La caja de cr¨¦dito de Fatou para las mujeres de su comunidad
Fatou Thiam convierte el patio central de su vivienda familiar en un espacio de debate y sororidad de su vecindario en Touba (Senegal). Dirige una asociaci¨®n intergeneracional que ayuda a crear un tejido socioecon¨®mico favorable para las mujeres. El feminismo en Senegal se basa en la solidaridad
El sonido del silbato de Fatou Thiam es el que da comienzo la reuni¨®n. Despu¨¦s de saludarse y preguntarse qu¨¦ tal est¨¢n, las 30 asistentes toman asiento. Thiam es una mujer senegalesa de 45 a?os que vive en la ciudad de Touba, en Senegal. Cada semana convierte el patio central de su vivienda familiar en un espacio de debate y sororidad para las mujeres de su comunidad. Ella es la fundadora, responsable y organizadora de una de las asociaciones intergeneracionales creada para favorecer el tejido socioecon¨®mico de las mujeres del barrio.
Vive con su marido Ahmeth Fall y sus cuatro hijos, en una casa familiar en la ciudad de Touba, Senegal. La vivienda consta de tres inmuebles divididos en habitaciones, un gran patio central donde se realiza la vida cotidiana, desde donde se accede a la tienda de alimentaci¨®n de su nuera Ndaye Fall y otro patio posterior donde est¨¢n la cocina y los animales.
Cada ma?ana Thiam y Fall son los primeros en levantarse para poner la casa en marcha. Mientras Fall se va al mercado para abastecer su tienda, Thiam activa al resto de la familia. Entre desayunos, duchas, preparaci¨®n de los m¨¢s peque?os para ir al cole y cocinar, la ma?ana pasa volando. Son muchos los miembros de esta familia. Su nuera tiene tres hijos que viven tambi¨¦n aqu¨ª (y uno en Espa?a), adem¨¢s de otras cuatro personas, parientes varios. El concepto de familia nada tiene que ver con el que se tiene en Occidente. En un domicilio pueden vivir abuelos, hijos, t¨ªos, primos y en ocasiones, vecinos.
Thiam emplea el resto del d¨ªa en organizar el encuentro semanal: visitas a las vecinas del barrio, reuniones, llamadas. Hay que estar al d¨ªa, hay mucho que hacer en una organizaci¨®n formada por 125 mujeres. As¨ª lleva algo m¨¢s de seis a?os realizando esta labor de manera altruista, consiguiendo que cada a?o crezca tanto en n¨²mero de afiliadas como en recaudaci¨®n, debido a la eficiente gesti¨®n que realiza y a la transparencia demostrada.
Mbotaye es una palabra w¨®lof, la lengua m¨¢s hablada en Senegal, adem¨¢s del franc¨¦s. Este es el nombre que reciben las asociaciones y organizaciones, un t¨¦rmino y una hermosa met¨¢fora que se refiere al tejido con el que se cubre a los beb¨¦s, m¨¢s cercano a su piel. Una tela suave, que le protege, envuelve, arropa y con el que al mismo tiempo, se les ata a la espalda de sus madres para ser portados o mientras ellas trabajan.
Caf¨¦ Touba para las reuniones de ahorro
Los mi¨¦rcoles, a las cuatro y media de la tarde, el espacio central de la casa cobra otro significado, otro valor. Los vassan, alfombras de exterior de colores, cubren gran parte del patio y comienza la sesi¨®n con la preparaci¨®n del caf¨¦ touba, caracter¨ªstico de esta regi¨®n. Se tuesta, se muele y se especia con clavo, para posteriormente a?adirle el az¨²car. Las mujeres van llegando y descalz¨¢ndose a la entrada, ya que las alfombras no se deben pisar con el calzado, y se les sirve la bebida.
Senegal tiene una poblaci¨®n de 15.9 millones de habitantes y una tasa de desempleo de 55,1% entre las mujeres, cifra que se incrementa hasta el 61,6% en regiones como Diourbel, donde se encuentra la ciudad de Touba con un mill¨®n de habitantes, seg¨²n datos de la Organizaci¨®n Internacional de la Francophonie. El principal sustento femenino se basa en un sistema popular, la mal llamada econom¨ªa informal, que proviene de sus peque?os negocios y de sus puestos en los mercados.
Este tipo de caracter¨ªsticas sociales y econ¨®micas hacen que las mujeres se organicen y desarrollen sus propias l¨ªneas de ahorro y cr¨¦dito. Proactivas, crean su propio tejido econ¨®mico desde las asociaciones que de manera aut¨®noma ponen en marcha para mantener sus negocios, puntos de venta en mercados y la gesti¨®n financiera de sus eventos sociales y familiares. Ellas tienen un papel importante y fundamental en su d¨ªa a d¨ªa familiar y social. Luchan y no aceptan pasivamente un destino no elegido.
Las africanas tienen unos antecedentes feministas relevantes, aunque sus par¨¢metros no sean a veces los occidentales. Este movimiento sigue caminos propios condicionados por sus estructuras sociales y culturales. En este continente no se ha desarrollado la idea anclada del individuo como en Occidente, m¨¢s bien lo contrario, desde ni?os se inculca la pertenencia y relaci¨®n con el colectivo. El feminismo no es un fen¨®meno nuevo en ?frica, es una forma habitual de relacionarse basada en el compromiso de solidaridad, generosidad y confianza comunitaria.
Las mujeres africanas tienen unos antecedentes feministas muy importantes, aunque sus par¨¢metros no sean a veces los occidentales
Mientras Astou Faye y Aminta Diop se encargan del caf¨¦, las asistentes se ir¨¢n sentando seg¨²n vayan llegando. Faye tiene un puesto de venta de caf¨¦, cacahuete y frutas, adem¨¢s de atender a clientes como los de esta asociaci¨®n y Diop es la nieta de Thiam, quien en esta ocasi¨®n estar¨¢ ayudando y sirviendo las bebidas para las 30 mujeres asistentes.
Un gran tejido asociativo y femenino
En el barrio hay m¨¢s de seis asociaciones de este tipo, esta es la m¨¢s grande en cuanto a n¨²mero de socias y en cuanto a recaudaci¨®n. Como toda asociaci¨®n, tiene sus propias normas y estatutos y cada organizaci¨®n cuenta con los suyos. En esta, la edad m¨ªnima para acceder es de 15 a?os, la cuota de participaci¨®n es semanal y de una cantidad de 2.000 Fcfa (tres euros). Llegar tarde a la reuni¨®n son 200 francos cefas (0,30 euros) de multa, no pagar o retrasarse en las cuotas tendr¨¢ una penalizaci¨®n de 1.000 cefas (1,50 euros) as¨ª como distraer o interrumpir 100 (0,15 euros). Se dan 10 minutos de cortes¨ªa para la llegada y se ruega puntualidad. Las mujeres que asisten presencialmente en ocasiones son representantes de otras que no pueden y aportar¨¢n las respectivas cuotas.
Existe un orden del d¨ªa que se seguir¨¢ escrupulosamente. Todo queda debidamente registrado, semana tras semana. Se anotar¨¢n los nombres de las asistentes, y en el caso de que vengan representando a otras, los nombres de estas y sus respectivas cuotas. Se puede pedir la palabra para hablar y opinar acerca de los temas que se est¨¢n tratando y las decisiones a tomar se har¨¢n de manera conjunta y consensuada.
En esta asociaci¨®n se recaudan semanalmente 255.500 francos cefas (393 euros). Cantidad que cada semana ser¨¢ entregada ¨ªntegramente a una de las socias, en un orden rotativo previamente estipulado. Es un sistema alternativo de cr¨¦dito solidario con el objetivo de ayudar y empoderar a cada miembro del grupo para iniciar un proyecto personal de emprendimiento, escolarizaci¨®n de los hijos o para ayudar con los gastos ceremonias, como bautizos o bodas.
Adja Saucaye Diop tiene cinco hijos en edad escolar. Con una de estas cajas de cr¨¦dito nos cuenta que pudo realizar la matr¨ªcula y la compra del material escolar para todos ellos e incluso renovar los uniformes de los mismos, ya que en Senegal las escuelas son en su mayor¨ªa de car¨¢cter privado.
El dinero de las multas, no se reparte, se guarda y una vez recaudada una cantidad considerable, se invierte en materiales para celebraciones. Carpas de exterior, ollas, bandejas para comida, que ser¨¢n cedidas a las socias para sus eventos familiares y a su vez, podr¨¢n ser alquilados a personal ajeno a la misma.
Desde hace algunas d¨¦cadas, la familia queda en manos de las mujeres: los hombres migran debido a la falta de oportunidades laborales. Y ellas son las grandes creadoras de estrategias para la supervivencia de los suyos y sus comunidades.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.