Vicepresidencia econ¨®mica
La Espa?a de Rajoy est¨¢ ausente de Bruselas, donde se decide todo lo que nos afecta
El mismo d¨ªa 21 de diciembre de 2011 en que el investido presidente Mariano Rajoy dio lectura a la lista de su Gobierno, se hizo notar la grave indefinici¨®n que supon¨ªa la ausencia de una vicepresidencia econ¨®mica. En aquella ocasi¨®n inaugural se prefiri¨® la f¨®rmula de comparecencia solemne sin preguntas, con los periodistas reducidos a su condici¨®n de escuchantes ornamentales. Pero la cuesti¨®n surg¨ªa en boca de todos. La respuesta del entorno autorizado y de la vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, era que deb¨ªa descartarse toda preocupaci¨®n por la unidad de mando en sector tan principal porque quedaba garantizada, habida cuenta de la decisi¨®n adoptada por Rajoy de asumir ¨¦l mismo la presidencia de la Comisi¨®n Delegada de Asuntos Econ¨®micos.
Se transparentaba lo contrario. Primero, que las obligaciones ineludibles del presidente del Gobierno le impedir¨ªan ejercer con asiduidad esa funci¨®n. Segundo, que entregar la secretar¨ªa de la comisi¨®n al director de la Oficina Econ¨®mica de Presidencia, ?lvaro Nadal, multiplicaba la confusi¨®n, al pasar de la bicefalia al triunvirato. Tercero, que el sistema tribal era incapaz de suscitar la confianza en nuestros interlocutores, empezando por las instituciones y los socios de la Uni¨®n Europea y de la Eurozona y siguiendo por los mercados donde acudimos en busca de la financiaci¨®n necesaria para hacer frente a nuestras obligaciones de pago.
Espa?a est¨¢ de vuelta, pregonaba con la euforia del reci¨¦n llegado el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo. Pero la consigna ha tenido un radio de acci¨®n muy corto, como lo prueba que algunos de sus colegas, despu¨¦s de un a?o al frente de sus respectivos departamentos, sigan sin haber acudido a los Consejos de Ministros sectoriales de los que forman parte. As¨ª, por ejemplo, la ministra de Empleo y Seguridad Social, F¨¢tima B¨¢?ez, a quien se recibir¨ªa con el inter¨¦s que suscita llegar de un pa¨ªs con la mayor tasa de paro de la UE y en aumento constante. As¨ª, tambi¨¦n, el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, como si nada tuviera que decir. O el titular de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que apenas ha probado suerte en ese carrusel y prefiere verse por separado para satisfacer las inquietudes de la vicepresidenta de la Comisi¨®n Viviane Reading, encargada de los Asuntos de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadan¨ªa. Y podr¨ªamos seguir pasando lista, pero mejor dejarlo.
De modo que, como se ve, la Espa?a de Rajoy permanece ausente de Bruselas, donde se decide todo lo que nos afecta sin nuestra participaci¨®n. Pero nuestro pa¨ªs no es quantit¨¦ n¨¦gligeable, infinitesimal que pueda desatenderse. Por eso, el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, aparent¨® un s¨²bito inter¨¦s por la Cumbre Iberoamericana de C¨¢diz para acudir all¨ª el d¨ªa 16 de noviembre y encerrarse dos horas en una conversaci¨®n de estricto mano a mano con Rajoy, a quien requiri¨® por activa y por pasiva, en modo indicativo, subjuntivo y perifr¨¢stico, para que nombrara un vicepresidente econ¨®mico que termine con el actual desbarajuste tribal que tanto perjudica nuestra credibilidad.
Pepe Domingu¨ªn sol¨ªa repetir que hay que torear de o¨ªdo, y esa necesidad de escuchar de los espadas de la torer¨ªa andante es todav¨ªa m¨¢s perentoria cuando la tarea que se asume es la de gobernar. De modo que deber¨ªa romperse la barrera del silencio que a¨ªsla a La Moncloa para que se oyera, por ejemplo, el clamor de los empresarios impacientes por la actual indefinici¨®n carente de funcionalidad y deseosos de que haya una vicepresidencia econ¨®mica que facilite el entendimiento. Recordamos c¨®mo el ministro Jordi Sevilla tranquilizaba al naciente Jos¨¦ Lu¨ªs Rodr¨ªguez Zapatero dici¨¦ndole que en dos tardes podr¨ªa ponerse al d¨ªa en las cuestiones econ¨®micas de apariencia enrevesada, pero los resultados quedaron a la vista. Ahora la soluci¨®n tampoco reside en el voluntarismo de Mariano Rajoy, que tiene otros asuntos ineludibles y graves que atender.
Se impone de manera inaplazable establecer una vicepresidencia Econ¨®mica que conllevar¨¢ una reorganizaci¨®n del Gabinete. El proceder de Mariano Rajoy descarta que ninguno de los dos titulares actuales de Econom¨ªa y de Hacienda vaya a ser designado vicepresidente. Por eso se ha querido desembarcar a Luis de Guindos para que fuera presidente del Eurogrupo, operaci¨®n que parece improbable. As¨ª que la vicepresidencia deber¨¢ ser para alguien que venga de fuera o de dentro, como el actual titular de Asuntos Exteriores, con experiencia en la Comisi¨®n de Hacienda del Parlamento Europeo y conocimiento del entramado comunitario. Cuando pierden fuerza las dudas sobre el euro, es el momento de acabar con las dudas sobre Espa?a. Cuanto antes un nuevo reparto del poder que nos salve del marasmo. Vale.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.