Tecnofascistas de alto cociente intelectual

En noviembre del a?o pasado, Elon Musk public¨® una oferta de trabajo en X. Buscaba a las personas que se encargar¨ªan, bajo su direcci¨®n, de llevar a cabo dr¨¢sticos recortes en la administraci¨®n. ¡°Necesitamos revolucionarios con un cociente intelectual extremadamente alto¡±, dijo. ¡°Este se convertir¨¢, potencialmente, en el Proyecto Manhattan de nuestro tiempo¡±, a?adi¨® Donald Trump en un comunicado, como si la idea de reunir a los cient¨ªficos m¨¢s brillantes para construir una bomba at¨®mica y utilizarla despu¨¦s contra seres vivos hubiera sido un plan sin fisuras. Semanas despu¨¦s, el equipo est¨¢ en acci¨®n, causando el p¨¢nico entre los trabajadores p¨²blicos. Los medios destacan que emplea a j¨®venes ingenieros varones con poca experiencia y menos respeto a¨²n por el conocimiento establecido. El presidente de EE UU siempre ha estado obsesionado con el cociente intelectual (CI), una cifra ¨²til para medir cierto tipo de inteligencia pero que no sirve para valorar todas las capacidades humanas. Aunque jam¨¢s ha desvelado el suyo, lleg¨® a decir que es ¡°el m¨¢s alto posible¡± y acus¨® a Kamala Harris o Joe Biden de tenerlo bajo. La semana pasada destac¨® de Musk que tiene ¡°un CI muy alto¡± y que ¡°atrae a un tipo de persona joven y muy inteligente¡±. En 2017 tambi¨¦n presumi¨® de haber elegido, ¡°de lejos¡±, el gabinete con mayor CI jam¨¢s reunido.

En realidad hay dudas de que Trump posea un CI alto, pero tambi¨¦n de que Musk lo tenga, a pesar de toda la ¨¦pica futurista que lo rodea. Su bi¨®grafo Seth Abramson ha dicho que ¨¦l lo estimar¨ªa ¡°entre 100 y 110¡å (una puntuaci¨®n media o algo por encima) y que en toda su historia de vida no ha encontrado evidencia de m¨¢s. De quien s¨ª existen pruebas de superdotaci¨®n cl¨¢sica es de Peter Thiel, el milmillonario tecn¨®crata que m¨¢s influye ideol¨®gicamente en el gobierno actual. El vicepresidente Vance lo describi¨® como la persona m¨¢s inteligente que hab¨ªa conocido. Obsesionado con detectar el talento e invertir en ¨¦l, encaja con el arquetipo de nerd: se sabe El se?or de los anillos de memoria y fue un joven prodigio del ajedrez. El propio Vance, licenciado en Yale, es un escritor muy capaz que ha superado sus or¨ªgenes humildes. En una ocasi¨®n brome¨® con que escuchar a Kamala Harris le hab¨ªa reducido 20 puntos el cociente. El ide¨®logo de la nueva derecha reaccionaria Curtis Yarvin fue seleccionado en su adolescencia en un programa de talentos matem¨¢ticos, y defiende que los blancos son m¨¢s inteligentes que los negros por razones gen¨¦ticas.

La obsesi¨®n por el CI del poder estadounidense actual se retroalimenta con ciertas subculturas de internet, ahora m¨¢s radicalizadas y visibles en X, la red de Musk, desde donde influyen en la opini¨®n p¨²blica. ¡°Las pruebas de CI son econ¨®micas y resolver¨ªan al menos el 60% de todos los problemas. Prueba de CI para votar. Prueba de CI para el seguro. Prueba de CI para el empleo. Prueba de CI para la universidad. Prueba de CI para la segunda enmienda¡±, le¨ª hace un par de d¨ªas en mi timeline, sin buscarlo. Esta fijaci¨®n con el CI, que ocurre mientras la IA se despliega, mezclada con la cultura de la meritocracia y despojada de toda empat¨ªa, forma parte fundamental, creo, de la ideolog¨ªa tecnofascista que est¨¢ exportando al mundo Silicon Valley. Y a estas alturas de la historia de la humanidad, ya sabemos a d¨®nde lleva la obsesi¨®n por diferenciar de forma ¡°objetiva¡± a los individuos m¨¢s capaces de quienes no lo son. Entre meme y meme sobre la curva de Bell, la eugenesia asoma.