Quiroga presidir¨¢ el PP vasco con un estilo m¨¢s conservador que Basagoiti

Antonio Basagoiti se ha apresurado a allanar el camino de su sustituci¨®n como presidente del PP vasco para evitar as¨ª otro quebradero de cabeza a Mariano Rajoy. Primero se reuni¨® el lunes de la semana pasada en La Moncloa con Rajoy y el mi¨¦rcoles en la sede del PP con Mar¨ªa Dolores de Cospedal. Y en ambas citas se bendijo a Arantza Quiroga como la candidata id¨®nea para asumir el relevo. Este regate en corto, que acorta al m¨¢ximo los plazos para que Basagoiti emprenda tras el verano su nueva vida profesional en la estructura del Grupo Santander en M¨¦xico, ha sorprendido a sus compa?eros m¨¢s pr¨®ximos y en especial a Alfonso Alonso, portavoz popular en el Congreso, que trabajaba con la idea de la sucesi¨®n en el horizonte de 2015. Pero, sobre todo, aborta una precipitada batalla interna por el liderazgo del partido en Euskadi.

Basagoiti garantiz¨® a Rajoy y a Cospedal la viabilidad de su apuesta. Sabe que dispone del apoyo incontestable de la organizaci¨®n de Bizkaia, donde radican el 50% de sus 6.200 afiliados vascos y que acostumbran a decidir congresos en connivencia con ?lava, un territorio donde el PP tiene su ¨²nico poder institucional en Euskadi.

Al apostar por Quiroga, Basagoiti es ¡°consciente¡±, no obstante, de los recelos que la actual portavoz parlamentaria y expresidenta de la C¨¢mara vasca despierta en el ala m¨¢s aperturista de su partido por sus posiciones conservadoras sobre el aborto y el matrimonio de homosexuales. A cambio, le tranquiliza que su sucesora ¡°forma parte de quienes apostaron firmemente por el cambio¡±, a partir de la traum¨¢tica renuncia de Mar¨ªa San Gil, anterior presidenta de los populares vascos, en v¨ªsperas del decisivo Congreso del PP en Valencia. ¡°Ah¨ª no hay ninguna duda de su compromiso¡±, admiten incluso quienes entienden que la opci¨®n Quiroga es, sin embargo, ¡°una ocasi¨®n perdida para demostrar que sabemos por d¨®nde va el futuro de la sociedad y responde m¨¢s a los miedos de la direcci¨®n del partido que a las ganas de cambio de los propios afiliados¡±.

A¨²n consciente de las valoraciones que provoca su ideario, Quiroga se gu¨ªa por la ortodoxia. Esta m¨¢xima le permite ofrecer un discurso contundente contra ETA y a favor de las v¨ªctimas, pero tambi¨¦n ¡°identificado¡± con el esp¨ªritu Basagoiti de ¡°abrir el partido a la sociedad, de ir a buscar acuerdos con el nacionalismo moderado y de ampliar el nicho con los votos que deja el PNV en las zonas urbanas¡±. Quiroga no dud¨® en alinearse r¨¢pidamente con quienes en 2008, durante el Congreso que encumbr¨® a Basagoiti, decidieron rescatar ¡°de las catacumbas al PP¡± en Euskadi, y luego defendi¨® el pacto con el PSE para que Patxi L¨®pez fuera lehendakari, recuerdan a su favor.

?Es Quiroga la ¨²nica opci¨®n? Desde luego que no, pero s¨ª la soluci¨®n m¨¢s solvente y satisfactoria para G¨¦nova y la mayor¨ªa del PP vasco, seg¨²n las diferentes fuentes consultadas. De hecho, su elecci¨®n solo se podr¨ªa ver comprometida si Alfonso Alonso anunciara su prop¨®sito de sustituir a Basagoiti, para lo que ¡°todav¨ªa¡± sigue siendo vivamente animado desde la afiliaci¨®n alavesa, molesta por ¡°la precipitaci¨®n de los acontecimientos¡±, que les han pillado ¡°con el pie cambiado¡±, admiten. Pero no se le espera. Alonso se siente c¨®modo en Madrid, donde se ha ganado la plena confianza de Rajoy, y ¡°le costar¨ªa demasiado renunciar a esa carrera para volver¡± a Euskadi, dice uno de sus principales amigos. Alonso se reuni¨® ayer con la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. La tercera opci¨®n, Borja S¨¦mper, muri¨® antes de nacer. Fue desechada por el propio parlamentario guipuzcoano quiz¨¢ al detectar la r¨¢pida maniobra de Basagoiti, que anulaba sus m¨ªnimas opciones, aunque representa ¡°la frescura del discurso popular con base en una Euskadi en paz¡±, apuntan quienes le avalan.

Basagoiti escuchar¨¢ las reticencias sobre su candidata durante los escalonados contactos que mantendr¨¢ en el plazo de los pr¨®ximos 10 d¨ªas con todos los dirigentes del PP vasco, pero tambi¨¦n se asistir¨¢ al cierre de filas con Quiroga ¡°porque es la mejor soluci¨®n para el partido en estos momentos¡±, subraya un veterano cargo vizca¨ªno. ¡°A partir de esos contactos se buscar¨¢ una salida consensuada y decidir¨¦ si adoptamos el acuerdo en una junta directiva o vamos a un congreso extraordinario¡±, admiti¨® el l¨ªder popular, obsesionado por erradicar la inevitable idea del dedazo.

Precisamente para evitar esa imagen aznarista, Basagoiti quiere dar ¡°un paso atr¨¢s¡± y facilitar el consenso. Lo har¨¢ una vez que explique estos d¨ªas en los ¨®rganos internos del PP vasco su decisi¨®n ¡°vital¡± de irse tras 18 a?os ¡°de ver crecer a mis tres hijas entre escoltas¡± y de encarrilar la sucesi¨®n. Y luego, en el plazo m¨¢ximo de mes y medio, una corriente mayoritaria compartida por Bizkaia y ?lava (80% de la afiliaci¨®n) sacar¨¢ adelante en una junta directiva regional (engloba a 90 dirigentes) la proclamaci¨®n de Arantza Quiroga como presidenta, pero en funciones, hasta un nuevo congreso.