el sufrimiento. Hay un tiempo en la vida de todo ser humano en el que estar cerca de la madre es no tener miedo. Pero esta noche a la ni?a le ha dado otitis y hoy la madre soy yo. Hoy ser¨¦ m¨¢s madre que escritora porque ...
La ni?a tiene otitis. Todos recordamos ese terrible dolor de o¨ªdo que en mitad de la noche nos provocaba el peor de los despertares, millones de agujas clavadas en un mismo punto. Lo ¨²nico que hac¨ªa soportable la incomprensible punzada era una madre. La propia, claro est¨¢. Aunque no pudiera hacer nada, su sola presencia era consuelo porque as¨ª dej¨¢bamos de sentirnos solos ante el sufrimiento. Hay un tiempo en la vida de todo ser humano en el que estar cerca de la madre es no tener miedo. Pero esta noche a la ni?a le ha dado otitis y hoy la madre soy yo. Hoy ser¨¦ m¨¢s madre que escritora porque el dolor de o¨ªdo de mi hija es m¨¢s importante que los conflictos internacionales, los beb¨¦s asesinados en Gaza o los hombres locos que van a gobernar el mundo. Las discusiones de la pol¨ªtica se convierten en un ruido lejano e inteligible cuando la ni?a gime en mitad de la noche. Antes de tener hijos yo no sab¨ªa que tendr¨ªa este tipo de sentimientos, que cambiar¨ªa tanto mi escala de valores. Me cre¨ªa racional, igualitaria y renegaba del sacrificio y la abnegaci¨®n de todas las madres que hab¨ªa juzgado de un modo implacable. Todo lo que pensaba de la maternidad caduc¨® en el instante en que sostuve a mi primer hijo despu¨¦s del parto.
Me sigue sorprendiendo que alguien pueda necesitarte tanto, descubrir que hay unos a?os en los que los ni?os nos quieren a nosotras, a las madres (la escritura de esta frase ha sido interrumpida varias veces, por cierto, porque, ya lo he dicho, la ni?a tiene otitis). Tambi¨¦n sigo sin saber muy bien c¨®mo ser escritora y madre. No es que ser escritora y madre sea m¨¢s complicado que ser dependienta y madre, peluquera y madre, cirujana y madre (otra interrupci¨®n). Es que lo raro es tener que hacer como si mi propia reproducci¨®n y la implicaci¨®n f¨ªsica, emocional y log¨ªstica que implica no existieran, como si fuera un hobby al que dedico algunos ratos libres. Volver al mundo laboral despu¨¦s de gestar, parir y amamantar haciendo como que todo eso no nos afecta en absoluto. Este hacer como si es m¨¢s agotador que el propio ejercicio de la maternidad (aqu¨ª otro par¨¦ntesis). Y qu¨¦ tremendo ser¨ªa que no nos afectara, que la solidaridad intergeneracional m¨¢s potente y radical que existe no cambiara nuestra percepci¨®n del mundo. Como escritora comprender¨ªa muchas menos cosas si no hubiera sido madre. Si no lo fuera tal vez me dar¨ªan igual las guerras y la pol¨ªtica los d¨ªas en que la ni?a no tiene otitis y yo puedo escribir sobre los hijos de todos y no solo sobre la m¨ªa.