Desalojo: la cuenta atr¨¢s para el asentamiento ind¨ªgena de Bogot¨¢
Tras 23 d¨ªas acampados en pleno centro de la ciudad, cerca de 1.500 miembros de pueblos originarios que reclaman pol¨ªticas p¨²blicas, reciben una orden para abandonar el territorio a ejecutar en las pr¨®ximas 48 horas
A las 9.00 de la ma?ana del viernes una veintena de polic¨ªas aguardaba en la entrada del Parque Nacional, en pleno centro de Bogot¨¢, escudos en mano. Frente a ellos, la guardia ind¨ªgena, con bastones en el suelo, calentaba al grito de uno de los l¨ªderes. ¡°Uno, dos¡±, repite con fuerza Feliciano Queracam. ¡°Tenemos que cuidar a nuestra comunidad. Entrenamos solo para defendernos, somos pueblos de paz, pero no tenemos a d¨®nde m¨¢s ir si vienen a sacarnos¡±, explica.
El 29 de septiembre, cerca de 1.500 ind¨ªgenas de 13 pueblos originarios desplazados a Bogot¨¢ por el conflicto armado, se asentaron en esta zona verde para exigir al Gobierno pol¨ªticas p¨²blicas que les garanticen la vivienda y otros servicios b¨¢sicos. Este jueves, 23 d¨ªas de manifestaci¨®n despu¨¦s, la decisi¨®n de desalojo fue avalada por el inspector de la Polic¨ªa Javier Orozco, quien otorg¨® a la Alcald¨ªa un plazo de 48 horas para hacer la caracterizaci¨®n de estas comunidades y, adem¨¢s, pidi¨® usar ¡°la menor cantidad de fuerza posible¡±.
El proceso de caracterizaci¨®n y catastro empez¨® la ma?ana del viernes mediante un equipo de la Administraci¨®n p¨²blica en terreno aunque, seg¨²n varios l¨ªderes comunitarios consultados, con inconvenientes ling¨¹¨ªsticos, ya que muchos de los integrantes de la protesta no hablan espa?ol. Jairo Mont¨¢?ez, l¨ªder y defensor de los Derechos Humanos del Pueblo wayuu es muy cr¨ªtico: ¡°El proceso presenta muchas irregularidades. No es leg¨ªtimo ni real, esto es una estrategia m¨¢s para legitimar la intervenci¨®n violenta para recuperar el espacio p¨²blico. Es inconcebible que la dignidad humana est¨¦ por debajo de eso¡±.
Fruto del fr¨ªo, 20 personas han sido trasladadas al hospital, seis ni?os estuvieron ingresados en la UCI y tres embarazadas est¨¢n hospitalizadas por posibles abortos, aseguran los l¨ªderes
Los ind¨ªgenas en protesta son desplazados por el conflicto armado interno y llegaron a Bogot¨¢ ¨Calgunos hace a?os, otros apenas hace unos meses¨C desde diferentes departamentos. Aqu¨ª se instalaron con subsidios del Distrito que finalizaron el 30 de septiembre. Ahora, reclaman garant¨ªas y viviendas dignas que les ¡°devuelvan sus derechos¡±. Luis Ernesto G¨®mez, secretario de Gobierno, inform¨® mediante un comunicado a los medios que, ¡°por ley, no se pueden extender las ayudas¡±: ¡°Los subsidios de arrendamiento solidario y los apoyos a las v¨ªctimas de conflicto armado tienen un t¨¦rmino de un a?o. La ley impide que este tipo de apoyo se d¨¦ de manera indefinida¡±. Sin embargo, anim¨® a que estas reivindicaciones escalaran a ¨¢mbito nacional. ¡°La unidad nacional de v¨ªctimas s¨ª puede entrar en otro proceso de reparaci¨®n. Estamos a la espera de que, ojal¨¢, sea muy pronto¡±.
La Alcald¨ªa de Bogot¨¢ ha destinado 1.895 millones de pesos (aproximadamente 430.000 euros) desde marzo de 2020 para atender a los pueblos ind¨ªgenas a trav¨¦s del pago de alquileres y bonos de alimentaci¨®n. ¡°La soluci¨®n integral y la salida estructural de esta situaci¨®n, le corresponde al Gobierno Nacional de manera inmediata¡±, indic¨® la instituci¨®n el martes en un comunicado.
No somos de otro pa¨ªs. Somos colombianos y estamos desplazados porque somos v¨ªctimas, no porque queremos
¡°?Para d¨®nde me voy?¡±, se pregunta Damari Teresa Eva Valencia, de 27 a?os desde la caseta en la que vive con sus tres hijas de 10, ocho y cuatro a?os, desde hace dos semanas. ¡°Me fui del Choc¨® porque me amenazaron de muerte y vivo ac¨¢, en el barrio de Santa Rosa, desde hace cuatro meses. Hace dos que no recibo ayudas. No tengo de qu¨¦ vivir y soy madre soltera¡±, cuenta mientras ellas rebuscan juguetes entre las mochilas que trajeron. Desde que dejaron de subvencionar la vivienda, el casero ech¨® a su familia a la calle y se instalaron aqu¨ª, seg¨²n manifiesta. ¡°Solo me dejaron guardar el colch¨®n¡±. Rosmira Campo Murillo, ind¨ªgena embera de 32 a?os, criticala falta de ¡°voluntad pol¨ªtica y compromiso¡±: ¡°Solo queremos un techo para vivir tranquilos. Ellos se comprometieron. No somos de otro pa¨ªs. Somos colombianos y estamos desplazados porque somos v¨ªctimas, no porque queremos¡±.
Tanto Valencia, como el resto de ind¨ªgenas, exigen una mesa de di¨¢logo con la Administraci¨®n y la presencia en el Parque Nacional de la alcaldesa de Bogot¨¢ Claudia L¨®pez, quien insisti¨® el mi¨¦rcoles en que se trasladasen al Parque de Florida: ¡±Es un albergue con techo seguro, alimentaci¨®n y puesto de salud. Afortunadamente, m¨¢s de 1.050 emberas que no est¨¢n en chantaje pol¨ªtico est¨¢n all¨¢¡±. Para los l¨ªderes como Mont¨¢?ez, mudarse no es una opci¨®n: ¡°a¨²n estando ante este inclemente fr¨ªo tenemos m¨¢s garant¨ªas ac¨¢¡±.
Las condiciones en las que han habitado casi 1.500 personas (de las cuales, la mitad eran ni?os) han sido muy precarias. Hacinados en casetas de lonas de pl¨¢stico negro y sin casi abrigo ni mantas han aguantado lluvias y granizos. Los peque?os corretean descalzos y sucios entre el humo de las hogueras de le?as en las que las familias cocinan los ingredientes que han ido dejando decenas de donantes. Fruto del fr¨ªo, al menos 20 personas han sido trasladadas al hospital, seis ni?os estuvieron ingresados en la UCI (uno de ellos sigue cr¨ªtico) y tres embarazadas hospitalizadas por posibles abortos, aseguran los l¨ªderes. ¡°Sentimos que para el Gobierno somos basura¡±, dice Campo.
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