La quita y la reforma
La condonaci¨®n parcial de la deuda auton¨®mica debe servir para abordar ya el imprescindible debate sobre el modelo de financiaci¨®n
El Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera aprob¨® ayer, a pesar del inexplicable plante de los consejeros del PP, la condonaci¨®n parcial de la deuda que pesa sobre las comunidades aut¨®nomas. La quita, que asciende a 83.252 millones de euros, equivale a aligerar de un plumazo el 26% del endeudamiento de las autonom¨ªas, que se dispar¨® durante la crisis financiera. Esas haciendas tambi¨¦n se ahorrar¨¢n, seg¨²n el Gobierno, hasta 7.000 millones de euros que deb¨ªan destinar a intereses y que ahora podr¨¢n usar para mejorar los ya tensionados servicios vinculados al Estado del bienestar ¡ªcomo Sanidad, Educaci¨®n o Dependencia¡ª, que suponen cerca del 75% de su gasto presupuestario y cuya administraci¨®n recae mayoritariamente sobre las comunidades.
La condonaci¨®n, que debe ser avalada por el Congreso, parte de los acuerdos alcanzados por el PSOE y ERC para la investidura de Pedro S¨¢nchez. A esos compromisos ¡ªque ya recog¨ªan de forma expl¨ªcita que el recorte de la deuda deb¨ªa tener un ¡°alcance general¡±¡ª se han agarrado los 14 consejeros del PP para, en un gesto in¨¦dito, levantarse de la silla antes de abordar la quita de la deuda con el argumento de negarse a ¡°blanquear los pactos de S¨¢nchez con los independentistas¡±. El presidente del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, ya hab¨ªa tachado esa quita de ¡°regalo¡± para Catalu?a.
Sin embargo, los n¨²meros publicados por la vicepresidenta y ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, ponen en cuesti¨®n ese argumento. La autonom¨ªa m¨¢s beneficiada en el reparto de esos m¨¢s de 83.000 millones es Andaluc¨ªa, tanto en t¨¦rminos absolutos ¡ªcon casi 18.000 millones¡ª como relativos, con un recorte de casi la mitad de la deuda y la mayor condonaci¨®n por habitante. A pesar de que eso ha generado suspicacias ¡ªincluso entre algunos socios de S¨¢nchez¡ª por la reciente condici¨®n de Montero como l¨ªder de los socialistas andaluces, tambi¨¦n desmiente la acusaci¨®n de la consejera de esa comunidad sobre las ¡°cesiones permanentes al independentismo¡±. Adem¨¢s de las destinadas a Catalu?a y Andaluc¨ªa, las cantidades son igualmente muy significativas para las otras tres autonom¨ªas que se consideran especialmente castigadas por el actual modelo de financiaci¨®n: Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia.
Montero s¨ª debe atender de forma urgente una reclamaci¨®n leg¨ªtima de las comunidades del PP: no demorar m¨¢s la reforma del modelo de financiaci¨®n, pendiente de revisi¨®n desde 2014, en especial cuando la quita actual puede no ser suficiente para que todas las CC AA enderecen de forma definitiva su situaci¨®n financiera. Sin embargo, una medida es complementaria con la otra: la condonaci¨®n de la deuda no implica enterrar el debate de la financiaci¨®n. Es m¨¢s, la quita podr¨ªa haber sido un buen punto de partida para esa discusi¨®n visto que los intereses tan dispares que exhiben ya las comunidades ¡ªtambi¨¦n sucede entre las del PP¡ª hacen pensar en una negociaci¨®n larga y dif¨ªcil.
Si bien los consejeros populares fueron de la mano para plantar ayer a Montero, cabe ver ahora c¨®mo abordan el d¨ªa despu¨¦s. Si la medida supera el tr¨¢mite parlamentario, los gobiernos auton¨®micos deber¨¢n decidir si piden o no la quita. Los dirigentes del PP argumentan que esta no supone la desaparici¨®n de la deuda, sino su socializaci¨®n entre todos los espa?oles. El perd¨®n de una parte sustancial de deuda a todas las comunidades de r¨¦gimen com¨²n despeja, sin embargo, ese riesgo al que aluden las 12 comunidades y las dos ciudades aut¨®nomas gobernadas por el PP. A la vez, las resarce del apoyo insuficiente que recibieron para afrontar la crisis financiera por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, las acerca de nuevo a la posibilidad de financiarse en los mercados y les devuelve autonom¨ªa financiera. Si los l¨ªderes de esas comunidades finalmente renuncian a la quita, deber¨¢n explicar ante su ciudadan¨ªa por qu¨¦ prefieren seguir pagando intereses de la deuda ¨Cque el Estado puede asumir en mejores condiciones¡ª que destinar ese dinero a gastos m¨¢s productivos.