Uruguay, ante el desaf¨ªo de frenar los suicidios
El pa¨ªs sudamericano registra una de las tasas m¨¢s altas de este flagelo en las Am¨¦ricas, con una tendencia al alza desde hace 20 a?os. Una campa?a promueve la salud psicoemocional de los adolescentes
¡°?Para qu¨¦ voy a hablar si nadie me entiende?¡±, plantea una adolescente de 15 a?os, en la casa del Instituto Nacional de la Juventud (INJU), en Montevideo, la capital de Uruguay. Sus compa?eros, tambi¨¦n adolescentes, la escuchan en silencio. ¡°Siempre hay alguien¡±, responde uno. Otra lamenta que los adultos no la tomen en serio. ¡°A veces ni yo me entiendo¡±, agrega una con voz suave desde el fondo. Enseguida, un chaval explica que fue blanco de burlas en las redes sociales. ¡°Sufr¨ª bastante¡±, dice. Y relata su historia, seguido atentamente por sus colegas.
Di¨¢logos de este tipo, con los chavales como protagonistas, forman parte de Ni silencio ni tab¨², la campa?a de salud mental puesta en marcha por el INJU y Unicef en los centros educativos de todo Uruguay. En ese ¨¢mbito, y en espacios como la casa del INJU, se llevan a cabo m¨¢s de 300 talleres, donde los j¨®venes de 14 a 19 a?os tienen la posibilidad de hablar y conversar abiertamente de sus emociones, entre pares y acompa?ados por adultos de referencia.
¡°La salud mental es un tema prioritario para los gurises (ni?os)¡±, afirma Felipe Paullier, director del INJU. Explica que esta inquietud ha sido planteada recurrentemente por los adolescentes uruguayos, afectados especialmente por la pandemia de la covid-19, pero tambi¨¦n por un universo adulto en general poco dado a escuchar sus preocupaciones. Adem¨¢s, Paullier cita un par de datos surgidos de una encuesta del INJU de 2018, que dieron pie a esta campa?a: el 14 % de los adolescentes y j¨®venes uruguayos manifestaron sentirse tristes o desesperados durante dos semanas seguidas ese a?o, al punto de dejar sus actividades habituales, mientras que el 3,5 % hab¨ªa pensado en quitarse la vida. En total, 117.000 y 29.200 chavales respectivamente.
¡°Hist¨®ricamente, la salud mental ha sido un tema tab¨². Por eso los adolescentes proponen: ¡®Cuando cont¨¢s c¨®mo te sent¨ªs, das el primer paso¡±, agrega Paullier. Dice que, con estos datos de fondo y el reclamo de los propios adolescentes, Ni silencio ni tab¨² busca fomentar su bienestar psicoemocional y prevenir as¨ª el suicidio juvenil, un fen¨®meno que arroja cifras preocupantes y muchos interrogantes.
El 14 % de los adolescentes y j¨®venes uruguayos manifestaron sentirse tristes o desesperados durante dos semanas seguidas en 2018
En 2021, seg¨²n informa el Ministerio de Salud, 758 personas se quitaron la vida en Uruguay (3,4 millones de habitantes), de las cuales 203 ten¨ªan entre 15 y 29 a?os. Un a?o m¨¢s, el suicidio fue la primera causa de muerte violenta en el pa¨ªs, duplicando las ocurridas por accidentes de tr¨¢nsito u homicidios.
La cifra total representa una tasa de 21,3 suicidios cada 100.000 habitantes, la m¨¢s alta de las Am¨¦ricas, junto con las registradas en Guyana y Surinam (el promedio mundial es de 10,5 suicidios cada 100.000 habitantes, el de Espa?a ocho cada 100.000). Y no se trata de una novedad en Uruguay: el fen¨®meno ha ido en aumento en los ¨²ltimos 20 a?os. Trasciende, por ende, los innegables efectos de la covid-19 sobre la salud mental de la poblaci¨®n.
El soci¨®logo Pablo Hein, del Grupo de comprensi¨®n y prevenci¨®n de la conducta suicida de la Universidad de la Rep¨²blica, considera que el suicidio es un problema que la sociedad uruguaya a¨²n no termina de asumir. ¡°Ponemos velos a un espejo que nos devuelve una realidad muy cruda¡±, dice. Con frecuencia, contin¨²a, esos velos aparecen en forma de mitos (la melancol¨ªa uruguaya) o estigmas (era un loco), que en nada contribuyen a entenderlo.
Para Hein, las variables que se conocen sobre estas muertes son ¡°muy escuetas¡±. Muestran que ocho de cada 10 suicidios correspondieron a varones; que ocurrieron sobre todo en hombres de 25 a 29 a?os y en mayores de 70; que fue m¨¢s frecuente en la regi¨®n Este del pa¨ªs y que en su mayor¨ªa se produjeron por ahorcamiento. Pero poco y nada se sabe, remarca, sobre las trayectorias vitales y circunstancias de esas personas.
En este contexto, los motivos que determinaron los suicidios son, en buena medida, un enigma que las personas se llevaron consigo. Y para intentar explicarlos ¡°no hay respuestas simples¡±, dice la psic¨®loga Maril¨¦n Bettini, porque son fen¨®menos multifactoriales ¡°relacionados con lo m¨¢s ¨¢lgido de la existencia¡±.
Bettini se?ala que en el caso de los hombres adultos mayores (los m¨¢s afectados por el suicidio en Uruguay) entran en juego la p¨¦rdida de lazos afectivos, el desgaste f¨ªsico y la aparici¨®n de enfermedades cr¨®nicas, en una sociedad que no da el lugar que otrora les daba a sus mayores. Por otro lado, la adolescencia y primera juventud (la otra franja m¨¢s vulnerable) son etapas de crisis existenciales, pautadas por la entrada a la sexualidad y el pasaje al mundo adulto.
En 2021, m¨¢s de 700 personas se quitaron la vida en Uruguay (3,4 millones de habitantes), de las cuales 203 eran j¨®venes
Por eso, contin¨²a Bettini, los factores protectores de la conducta suicida son definitorios: lazos afectivos, espacios de recreaci¨®n y participaci¨®n en la sociedad. En esa direcci¨®n, el soci¨®logo Hein prefiere hablar del suicidio como un ¡°problema de salud en comunidad¡± y no reducirlo a una cuesti¨®n de salud mental individual, porque ese enfoque, a la luz de los resultados, ha fracasado.
Paullier, del INJU, destaca el rol central que la comunidad educativa tiene en la campa?a Ni silencio ni tab¨². Para su ejecuci¨®n, explica, fueron capacitados 450 facilitadores, la mayor¨ªa docentes de todo el pa¨ªs, que cuentan con materiales basados en testimonios o historias de los adolescentes consultados, provenientes de distintas regiones. Adem¨¢s, los recursos est¨¢n disponibles en un sitio web, de modo que los talleres podr¨¢n seguir su curso m¨¢s all¨¢ del calendario previsto, entre agosto y octubre de este a?o.
Como apunta Paullier, el manual de la campa?a sugiere no ¡°patologizar¡± las emociones que son parte del proceso adolescente: tristeza, zozobra, confusi¨®n¡ pero tampoco minimizar el sufrimiento, teniendo en cuenta que durante esta etapa existe ¡°claro riesgo¡± de desarrollar un trastorno mental. En esa l¨ªnea, el manual explica a los docentes c¨®mo actuar frente a los casos de mayor entidad que puedan presentarse, como las autolesiones o la ideaci¨®n suicida.
¡°El docente puede ser un interlocutor y acompa?ante afectivo, pero no puede quedarse solo¡±, dice la psic¨®loga Bettini, que particip¨® en la preparaci¨®n de la campa?a. En casos complejos, enfatiza, es fundamental que el profesor genere lazos con sus colegas, con familiares, que no duden en acudir a profesionales de la psicolog¨ªa o psiquiatr¨ªa del sistema sanitario nacional.
Con respecto a esto ¨²ltimo, el Estado uruguayo ha implementado desde 2011 tres planes de prevenci¨®n del suicidio, que contemplan, entre otras acciones, la atenci¨®n integral en salud mental y la obligatoriedad del registro de intentos de suicidios en las emergencias (en v¨ªas de digitalizaci¨®n). Adem¨¢s, en 2018 dispuso el servicio de una l¨ªnea telef¨®nica gratuita de prevenci¨®n del suicidio, que este a?o ha recibido un promedio de 12 llamadas diarias.
La psiquiatra y experta en suicidios Silvia Pel¨¢ez, de la ONG ?ltimo Recurso, reconoce que ha habido avances en el abordaje de esta ¡°pandemia silenciosa¡±, pero advierte de los problemas estructurales que persisten. Pone como ejemplo la carencia de psiquiatras en el interior del pa¨ªs, las demoras en la atenci¨®n en el sistema sanitario o la falta de registro de los intentos de suicidio, fundamentales para el seguimiento de los pacientes.
Frente al aumento de las muertes por suicidio, la experta recomienda poner en marcha planes de prevenci¨®n acordes a las caracter¨ªsticas socioculturales de cada comunidad afectada y que tomen en cuenta a sus referentes. En ese sentido, ve con entusiasmo la concreci¨®n de una campa?a nacional como Ni silencio ni tab¨², porque en cada adolescente con habilidades en el manejo de las emociones hay un potencial replicante, asegura.
¡°?Qui¨¦n dijo que los varones no lloran?¡±, lanza un chaval en un taller del barrio Manga del oeste de Montevideo. ¡°Cuando llor¨¢s, te desahog¨¢s¡±, sostiene otro. ¡°Si no, te qued¨¢s con la rabia adentro y es peor¡±, apunta. Enseguida, con energ¨ªa torrencial, los 12 participantes de la actividad intercambian palabras e ideas acerca de la tristeza, el encierro, la libertad sexual, la muerte, la verg¨¹enza, la confianza, la frustraci¨®n o el amor.
Al t¨¦rmino del taller, el profesor, sorprendido, los felicita por haber permanecido concentrados durante una hora y media. Ellos aplauden la experiencia y salen deprisa, con urgencia adolescente, porque son las tres y media, la hora de jugar a la pelota.
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