Un ¨¦xodo de enfermeros del Sur Global para socorrer la sanidad de los pa¨ªses ricos
El aumento de la demanda de profesionales sanitarios tras la pandemia ha debilitado a¨²n m¨¢s los fragilizados sistemas de salud de pa¨ªses africanos. Los expertos lo consideran ¡°una emergencia de salud global¡±
Anthony Akum-Nyemi asegura que es un empleado satisfecho. En una cantina del hospital Addenbrook en Cambridge explica que con lo que gana le da para vivir y para mantener a parte de su familia en Ghana. En ese pa¨ªs africano estudi¨® enfermer¨ªa en una escuela p¨²blica y trabaj¨® durante 10 a?os hasta que decidi¨® dar el salto hace dos. Sab¨ªa que en Reino Unido, como en otros pa¨ªses europeos o de Norteam¨¦rica se rifan a los enfermeros, especialmente despu¨¦s de la covid.
El hospital brit¨¢nico le ofreci¨® todas las facilidades y le pag¨® el billete de avi¨®n adem¨¢s de dos meses de alojamiento. Desde entonces, est¨¢ encantado en Reino Unido. Le gustar¨ªa vivir en Ghana, pero la diferencia de las condiciones, no solo las salariales es abismal. ¡°All¨ª, a veces tienes que buscarte la vida para encontrar comida para los pacientes, para que tengan jab¨®n o incluso agua. Aqu¨ª les dan hasta pasta de dientes y puedes hacer bien tu trabajo¡±.
A 8.000 kil¨®metros al sur de Cambridge, en un centro de salud rural, al oeste de Ghana, la matrona Precious Jessusita Annan pasa consulta. Ella es la ¨²nica en tres poblaciones a la redonda. Tiene 29 a?os y sue?a con hacer el camino que emprendi¨® Akum-Nyemi e hicieron tambi¨¦n muchas de sus compa?eras de promoci¨®n. ¡°Yo, si tuviera la oportunidad, tambi¨¦n me ir¨ªa¡±. Hace un calor sofocante, pero ella luce un traje de enfermera entallado y atiende a los pacientes en un dispensario muy precario. Explica que le gustar¨ªa emigrar porque supondr¨ªa ¡°una manera de ampliar conocimientos con aparatos modernos¡±. En el centro de salud de su cabeza de distrito, Joseph Abbas Asigiri, cuenta que han perdido siete enfermeras en el hospital de Aowin en los ¨²ltimos dos a?os y que otras preparan ahora el examen de ingl¨¦s para viajar. ¡°Hacen sus tres a?os de especializaci¨®n obligatoria y se van. El Estado ha invertido mucho en su formaci¨®n, pero faltan m¨¦dicos y enfermeros en todo el pa¨ªs¡±.
Como Akum-Nyemi, entre 400 y 500 enfermeros abandonan Ghana cada mes, seg¨²n las cifras del Consejo Internacional de Enfermeros (ICN por sus siglas en ingl¨¦s), donde est¨¢n representadas 130 organizaciones nacionales. Ghana es un caso grave, pero no el ¨²nico. La contrataci¨®n de enfermeros de pa¨ªses del Sur global no ha dejado de aumentar tras la pandemia, a pesar de las recomendaciones en contra de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Las cifras de la OCDE indican que la entrada de enfermeros extranjeros a pa¨ªses europeos creci¨® en un 72% entre 2019 y 2022. En Irlanda por ejemplo, m¨¢s del 50% de la plantilla ha estudiado fuera del pa¨ªs. La penetraci¨®n de internet en pa¨ªses antes m¨¢s aislados y el uso masivo de las redes sociales han facilitado la conexi¨®n entre empleadores y potenciales empleados, separados miles de kil¨®metros.
Es evidente que para pa¨ªses como Ghana es dif¨ªcil competir con las oportunidades que describe Akum-Nyemi o que ans¨ªa Annan, al menos a corto plazo. Pero no se trata de los proyectos individuales seg¨²n advierten los expertos, ni de cuestionar el derecho a la movilidad de los trabajadores, sino de compensar a los Estados de origen para haya un intercambio justo y de visibilizar un tema ausente en el agitado debate migratorio. Hay pa¨ªses que han avanzado en la firma de convenios bilaterales; una f¨®rmula que sin embargo no est¨¢ claro que beneficie a los pa¨ªses de origen, como pretende.
¡°Los enfermeros extranjeros sostienen los sistemas de salud de los pa¨ªses con altos ingresos. Sin ellos no podr¨ªan funcionar. Son un pilar fundamental¡±, asegura desde Ginebra el presidente de la ICN, Howard Catton. El problema real sin embargo, advierte, se encuentra al otro lado, en los pa¨ªses de origen que pierden profesionales sanitarios a un ritmo insostenible. La OMS calcula que en 2030 faltar¨¢n 4,5 millones de enfermeros y 310.000 matronas en todo el mundo. Los pa¨ªses m¨¢s necesitados se encuentran en ?frica y en el Sudeste asi¨¢tico. ¡°Estamos ante una emergencia de salud global. Nos preocupa mucho lo que sucede en los pa¨ªses subsaharianos. Las contrataciones de extranjeros no hacen m¨¢s que agrandar la brecha entre los pa¨ªses ricos y pobres¡±, sostiene Catton.
Se refiere a la paradoja de que, mientras pa¨ªses como Reino Unido y otros europeos env¨ªan ayuda al desarrollo a Estados africanos, al mismo tiempo contribuyen a diezmar sectores estructurales como la sanidad. Los expertos advierten adem¨¢s, que debilitar a¨²n m¨¢s la salud de los pa¨ªses del Sur Global aumenta el riesgo de enfermedades infecciosas. La experiencia de la pandemia sin embargo, evidenci¨® que en momentos de crisis se activan los reflejos nacionalistas y la falta de voluntad pol¨ªtica para actuar de forma coordinada en materia de salud global.
La magnitud del problema qued¨® por escrito en las conclusiones de los ministros de Salud en la ¨²ltima cumbre del G20 celebrada en Brasil, donde reconocieron la necesidad de ¡°mitigar los efectos negativos y aplicar estrategias para gestionar mejor la migraci¨®n del personal sanitario, apoyando y protegiendo a los pa¨ªses con las necesidades m¨¢s acuciantes en este ¨¢mbito¡±.
La OMS elabora desde 2020 y cada tres a?os un listado de pa¨ªses de los que recomienda no reclutar por la baja densidad de m¨¦dicos y enfermeras entre la poblaci¨®n, pero esta recomendaci¨®n no se cumple, a juzgar por las cifras de llegadas de pa¨ªses que est¨¢n en la lista de la OMS. Pa¨ªses como Liberia, Camer¨²n, Pakist¨¢n o Banglad¨¦s aparecen en la lista. El real Colegio de Enfermeros y Matronas brit¨¢nico indica por ejemplo que desde 2021, el n¨²mero de enfermeros que se registraron en el pa¨ªs procedentes de pa¨ªses en la lista roja, casi se triplic¨®, pasando de 12.000 a 33.000.
En Ghana, pr¨¢cticamente a cualquier persona en el sector de la salud que se le pregunte conoce a alguien de su entorno que se ha ido. Un m¨¦dico ghan¨¦s que prefiere preservar el anonimato asegura que ¡°emigran en masa. Es un hecho incontestable que el sistema no se preocupa de los que trabajamos en el sector p¨²blico. No hay esperanza para los j¨®venes. Todos buscan pastos m¨¢s verdes¡±, dice este doctor que ha visto como miembros de su familia emigraban en contra de sus recomendaciones. ¡°Siempre se han ido, pero ahora much¨ªsimo m¨¢s. No tenemos casi infraestructuras ni trabajadores. Los pocos que hay, se van¡±.
La formaci¨®n p¨²blica de un enfermero en Reino Unido puede costar unas 50.000 libras (60.500 euros), seg¨²n los c¨¢lculos de la ICN mientras que integrar a un profesional de fuera cuesta unas 10.000. Ese ahorro, se lo embolsan los pa¨ªses receptores de personal sanitario y es tambi¨¦n dinero que pierden los pa¨ªses de origen. Ghana tiene 31 enfermeros por cada 10.000 habitantes, mientras que en Reino Unido esa cifra asciende a casi 86. En ?frica, el sistema de educaci¨®n de los enfermeros es predominantemente p¨²blico. Achim Steiner, el administrador principal del PNUD, la Agencia de Naciones Unidas para el Desarrollo, incid¨ªa en este punto un encuentro con este diario en Nueva York. ¡°[Los licenciados] no caen del cielo. Son el producto de a?os de inversi¨®n en universidades. Se est¨¢n erosionando servicios estructurales en los pa¨ªses de origen¡±.
Derecho a migrar
El problema no es solo cuantitativo, sino tambi¨¦n cualitativo. Hay especial inter¨¦s en reclutar a profesionales con experiencia, como Akum-Nyem. En su despacho en Accra de la Asociaci¨®n de Enfermeros y matronas registradas de Ghana (GRNMA), su secretario general, David Tenkorang-Twum, detalla que la situaci¨®n es m¨¢s aguda en las UCIS, donde ¡°algunas unidades de cuidados intensivos han tenido que cerrar debido al ¨¦xodo¡± y en hospitales regionales. Mientras, ¡°los que se quedan sufren una mayor carga de trabajo y m¨¢s estr¨¦s¡±. Las cifras de su asociaci¨®n indican que hay 140.000 enfermeros registrados en Ghana y que 20.000 de ellos trabajan en el extranjero. Reino Unido, Canad¨¢, EE UU, Australia y Arabia Saud¨ª son los principales destinos. Pero para Tenkorang-Twum es evidente que ¡°la migraci¨®n es un derecho que no puede ser restringido y que si el Gobierno no ofrece empleos, tienen derecho a irse¡±. Explica adem¨¢s, que el problema no es tanto de falta de enfermeros como de recursos para contratar a desempleados.
Tenkorang-Twum recuerda que en noviembre de 2021, el Gobierno dej¨® de vender el formulario necesario para procesar la salida de enfermeros con el objetivo de frenar el ¨¦xodo, pero meses despu¨¦s se revoc¨® la medida ante las protestas. Quienes no pueden ir como enfermeros, se alistan como asistentes de enfermer¨ªa ocultando su diploma de enfermer¨ªa. Anthony Nsiah Asare, el asesor presidencial ghan¨¦s en materia de salud explic¨® este verano que el Gobierno ha puesto en marcha una serie de medidas como rebajar tarifas para los estudios de posgrado o proporcionar alojamiento en los centros de trabajo.
Los datos del Gobierno brit¨¢nico indican que en total, el 22.7% de los enfermeros registrados proceden de fuera de Reino Unido, frente al 16,7% de 2021, y esa cifra roza el 50% para los que se registraron por primera vez el a?o pasado. ¡°El caso brit¨¢nico es especialmente grave, porque m¨¢s all¨¢ del idioma y de los fuertes lazos con sus antiguas colonias, con el Brexit cay¨® la presencia de europeos y aument¨® la de terceros pa¨ªses¡±, explica James Buchan, investigador de la Health Foundation.
El an¨¢lisis de este centro de pensamiento especializado en salud indica que m¨¢s del 40% de las entradas de enfermeras entre 2022 y 2023 proceden de pa¨ªses de renta baja, frente al 10% en 2018. ¡°Con la covid creci¨® la demanda de profesionales. Muchos se jubilaron y otros se quemaron y eso potenci¨® la contrataci¨®n internacional, que siempre hab¨ªa existido¡±, a?ade Buchan. ?l sostiene como otros expertos que parte del problema radica en las agencias de contrataci¨®n privadas. Billy Palmer, del Nuffield Trust recuerda que en el caso brit¨¢nico, el Gobierno conservador introdujo en su programa electoral de 2019 la promesa de que aumentar¨ªa en decenas de miles el n¨²mero de enfermeros y que solo hab¨ªa una manera de encontrarlos: en el extranjero.
Convenios entre pa¨ªses
Una de las medidas que ya est¨¢ en marcha es la firma de convenios bilaterales entre pa¨ªses, que en teor¨ªa deben beneficiar a ambas partes, pero los expertos y dudan de que el beneficio sea realmente mutuo. Reino Unido tiene acuerdos firmados con India, Kenia o Nepal, entre otros pa¨ªses. Ghana por ejemplo tiene uno con Barbados. El Gobierno brit¨¢nico alega que ¡°no recluta de manera activa¡± en los pa¨ªses que la OMS considera m¨¢s vulnerables ¡°salvo que haya un acuerdo bilateral entre Gobiernos¡±.
A uno de esos programas se ha acogido Dalali Kwasi, un enfermero ghan¨¦s de 38 a?os, que planea emigrar antes de fin de a?o a Barbados. La cita con Kwasi es en el hospital Korle Bu de Accra. La precariedad que se respira desde la sala de espera de urgencias da una idea de a lo que se refieren con falta de recursos y tecnolog¨ªa obsoleta. Kwasi explica que quiere progresar en su carrera. ¡°Quiero aprender m¨¢s, tener m¨¢s experiencias. Gano 3.000 cedis al mes (unos 196 euros). Dos compa?eros del hospital se han ido a Irlanda¡±, dice. Barbados es un pa¨ªs de la Commonwealth y mantiene lazos especiales con el Reino Unido, lo que le facilitar¨ªa dar el salto m¨¢s adelante, aunque a Kwasi le gustar¨ªa acabar en Irlanda o en Alemania.
Mientras en Cambridge, Anthony se despereza. Ha estado de guardia la noche pasada y va acostarse en cuanto termine la entrevista en su apartamento construido en el recinto hospitalario. Cuando se le pregunta si cree que su hospital podr¨ªa funcionar sin gente de fuera como ¨¦l suelta una carcajada. ¡°Imposible. Ni un solo hospital de este pa¨ªs sobrevivir¨ªa¡±. Cuenta que en su departamento trabaja codo con codo con nigerianos, kenianos, indios, filipinos¡ y que hay un elaborado sistema de tutor¨ªas y formaci¨®n para los reci¨¦n llegados. ¡°Esto es como la ONU¡±, concluye.