La culpa de todo la tiene el modelo de desarrollo

¡°La culpa de todo la tiene Yoko Ono¡­¡±, dec¨ªa Def Con Dos, grupo pionero del hip hop en espa?ol que muchos bailamos en nuestros a?os mozos. Para las ONG no es Yoko Ono la culpable, sino el modelo de desarrollo. Explicamos a trav¨¦s de este t¨¦rmino abstracto las causas de los problemas m¨¢s profundos, con grandilocuencia sist¨¦mica, como el ¨²ltimo de los males destinados a combatir. Haz la prueba, pon en Google el t¨¦rmino junto con el nombre de tu ONG preferida y ver¨¢s el alto n¨²mero de menciones.

Sirve para todo: an¨¢lisis de contexto, planes, estrategias, proyectos e iniciativas varias. Los m¨¢s osados, y confieso haber pecado tambi¨¦n, lo se?alan incluso como parte de sus objetivos: ¡°Cambiaremos el modelo de desarrollo¡± a trav¨¦s de X o Y acciones en determinado per¨ªodo de tiempo. Ten¨ªa sentido hace una d¨¦cada, como una forma de diferenciarse de la cooperaci¨®n m¨¢s asistencialista, pero ya ha dejado de ser suficiente. Se nos exige m¨¢s.

Hablar ahora de modelo de desarrollo es una sobre simplificaci¨®n que no se sostiene por m¨¢s de cinco minutos de conversaci¨®n con quienes realmente tienen la capacidad de dictar doctrina de desarrollo como organismos internacionales, bancos de desarrollo, fundaciones o gobiernos. Sin ese rigor, perdemos credibilidad, nos aleja de saber si realmente estamos contribuyendo a cambios con algo de calado, si somos ¨²tiles.

No toda ayuda sirve, hay alguna que perjudica, que desmoviliza comunidades, que las hace conformistas ante sus autoridades o que las divide

Habr¨¢ quien diga que ¡°mejor hacer algo que no hacer nada¡±, pero creo que nuestra responsabilidad como actores de desarrollo debe ir mucho m¨¢s all¨¢ de ese argumento plano. Es m¨¢s, no toda ayuda sirve, hay alguna que perjudica, que desmoviliza comunidades, que las hace conformistas ante sus autoridades o que las divide. Todos los que trabajamos en cooperaci¨®n lo entienden.

Propongo para ello renovar nuestro argumentario sobre las causas sist¨¦micas de la pobreza a trav¨¦s de cuatro preguntas y sus respuestas. Para que cuando hablemos sobre modelo de desarrollo, no nos cojan en curva.

La primera, ?de qu¨¦ hablamos cuando proponemos un nuevo modelo de desarrollo?

Para los sectores conservadores, con mucho poder ahora, todo lo que no sea la econom¨ªa de mercado como actualmente la entendemos es comunismo. Esto no ayuda a un debate sosegado sobre modelos de desarrollo. Desde la alianza Well Being Economy llevan a?os haciendo un trabajo fant¨¢stico para sugerir un modelo alternativo dentro de los l¨ªmites planetarios actuales. Islandia, Finlandia, Escocia o Nueva Zelanda lo han asumido como propio. Profundiza en este Kate Raworth, de la universidad de Oxford, con su libro La econom¨ªa del Donut. Y m¨¢s recientemente el secretario general de la ONU ha realizado unas declaraciones en la misma direcci¨®n, as¨ª que el tema est¨¢ agarrando vuelo.

El segundo, ?hablamos ¨²nicamente de econom¨ªa o tambi¨¦n de instituciones pol¨ªticas?

Las ONG no solemos entrar mucho en el asunto de las instituciones, pero si el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con sus programas sobre gobernabilidad o la reputada Fundaci¨®n Friedrich Ebert Stiftung centran en esto su trabajo, por algo ser¨¢.

Es la corriente que se?ala que el dise?o institucional es el causante de muchos de los problemas de inestabilidad en los pa¨ªses del sur. En Am¨¦rica Latina, por ejemplo, el impacto del presidencialismo ha llevado a r¨ªos de tinta entre polit¨®logos. Hay que leer para profundizar a Juan J. Linz, de la Universidad de Yale. Un cl¨¢sico. Con la misma vehemencia, otros institucionalistas insisten en la importancia de los sistemas electorales y los partidos pol¨ªticos para la democracia y para el desarrollo de los pa¨ªses. Los capos en esto son D. Nohlen de la universidad de Heidelberg y Steven Levitzky de la universidad de Harvard.

Tercera, ?la culpa la tiene realmente el neoliberalismo o la cosa ven¨ªa de antes?

A medida que uno profundiza en c¨®mo fueron las d¨¦cadas anteriores en los pa¨ªses del sur, el argumento de que el neoliberalismo es lo equivalente a las siete plagas de Egipto no se sostiene. El neoliberalismo es causante de muchos de los problemas actuales, sobre todo de la extrema desigualdad, lo llevan tiempo se?alando Oxfam o Piketty, y m¨¢s recientemente el FMI tambi¨¦n. Hay consenso al respecto. Pero otra parte de los problemas ven¨ªan de antes.

La etapa anterior al comienzo de neoliberalismo, la de los 80, fue la famosa d¨¦cada perdida que asfixi¨® la econom¨ªa de gran parte de los pa¨ªses del sur con la deuda externa. Sus duros ajustes hacia sistema colapsado fueron el neoliberalismo. Las tres anteriores, Am¨¦rica Latina intent¨® y export¨® un modelo alternativo con la Industrializaci¨®n por Sustituci¨®n de Importaciones (ISI) de Raul Prebisch que funcion¨® en los pa¨ªses m¨¢s grandes de la regi¨®n, pero no tanto en el resto. No fue diferente a mucho de lo que proponemos como ¡°modelo alternativo¡± y que ya se prob¨®.

Y si uno se pone m¨¢s quisquilloso, algunos autores van m¨¢s atr¨¢s. James Mahoney, de la universidad de Northwestern, demuestra c¨®mo el tipo de colonizaci¨®n que los pa¨ªses padecieron determina su desarrollo posterior. El neoliberalismo parece as¨ª demasiado coyuntural. Su principal argumento es que, en el ¨²ltimo siglo, el ranking latinoamericano de desarrollo de los pa¨ªses pr¨¢cticamente no ha cambiado, salvo en el caso de Venezuela. Como comenzaste como pa¨ªs, te quedas despu¨¦s.

Y cuarta y ¨²ltima, ?realmente podemos cambiar un modelo de desarrollo?

Uno de los textos m¨¢s l¨²cidos e influyentes para el an¨¢lisis de las posibilidades de cambiar el modelo de desarrollo en las regiones del sur global lo escribi¨® Fernando Henrique Cardoso, expresidente de Brasil y unos de los principales te¨®ricos del desarrollo y las teor¨ªas de la dependencia en Am¨¦rica Latina, se titula New Paths: Globalization in Historial Perspective. Viene a decir que los pa¨ªses no pueden desconectarse de la globalizaci¨®n actual y sus reglas, por mucho que no les guste, el capital financiero seguir¨¢ imponi¨¦ndose y mantendr¨¢n a los pa¨ªses del sur en una posici¨®n de dependencia. Los territorios pueden mejorar, pero el modelo y la l¨®gica de centro-periferia, cree que no.

¡°(¡­) y el esp¨ªritu de Lennon que le sale por los poros¡±, termina la canci¨®n. Debemos so?ar como lo hac¨ªa Lennon en su tema Imagine, donde imaginaba un mundo sin propiedades, sin codicia, sin hambre, una hermandad de la humanidad. El modelo de desarrollo perfecto¡­ e inalcanzable. Que no nos pase a las ONG lo mismo y que nuestros discursos terminen pareciendo una bonita canci¨®n con frases preciosas, pero generando pocos cambios.

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