Paciencia y empat¨ªa para predecir la tuberculosis en Mozambique
El equipo del proyecto PreFIT en Mozambique visita a personas en riesgo de desarrollar la enfermedad para prevenirla. La escucha y la amabilidad son herramientas cruciales para lograr su colaboraci¨®n
La temporada de lluvias es ya un recuerdo del pasado y el sol brilla en Manhi?a, una zona rural situada a 84 kil¨®metros al norte de Maputo, la capital de Mozambique. A la entrada del Centro de Investiga??o em Sa¨²de de Manhi?a se oyen risas y charlas matutinas mientras el equipo ultima los detalles antes de empezar otro d¨ªa de lucha contra uno de los enemigos m¨¢s antiguos: la tuberculosis.
T¨¢rcia Karina Sab?o, Sphiwa Jeco, Luciano Alfredo Adolfo, Cacilda Muianga, Dinis Nguenha, Ad¨¦lia Dolhana, Patr¨ªcia Manjate, Marta Cossa, Alberto Junior Bila, Sozinho Ac¨¢cio y Alberto Garc¨ªa-Basteiro conforman el personal sanitario del proyecto PreFIT (Predecir el Futuro: Tuberculosis Incipiente, por su acr¨®nimo en ingl¨¦s), un estudio financiado por la Asociaci¨®n de Ensayos Cl¨ªnicos de Europa y Pa¨ªses en Desarrollo cuyo objetivo es aportar soluciones asequibles para ampliar el tratamiento preventivo en ?frica y m¨¢s all¨¢. La meta ¨²ltima es detener esta antigua enfermedad, responsable de 1,3 millones de muertes solo en 2022, en su mayor¨ªa personas procedentes de entornos econ¨®micos desfavorecidos. Mientras llega la tan esperada vacuna, que est¨¢ en camino, la prevenci¨®n de la tuberculosis es clave para eliminar la enfermedad.
Aproximadamente el 25% de la poblaci¨®n mundial est¨¢ infectada por Mycobacterium tuberculosis. Aunque estas personas no pueden transmitir la enfermedad, existe la posibilidad de que un d¨ªa puedan desarrollar la forma activa y transmisible de la tuberculosis. Y no hay recursos suficientes para proporcionar tratamiento preventivo a todas las personas expuestas, por eso es crucial saber qui¨¦n se beneficiar¨ªa m¨¢s de recibirlo, para as¨ª romper la cadena de transmisi¨®n y reducir la carga de esta enfermedad. Si consigue sus objetivos, PreFIT cambiar¨¢ radicalmente la forma de prevenir y tratar esta dolencia.
Tenemos que convencer a personas que no est¨¢n enfermas para que participen en el estudio. Es f¨¢cil al inicio porque ven a sus familiares enfermos y quieren ayudar, pero cuando empiezan a encontrarse mejor, ya no ven la necesidad de volver.Dinis Nguenha, investigador principal del centro de Manhi?a
El proyecto se enfoca en los contactos dom¨¦sticos ¡ªaquellas personas expuestas a la tuberculosis, pero que no tienen la enfermedad¡ª en Mozambique, Uganda y Sud¨¢frica, tres pa¨ªses con alta carga de la dolencia. El estudio pretende identificar, de entre los miles de millones de personas en el mundo que han estado expuestas a la tuberculosis, a la peque?a proporci¨®n de ellas que han desarrollado tuberculosis activa.
El proyecto finaliz¨® su proceso de reclutamiento en enero. Solo en Mozambique se identificaron 1.106 contactos dom¨¦sticos de 450 casos. No fue una tarea f¨¢cil. Como explica el doctor Dinis Nguenha, investigador principal del centro de Manhi?a: ¡°Tenemos que convencer a personas que no est¨¢n enfermas de que participen en el estudio. Es f¨¢cil al inicio del proyecto porque ven a sus familiares enfermos y quieren ayudar, pero cuando la persona enferma empieza a encontrarse mejor, ya no ven la necesidad de volver¡±.
Las visitas de seguimiento a los seis y 12 meses son esenciales para el ¨¦xito de este estudio. Sin ellas no hay manera de saber qui¨¦n tiene m¨¢s probabilidades de pasar a la fase activa de la enfermedad. Es en este momento cuando el trabajo de Karina Sab?o, Sphiwa Jeco, Luciano Alfredo Adolfo y Ad¨¦lia Dolhana resulta esencial. Con un 32% de participantes que hasta la fecha no se han presentado a la ¨²ltima visita, Mozambique tiene hasta ahora la tasa de retenci¨®n m¨¢s baja de los tres pa¨ªses africanos en los que se lleva a cabo este proyecto. Pero hay toda una historia que estas cifras no pueden contar.
Cada ma?ana, el equipo de PreFIT, que forma parte de la Iniciativa contra la Tuberculosis de Manhi?a, se divide en dos: un grupo hace la visita de seguimiento del sexto mes y otro la del duod¨¦cimo mes. A los contactos dom¨¦sticos se les suele recoger en sus casas, se les lleva al hospital para las pruebas y luego se les transporta de vuelta a sus hogares. Pero, cuando llega el equipo, pueden descubrir que no hay nadie esper¨¢ndolos.
El cambio de domicilio y el desempleo que empuja a la gente a encontrar mejores oportunidades en la vecina y m¨¢s acomodada Sud¨¢frica son algunas de las razones que menciona el doctor Dinis Nguenha al explicar por qu¨¦ los contactos dom¨¦sticos no acuden a las visitas programadas. Karina Sab?o, una de las enfermeras que trabajan en el estudio, a?ade: ¡°Hay empresas que ponen muchos problemas para ir al hospital si no se est¨¢ realmente enfermo, aunque demos un justificante de la visita. Normalmente, los pacientes de PreFIT no est¨¢n enfermos, son personas sanas que viven con tuberculosis y los jefes no les permiten salir de visita. A veces tenemos que organizar visitas durante el fin de semana¡±.
En el sexto mes, se impone otro reto: el an¨¢lisis de sangre. Mientras que para las visitas rutinarias solo se necesitan dos tubos, PreFIT necesita recoger hasta nueve para llevar a cabo todos los an¨¢lisis, lo que suscita preocupaci¨®n entre la poblaci¨®n local. Los rumores dicen que los m¨¦dicos enga?an a la gente para que ¡°done¡± sangre que luego se vender¨¢ en el mercado europeo. Para luchar contra la desinformaci¨®n, el equipo explica minuciosamente c¨®mo funciona la recogida: ¡°Utilizo una botella de cinco litros que lleno con agua e indico cu¨¢nta sangre tiene un ser humano en su organismo. Luego explico la cantidad que hemos elegido. Los tubos pueden ser muchos, pero la cantidad de sangre es peque?a. Estamos hablando de 20 mililitros, insuficientes para una donaci¨®n de sangre, que necesita nueve mililitros por kilo, aproximadamente 450 mililitros para una persona de 50 kilos¡±, comenta Nguenha.
Karina Sab?o y Ad¨¦lia Dolhana, las trabajadoras sanitarias asignadas a las visitas del sexto mes, van un paso m¨¢s all¨¢. Armadas de paciencia y empat¨ªa, se dirigen a los hogares de las personas que a¨²n no han acudido a sus visitas para entender qu¨¦ se lo impide y si es posible encontrar una soluci¨®n. En un pa¨ªs donde solo el 36% de su poblaci¨®n tiene acceso a un centro sanitario a menos de 30 minutos de su casa, el viaje no es f¨¢cil: requiere conducir por un intrincado laberinto de carreteras llenas de baches y arena que solo alguien que conoce a fondo la zona puede recorrer sin perderse. Durante la temporada de lluvias, de enero a marzo, esas carreteras se vuelven especialmente dif¨ªciles.
No puedes mirar a una persona que te dice ¡®no¡¯ como si fuera alguien que te importa menos. Tienes que entender su versi¨®n. Ellos no entienden la medicina. Tu trabajo como enfermera es explic¨¢rseloT¨¢rcia Karina Sab?o, enfermera en el proyecto PreFIT
Casa por casa, Sab?o y Dolhana hablan con los pacientes y sus contactos m¨¢s cercanos, pregunt¨¢ndoles por su d¨ªa y su bienestar y d¨¢ndoles recomendaciones de salud ¡ªaunque no est¨¦n relacionadas con la tuberculosis¡ª, record¨¢ndoles la importancia de acudir a las visitas, intentando averiguar si hay alguna raz¨®n por la que no quieran ir al hospital. Cuando es necesario, Dolhana, nacida y crecida en Manhi?a, habla en changana ¡ªuna de las lenguas ind¨ªgenas bant¨²es de Mozambique¡ª para asegurarse de que la entiendan. Si dan su consentimiento, las trabajadoras sanitarias realizan chequeos m¨¦dicos b¨¢sicos, como pruebas de hemoglobina, para comprobar el estado general de salud de los pacientes.
Cuando se le pregunta por las cualidades necesarias para desempe?ar bien su trabajo, Sab?o no duda un segundo en responder: ¡°Paciencia y empat¨ªa. No puedes mirar a una persona que te dice ¡®no¡¯ como si fuera alguien que te importa menos. Eso no es verdad. Tienes que entender su versi¨®n. Ellos no entienden la medicina. Tu trabajo como enfermera es explic¨¢rselo¡±.
Contin¨²a relatando historias de los ¨²ltimos meses: Un hombre que perdi¨® a su mujer a causa de la tuberculosis y que, traumatizado, no le ve¨ªa sentido a acudir a las visitas de seguimiento. Un ni?o asustado por hacerse la prueba. Un hombre que pensaba que el hospital vend¨ªa su n¨²mero de tel¨¦fono a otros investigadores. Una mujer preocupada por la cantidad de sangre que le iban a extraer.
Sab?o se toma en serio cada historia. ¡°No hablo mucho changana, pero intento ser cercana a ellos, hacerles sentir a gusto. Si te cuentan algo, tienes que escucharles hasta que terminen. Luego das tu opini¨®n. A veces quieren decirte algo, pero t¨² solo quieres que entiendan tu versi¨®n. Ellos tambi¨¦n tienen cosas que decir¡±.
La amabilidad, paciencia y empat¨ªa durante estas visitas contribuyen a aumentar las posibilidades de que la gente siga comprometida con el proyecto hasta la ¨²ltima visita, cuando Sphiwa Jeco y Luciano Alfredo Adolfo gu¨ªan a los pacientes en el ¨²ltimo paso, una radiograf¨ªa. Esta parte es, relativamente, m¨¢s sencilla. La prueba es menos invasiva que el an¨¢lisis de sangre y los pacientes est¨¢n m¨¢s dispuestos a acudir.
Una vez obtenidos los resultados, Dinis Nguenha les explicar¨¢ detenidamente y har¨¢ un ¨²ltimo chequeo de salud, no importa si es un s¨ªntoma de tuberculosis o si al paciente le duele una pierna. Cada signo de malestar se toma con el m¨¢ximo cuidado. ¡°La verdadera asistencia sanitaria va m¨¢s all¨¢ del tratamiento de dolencias; abarca el bienestar hol¨ªstico del individuo, reconociendo que cada paciente es una historia ¨²nica que merece atenci¨®n compasiva y cuidados integrales¡±, a?ade.
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