Esos cielos
"Hoy lleg¨® el crep¨²sculo de los asesinos y la hora estelar de una sociedad democr¨¢tica que termin¨® creyendo en s¨ª misma"
En esta ma?ana de octubre, en el mismo instante de la ma?ana en el que se va la noche y llega el d¨ªa, un coche me lleva por el puente que atraviesa la r¨ªa de Bilbao en el sitio exacto en el que se sit¨²a el final de Esos cielos, la breve y maravillosa obra de Bernardo Atxaga.
Todo tiene para m¨ª una enorme fuerza evocadora en esta extra?a ma?ana, extra?a por dulce, por distinta, por emotiva, en la que los cielos de este pa¨ªs se abren, como en la obra de Atxaga, y me dejan la sensaci¨®n de que este largo viaje hacia el mismo fondo de la noche ya ha llegado a su fin.
Todo son recuerdos, instantes, lugares... las cosas vividas. No puedo evitar recordar todo eso, en un pa¨ªs como este que para tantos vascos ha sido, durante tantos a?os, un lugar extra?o, envuelto en una atm¨®sfera asfixiante de falta de libertad, de miradas, de silencios, de olvidos, de funerales, de esa inenarrable sensaci¨®n que produce la existencia de una amenaza fr¨ªa y desconcertante nacida de la socializaci¨®n del sufrimiento que so?¨® un d¨ªa ETA en su oscura proyecci¨®n totalitaria.
Esa es la idea, ETA ha tenido siempre una visi¨®n particular sobre lo que deb¨ªa ser Euskadi, en eso no es distinta a cualquiera de nosotros. La diferencia central consiste en que esa visi¨®n particular quiso ser elevada a categor¨ªa de total para el conjunto de la sociedad vasca. En ese ejercicio de totalizaci¨®n, ETA golpe¨® contra todos esos ciudadanos que entend¨ªa que no ten¨ªan sitio en esa especie de anticiudad por la que tanto mat¨®. ETA mat¨® s¨ª, mat¨® mucho, se llev¨® por delante formas libres de vida que no ten¨ªan sitio en la deshumanizada geometr¨ªa de sus sue?os totalitarios.
Hoy, m¨¢s de cincuenta a?os despu¨¦s, lleg¨® el crep¨²sculo de los asesinos y la hora estelar de una sociedad democr¨¢tica que termin¨® creyendo en s¨ª misma. La hora estelar de una sociedad que termin¨® confiando en la solidez de su propio sistema y que termin¨® levant¨¢ndose, poco a poco, contra el miedo, contra el silencio, contra el olvido, que levant¨® su voz contra el fascismo, que aprendi¨® a salir a la calle y que le plant¨® cara al oscuro sue?o de pureza por el que ETA tanto mat¨®. Todo eso viene a mi cabeza en este d¨ªa. En la atm¨®sfera casi on¨ªrica ¡ªpor irreal, por desconocida, por haber dormido poco¡ª que me acompa?a en este trayecto sobre el puente planteado por Atxaga. Un d¨ªa que, como Fernando Aramburu en Los peces de la amargura, busco conscientemente vincular a un homenaje ¨ªntimo a las sociedades impuras, a la dulce impureza de la diversidad, de la pluralidad, un homenaje sereno e interior al juego de diferencias que se constituye como ant¨ªdoto de cualquier sue?o de purificaci¨®n que, como en Euskadi, tanto y tan diverso se ha llevado por delante.
S¨¦ que hemos ganado, que hemos ganado una partida tremenda frente a los buscadores de pureza racial y frente a su est¨¢tica totalitaria. Y lo hemos hecho en este a?o 2011 como primer paso de un camino nuevo. Un camino que ser¨¢ largo y que estar¨¢ probablemente lleno de dificultades pero que nos conducir¨¢ por los imperfectos y maravillosos paisajes discursivos de cualquier sociedad democr¨¢tica. Nuestra democracia, nuestra diversidad y nuestra pluralidad continuar¨¢ explicando todo lo que somos, marcando el recorrido de futuro. Y recorrerlo, simplemente recorrerlo, perfila la mejor manera de concretar la peor pesadilla de ETA, nuestra nueva ciudad vasca, nuestros barrios distintos, todos nuestros lenguajes, nuestras historias, nuestra condici¨®n de ciudadan¨ªa, nuestra impureza.
Todo eso me acompa?a bajo esos cielos que se abren, justo aqu¨ª, en el puente de esta ciudad en la descripci¨®n de Atxaga. Toda nuestra maravillosa y feliz impureza democr¨¢tica, con su forma de ant¨ªdoto frente a los sue?os totalitarios, reposando sobre un pilar de memoria en estas primeras horas de un tiempo nuevo en nuestra nueva vida.
Eduardo Madina es secretario general del Grupo Parlamentario Socialista.
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