C¨®mo producir m¨¢s alimentos sin convertir los bosques en campos
La expansi¨®n agr¨ªcola provoca casi el 90% de la deforestaci¨®n a nivel mundial. Son necesarias estrategias para transformar sin perjudicar el medio ambiente
Se estima que para 2050 necesitaremos hasta un 50% m¨¢s de alimentos de lo que necesit¨¢bamos en 2012 debido al incremento demogr¨¢fico global. Nos enfrentamos, por tanto, a un enorme desaf¨ªo para dar de comer al mundo y, simult¨¢neamente, proteger nuestros bosques de la expansi¨®n agr¨ªcola, que genera casi el 90% de la deforestaci¨®n en el planeta.
Este desaf¨ªo presenta una gran oportunidad que no podemos darnos el lujo de perder. Es posible transformar el sistema alimentario mundial para que la agricultura y los bosques crezcan al mismo tiempo, en lugar de que uno crezca a expensas del otro. Es factible, o m¨¢s bien esencial, que ambos se beneficien el uno del otro, en vez de ser mutuamente excluyentes.
Si nos orientamos hacia esta forma de pensar y operar a escala mundial, el resultado ser¨¢ un sistema alimentario sostenible que contribuir¨¢ enormemente a combatir el cambio clim¨¢tico, mantener la biodiversidad e impulsar la econom¨ªa mundial. Si no lo hacemos, el panorama es sombr¨ªo.
?C¨®mo lograrlo?
En este momento cr¨ªtico, un nuevo documento de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO), titulado Detener la deforestaci¨®n de las cadenas de valor agr¨ªcolas: el papel de los gobiernos, eval¨²a los avances logrados y detalla lo que a¨²n queda por hacer. Y los gobiernos desempe?an un papel crucial, que incluye crear las condiciones que permitan los cambios necesarios en una escala que logre hacer la diferencia.
Los pa¨ªses consumidores ya han tomado medidas, como fijar normas de importaci¨®n de productos agr¨ªcolas, destinar fondos a apoyar a los peque?os agricultores de los pa¨ªses productores y comprometerse a financiar cadenas de suministro m¨¢s sostenibles. Est¨¢n implementando una serie de estrategias que van desde la planificaci¨®n del uso de la tierra hasta pr¨¢cticas m¨¢s favorables para los bosques, a las que se suma el pago por servicios ecosist¨¦micos.
Iniciativas globales como la reducci¨®n de las emisiones de la deforestaci¨®n y la degradaci¨®n de bosques (REDD por sus siglas en ingl¨¦s), un mecanismo de la ONU para mitigar el cambio clim¨¢tico a trav¨¦s de la reducci¨®n de emisiones netas de gases de efecto invernadero mediante la mejora de la gesti¨®n de bosques en los pa¨ªses en desarrollo, ayudan a muchos pa¨ªses productores. El objetivo es lograr resultados significativos: detener la deforestaci¨®n, impulsar el cambio transformacional y acceder al financiamiento destinado al clima para futuras reinversiones. La FAO, a trav¨¦s de una alianza ONU-REDD apoya a los pa¨ªses en desarrollo en su proceso y los ayuda a convertir sus compromisos en acciones sobre el terreno.
Sin embargo, se necesita una coordinaci¨®n mucho mayor entre los pa¨ªses consumidores y los productores para crear sistemas agroalimentarios verdaderamente transformadores, capaces de generar m¨¢s alimentos, que garanticen la seguridad alimentaria y la nutrici¨®n para una poblaci¨®n en crecimiento sin convertir los bosques en campos.
Los peque?os agricultores, que producen el 35% de los alimentos del mundo, pero viven en la pobreza, necesitan un apoyo mucho mayor
Los gobiernos de todo el mundo deben proporcionar esta gesti¨®n para que los diferentes sectores y partes interesadas a todos los niveles ¨Cinternacional, nacional, regional y local¨C trabajen en pos de objetivos compartidos. Deben crear los marcos legislativos y facilitar las condiciones de financiamiento y de mercado que favorezcan la adopci¨®n de enfoques basados en las sinergias entre la silvicultura y la agricultura. Las autoridades decisorias deben abordar las compensaciones del caso en formas que contemplen un apoyo rec¨ªproco.
El sector privado se ha comprometido a eliminar la deforestaci¨®n de sus cadenas de suministro a trav¨¦s de la Declaraci¨®n de Nueva York sobre los Bosques en 2014. Desde entonces, se han establecido normas y sistemas de certificaci¨®n de la industria que tienen como objetivo lograr una huella de deforestaci¨®n neta igual a cero para los productos como la carne vacuna, el aceite de palma, la soja, el cacao, el caf¨¦ o el caucho.
Es preciso redoblar los esfuerzos para implementar esos compromisos a fin de lograr avances concretos. Al mismo tiempo, los productores ¨Cque en su mayor¨ªa se encuentran en pa¨ªses tropicales y subtropicales¨C tienen dificultades para cumplir con estas normas porque requieren enormes cambios sobre el terreno. La aplicaci¨®n de m¨¦todos agr¨ªcolas m¨¢s sostenibles a menudo implica inversiones iniciales en nuevos equipos, un per¨ªodo de educaci¨®n y capacitaci¨®n, y cambios en los cultivos y en el uso de la tierra, durante los cuales se suelen perder las cosechas de las que, con frecuencia, dependen las personas para subsistir. El proceso para obtener la certificaci¨®n en s¨ª, una vez que se implementan nuevos procesos, tambi¨¦n puede ser prohibitivamente costoso y prolongado en el tiempo. Los peque?os agricultores, que producen el 35% de los alimentos del mundo, pero viven en la pobreza, necesitan un apoyo mucho mayor para superar estas barreras.
Los pa¨ªses productores, donde se produce la gran mayor¨ªa de la deforestaci¨®n, se enfrentan a los mayores desaf¨ªos para generar los cambios necesarios. Deber¨¢n lograr un dif¨ªcil equilibrio diario entre los compromisos que asumieron frente a los objetivos internacionales de deforestaci¨®n y cambio clim¨¢tico, y la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y los medios de vida de sus poblaciones. Sin embargo, deben formular pol¨ªticas que aborden las causas subyacentes de las pr¨¢cticas agr¨ªcolas insostenibles, fortalezcan la gobernanza y mejoren el cumplimiento de la ley. Deben cerciorarse de contar con datos agr¨ªcolas y forestales actualizados, que sean abiertos, transparentes y accesibles. Los pa¨ªses consumidores y el sector privado deben redoblar sus esfuerzos para apoyar a los pa¨ªses que producen nuestros alimentos, ya que necesitan un apoyo financiero y t¨¦cnico mucho mayor para hacerlo de tal forma que se salve a nuestro planeta.
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