Perdi¨® su documento de identidad y descubri¨® que ten¨ªa tuberculosis
M¨¢quinas cual cajeros autom¨¢ticos se han instalado en prueba en lugares concurridos de Nairobi para detectar casos de la enfermedad: 262 positivos ya se han tratado. El siguiente paso ser¨¢ expandir la red de esta innovaci¨®n keniana
Elijah Isaboke Omwata, de 42 a?os, perdi¨® su documento de identidad. Por eso, este vecino del asentamiento informal de Kibera, en Nairobi, fue un d¨ªa a mediados de 2020 a solicitar uno nuevo. Cuando traspas¨® la puerta del complejo donde se encuentra la oficina que presta este servicio, se le acerc¨® una se?ora con bata blanca que le dijo que antes de hacer el tr¨¢mite ten¨ªa que introducir unos datos en una m¨¢quina para comprobar si ten¨ªa tuberculosis. ¡°Me negu¨¦. Le expliqu¨¦ que ven¨ªa a otra cosa¡±, reconoce. Violet Chemesunde, la trabajadora de salud comunitaria, le insisti¨® cuando regres¨® a recoger su nuevo carnet. Y lo consigui¨®.
Isaboke contest¨® el cuestionario de cinco preguntas en la pantalla t¨¢ctil. ?Tiene tos? ?Se siente cansado? ?Ha perdido peso? ?Suda por la noche? ?Convive con alg¨²n enfermo de tuberculosis? Con una sola respuesta afirmativa, este singular cajero autom¨¢tico imprime un papel que dice: ¡°Es probable que tenga tuberculosis. Tiene que hacerse un test¡±. Ese fue el caso de este mec¨¢nico, padre de tres hijos. Siguiente paso: tomar una muestra de esputo en la cl¨ªnica del barrio para que el laboratorio confirmase la sospecha. Dos semanas despu¨¦s, el resultado fue positivo.
¡°Les dije que no pod¨ªa ser, que yo estaba sano, fuerte¡±. Isaboke reconoce que no se cre¨ªa el diagn¨®stico y tampoco acept¨® el tratamiento. De nuevo, Chemesunde insisti¨®. ¡°Me explico que pod¨ªa curarme, pero que ten¨ªa que tomar los medicamentos¡±. Durante seis meses, tom¨® sus cuatro pastillas diarias. Isaboke ense?a hoy orgulloso la cartilla medio rota que demuestra que fue disciplinado con la pauta. ¡°Empec¨¦ en noviembre de 2020 y termin¨¦ en junio de 2021. Cada semana ven¨ªa al centro de salud a por las tabletas y cuando acab¨¦, me pidieron m¨¢s esputo para comprobar que hab¨ªa funcionado. Estoy completamente curado¡±, se?ala orgulloso la palabra en el cart¨®n amarillo.
El testeo de casos de tuberculosis en Kenia (54 millones de habitantes) descendi¨® un 15,7% en 2020, debido al impacto de la pandemia, seg¨²n el informe anual sobre esta enfermedad del Ministerio de Salud. El programa nacional estima que el a?o pasado hubo 140.000 casos, de los que solo la mitad fueron diagnosticados (72.943), el 66% hombres de entre 20 y 44 a?os, como Isaboke. Y los barrios informales como Kibera son un caldo de cultivo id¨®neo para la propagaci¨®n de la bacteria causante de esta dolencia: viviendas y negocios muy peque?os, sin ventilaci¨®n y con una densidad de poblaci¨®n que hace que mantener la distancia sea pr¨¢cticamente imposible.
21.000 personas murieron por tuberculosis en 2020 en Kenia, lo que supone un incremento del 5% respecto del a?o anterior
Para revertir el infradiagn¨®stico, que ha empeorado por la pandemia, cinco de estas m¨¢quinas, similares a un cajero autom¨¢tico, han sido instaladas en Nairobi en lugares concurridos, como el complejo administrativo de Kibera o la estaci¨®n de tren. Desde su puesta en marcha en julio de 2019 han encuestado a 8.000 personas y detectado 262 casos positivos como el de Isaboke. El invento fue desarrollado por la empresa keniana Sema Limited cuando la ONG m¨¦dica Amref lanz¨® una solicitud de ideas, el Kenya Innovation Challenge for TB, para encontrar a los enfermos a los que no llegaban por m¨¦todos tradicionales, es decir, los que van a las cl¨ªnicas con s¨ªntomas, casi siempre cuando ya est¨¢n muy afectados, con elevado riesgo de fallecer. De hecho, 21.000 personas murieron por tuberculosis en 2020 en el pa¨ªs, seg¨²n las estimaciones de Stop TB. Lo que supone un incremento del 5% respecto del a?o anterior.
Globalmente, los decesos por tuberculosis han aumentado por primera vez en m¨¢s de una d¨¦cada por efecto de la covid-19. El informe anual de la OMS, publicado recientemente, estima que la pandemia ha provocado una ca¨ªda del 18% en los nuevos casos diagnosticados y m¨¢s de 1,3 millones de v¨ªctimas.
¡°Al principio de la pandemia, hab¨ªa mucho miedo y confusi¨®n. Muchos vecinos de los slums, que tienen empleos informales, perdieron sus ingresos y volvieron a las zonas rurales. Fue un reto localizarles para que continuaran el tratamiento all¨ª donde estuvieran¡±, comenta Sarah Chandi, la coordinadora en Kibera del programa de tuberculosis del Ministerio de Salud keniano. ¡°Los diagn¨®sticos descendieron, la gente no quer¨ªa venir a las cl¨ªnicas por temor a contraer la covid-19, aunque tuvieran s¨ªntomas como tos o fiebre¡±, constata. ¡°Y los hombres, menos. Lo consideran una debilidad¡±, anota Anne Munene, t¨¦cnico de proyecto de VIH y tuberculosis de Amref Kenia. ¡°Los hay que no buscan atenci¨®n porque no pueden dejar de trabajar un solo d¨ªa pues su sustento diario depende de ello. Es triste que, por falta de diagn¨®stico, los enfermos lleguen muy tarde, cuando ya est¨¢n muy afectados y muchos acaban muriendo¡±, agrega.
Podr¨ªa haber sido peor. Munene siente que su proyecto, apoyado con financiaci¨®n del Fondo Mundial para el VIH, la Malaria y la Tuberculosis (organizaci¨®n que ha hecho posible este viaje) ha salvado centenas de vidas. No solo los 262 diagnosticados con el invento de Sema Limited tuvieron acceso a la medicaci¨®n y una oportunidad de curarse antes de que fuera demasiado tarde, sino que sus familiares fueron sometidos a pruebas y pudieron poner en tratamiento a los casos positivos. El hijo menor de Isaboke, el ¨²nico var¨®n, de tres a?os, fue uno de ellos. ¡°Cuando me lo dijeron, me sent¨ª muy mal¡±, asegura el padre. Pero el peque?o tambi¨¦n pudo curarse. La detecci¨®n de la enfermedad tambi¨¦n contribuye a evitar nuevas infecciones. Una de las personas con las que se reuni¨® Chemesunde fue con el jefe de Isaboke, que trabaja en un taller, para que le asignase tareas que pudiera realizar alejado de los dem¨¢s compa?eros (y no perder su empleo) y ventilase el lugar.
¡°Esta es una idea nacida de la gente del pa¨ªs. Antes se hac¨ªan jornadas de seguimiento en el que se convocaba a la gente para coger muestras. Tambi¨¦n se hac¨ªa puerta a puerta, pero esa es una intervenci¨®n muy cara¡±, explica Elisabeth Makali, jefa de proyecto en Sema Limited. ¡°Con esta innovaci¨®n, que no se hab¨ªa hecho previamente en Kenia, vemos que el programa piloto ha funcionado. Ahora estamos evaluando c¨®mo mejorarlo y escalarlo¡±.
Adem¨¢s de las m¨¢quinas, desde Amref han promovido campa?as en medios, principalmente radio, para informar de que la tos no significa necesariamente tener covid-19, sino que puede ser tuberculosis. ¡°Muchos desconocen que tienen s¨ªntomas parecidos y que la tuberculosis, en Kenia, mata m¨¢s. As¨ª que la pandemia fue una oportunidad para contarlo¡±.
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