Lecciones para la construcci¨®n de un mejor marco para la salud mundial
El director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, sugiere tomar medidas para garantizar que se puedan afrontar futuros brotes de enfermedades en un ¨¢mbito de cooperaci¨®n y colaboraci¨®n eficaz para todos
Causa asombro pensar que cuando se celebr¨® el ¨²ltimo Foro de Par¨ªs sobre La Paz, en noviembre de 2020, a¨²n no se hab¨ªa aprobado ninguna vacuna contra la covid-19. Poco m¨¢s de un a?o despu¨¦s, se han administrado m¨¢s de 7.000 millones de dosis, lo que ha evitado innumerables muertes y ha ayudado a cambiar el rumbo de la pandemia en muchos pa¨ªses. Sin embargo, este triunfo cient¨ªfico se ve ensombrecido por la imposibilidad de garantizar que todas las personas se beneficien del mismo.
En el momento de escribir estas l¨ªneas, m¨¢s de un tercio de la poblaci¨®n mundial est¨¢ totalmente vacunada. No obstante, en ?frica, ese porcentaje alcanza tan solo al 7%. Esta situaci¨®n es inaceptable, y debemos hacer que cambie urgentemente. Cualquier amenaza a la solidaridad mundial es una amenaza a la seguridad y la estabilidad global.
Cualquier amenaza a la solidaridad mundial es una amenaza a la seguridad y la estabilidad global
Todos los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger a su propia poblaci¨®n. Sin embargo, el hecho de que algunos de ellos no hayan compartido recursos de importancia crucial (entre ellos: informaci¨®n, muestras biol¨®gicas y herramientas, estas ¨²ltimas a su vez incluyen vacunas, pruebas y otros suministros) ha privado a sus hom¨®logos en muchos pa¨ªses de ingresos bajos y medios bajos de la capacidad para cumplir con ese mandato.
La pandemia de covid-19 no ser¨¢ la ¨²ltima. Es por ello que, a medida que nos recuperamos y reconstruimos de esta crisis, tambi¨¦n debemos tomar medidas para garantizar que podamos afrontar futuros brotes de enfermedades dentro de un ¨¢mbito de cooperaci¨®n y colaboraci¨®n eficaces, en lugar del ¨¢mbito de caos y confusi¨®n que ha exacerbado la crisis actual.
La respuesta mundial a la pandemia ha sido objeto de muchos an¨¢lisis. Y ha habido muchas recomendaciones de medidas que nos permitir¨ªan detectar el pr¨®ximo brote de enfermedad de manera temprana, y de esa manera se pueda ya sea evitar que se convierta en una epidemia (y mucho menos en una pandemia), o bien se pueda garantizar una respuesta r¨¢pida y eficaz. En todos estas revisiones e informes se destacan cuatro temas.
En primer lugar, la gobernanza mundial debe ser m¨¢s inclusiva, equitativa y responsable. La actual arquitectura mundial de salud y seguridad es compleja y fragmentada, y los mecanismos voluntarios no han producido el nivel necesario de acci¨®n colectiva.
Es por esto que abogo a favor de la creaci¨®n de un nuevo instrumento internacional, como por ejemplo un tratado, que gu¨ªe la preparaci¨®n y respuesta ante las pandemias. Al proporcionar un marco general para la cooperaci¨®n mundial, que incluya reglas de juego claras, ese instrumento podr¨ªa impulsar la solidaridad entre pa¨ªses de manera significativa. Los Estados miembros de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) debatir¨¢n esta iniciativa este mes [por noviembre], en una Sesi¨®n Especial de la Asamblea Mundial de la Salud.
En segundo lugar, necesitamos m¨¢s y mejor financiaci¨®n para la preparaci¨®n y la respuesta ante las pandemias. Esto incluye un aumento sustancial de la inversi¨®n nacional, as¨ª como una mayor financiaci¨®n internacional para apoyar a los pa¨ªses de ingresos bajos y medios bajos. Es fundamental que cualquier mecanismo de financiaci¨®n se cree a trav¨¦s de las instituciones financieras existentes; la creaci¨®n de otros nuevos mecanismos fragmentar¨ªa a¨²n m¨¢s la arquitectura mundial de salud. Adem¨¢s, dichos mecanismos no se deber¨ªan financiar ¨²nicamente con asistencia voluntaria para el desarrollo, debido a que ello intensificar¨ªa la competencia por los ya escasos recursos. Por el contrario, proponemos crear un Fondo Mundial para las Amenazas a la Salud con el prop¨®sito de mancomunar recursos adicionales, mismo que podr¨ªa establecerse en el Banco Mundial en la forma de un Fondo de Intermediarios Financieros, y podr¨ªa ser financiado por los pa¨ªses y las organizaciones regionales sobre la base de la distribuci¨®n de la carga.
En tercer lugar, debemos dise?ar e implementar mejores sistemas e instrumentos para la vigilancia multisectorial de la salud. La OMS ya ha comenzado a construir tales herramientas. El 1 de septiembre, inauguramos el nuevo Centro de Informaci¨®n de la OMS sobre Pandemias y Epidemias en Berl¨ªn, que proporcionar¨¢ al mundo mejores datos y anal¨ªticas para apoyar en la detecci¨®n de, y la respuesta a, emergencias de salud p¨²blica. Posteriormente, tuve el honor de unirme al presidente franc¨¦s Emmanuel Macron, en Lyon, para celebrar la ceremonia de inauguraci¨®n de la Academia de la OMS, que utilizar¨¢ tecnolog¨ªas innovadoras para ampliar el acceso a la formaci¨®n continua de alta calidad para los trabajadores de la salud del mundo.
Se est¨¢n desarrollando otras iniciativas, como un BioHub mundial de la OMS, este es un centro para almacenar e intercambiar pat¨®genos con sede en Suiza, y el Examen Universal de la Salud y la Preparaci¨®n; siguiendo el modelo del Examen Peri¨®dico Universal (EPU) utilizado por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Examen Universal de la Salud y la Preparaci¨®n utilizar¨¢ el examen entre pares para aumentar la rendici¨®n de cuentas y la transparencia entre los Estados miembros de la OMS, a medida que ellos identifiquen las deficiencias y construyan la capacidad para la preparaci¨®n y respuesta ante una pandemia.
Por ¨²ltimo, necesitamos una OMS fortalecida, empoderada y financiada de manera sostenible que se ubique en el centro del marco para la salud mundial. Con 194 estados miembros y 152 oficinas en los pa¨ªses, la OMS se destaca por su mandato, alcance y legitimidad a nivel mundial. Sin embargo, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, se ha debilitado progresivamente por un desequilibrio debilitante entre las contribuciones se?aladas (obligatorias) y las contribuciones voluntarias y asignadas. Esto distorsiona nuestro presupuesto, lo que limita nuestra capacidad para atraer y retener a los mejores talentos, y nos limita en cuanto a cumplir con las expectativas de nuestros Estados miembros.
El mundo debe invertir ahora en una organizaci¨®n que realmente represente y trabaje a favor de la salud de todos los pa¨ªses
La pandemia ha puesto de relieve la importancia fundamental que reviste la seguridad sanitaria mundial. El mayor debilitamiento de la OMS y la mayor fragmentaci¨®n del marco institucional de la salud mundial se encuentran entre los mayores riesgos que amenazan dicha seguridad. El mundo debe invertir ahora en una organizaci¨®n que realmente represente y trabaje a favor de la salud de todos los pa¨ªses.
En los pr¨®ximos meses y a?os, otras crisis exigir¨¢n inevitablemente nuestra atenci¨®n. Pero no debemos perder de vista la importancia de reforzar la seguridad sanitaria mundial. Si el mundo contin¨²a por su camino actual, solo conseguiremos que nuestra salud se deteriore, con consecuencias econ¨®micas y pol¨ªticas devastadoras. Sin embargo, si adoptamos nuevas ideas y trabajamos juntos en solidaridad, podemos construir un futuro que sea m¨¢s saludable, m¨¢s seguro, m¨¢s justo y m¨¢s pac¨ªfico.
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